"Un verano con Fifí"

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El argumento: Nancy, este de Francia. Verano. Tratando de escapar de su problemático entorno familiar, Sophie, una chica de 15 años, aprovecha la oportunidad de hacerse con un juego de llaves de la casa de su adinerada amiga Jade. Mientras disfruta de la amplia vivienda, que creía vacía durante el verano, se topa con el hermano mayor de su amiga, Stéphane, quien, por azares del destino, también estaba planeando quedarse. Pero, en lugar de echarla, Stéphane decidirá dejar la puerta abierta invitando a Sophie a un verano inesperado.

Conviene ver: “Un verano con Fifí” es una fábula que se adentra en el complejo mundo de la adolescencia con verosimilitud, sencillez y emoción. Jeanne Aslan y Paul Saintillan sorprenden en su primera película centrándose en un verano en la vida de Nancy, uno de esos que se antoja definitorio para una chica de 15 años que parte de una situación familiar compleja, con una madre ausente y un padre que nunca conoció, y tirando de carácter, personalidad y trastadas camuflando en ella su rebeldía y su desesperación fruto de asumir unas responsabilidades demasiado tempranas para su edad. Todo en uno de esos veranos marcados por la luz, paseos en bici y la sensación temprana de libertad cuando ya se alcanza cierta autonomía, pretendiendo ocupar la gran casa de los padres de su amiga, al enterarse de que va a estar vacía durante el estío, pero en la que se encontrará al hermano mayor de su amiga, estableciendo entre ellos una alianza durante ese mes compartiendo ambos hastío, insatisfacción e incertidumbre en una cinta que entronca "Los cuatrocientos golpes" (1959) con "Call me by your name" (2017).

“Un verano con Fifí” habla del primer amor con sensibilidad y también de la diferencia de clases a través de la curiosidad de una y el desencanto del otro, aportando verosimilitud a una relación que se aleja de morbo y polémicas y que se centra en la conexión de dos almas que encuentran paz a sus atribuladas almas el uno en el otro. Céleste Brunnquell y Quentin Dolmaire están muy bien dando verosimilitud a sus personajes en una historia en la que hay más profundidad que la que propone su estilo que coquetea con lo naif pero que también supone una actualización contemporánea de la Nouvelle Vague mostrando el despertar a la vida de una joven con más dudas y preguntas que certezas encontrando en ese joven y en esa casa refugio. A pesar de la diferencia de edad y de distintas clases sociales encuentran paz, escucha y comprensión en el particular universo que crean entre ambas. No hace falta mucho más para construir una película con alma que saca belleza y lirismo de las confidencias y experiencias compartidas por estos jóvenes en un momento de cambio ante el vértigo de un futuro incierto. Un verano de paréntesis frente a la rutina y los sinsabores habituales, que bañado de una estética calmada y evocadora, se presenta como impulso para tomar aire y seguir en el camino abordando con naturalidad, respeto y empatía los conflictos internos de estos personajes.

Conviene saber: Premio de la sección New Directors del Festival de San Sebastián 2022.

La crítica le da un SIETE