"El viaje de Harold"

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El argumento: Una mañana cualquiera, Harold Fry sale de casa para echar una carta al buzón. Recién jubilado, Harold responde a la misiva de una vieja amiga y compañera de trabajo quien, tras un silencio de casi veinte años, acaba de comunicarle que está ingresada en un hospital a punto de morir. Cuando Harold se dispone a enviar la carta, un impulso repentino lo conmina a llevar él mismo el mensaje a su destinataria en un viaje improvisado a pie de un extremo a otro del país.

Conviene ver: “El viaje de Harold” es una sencilla historia británica que trata sobre el viaje kilométrico de un hombre ante la carta recibida por una amiga del pasado que se está muriendo en un hospicio prefiriendo hacer él mismo el camino de 800 kilómetros hacia el norte de Inglaterra para entregarle una carta de respuesta en persona en lugar de hacerlo a través de la frialdad del buzón. Un gesto entrañable y que habla muy bien de ese tipo salvo para su propia mujer que se queda sola en casa, extrañada y recelosa de ese propósito. Una cinta sobre los avatares de un matrimonio preso de la rutina y que encuentra en este viaje una estimulación a una relación que ha quedado minusvalorada precisamente por su carácter continuo y por hechos del pasado que poco a poco se irán revelando y que les ha bloqueado sin posibilidad de emerger por ellos mismos. Mientras Harold Fry recorre Inglaterra, no sin dificultades y entre avatares y personajes que surgen confiándole sus propios problemas, su mujer Maureen se queda en casa, en un ejercicio de soledad y de magisterio interpretativo a la hora de mostrar con muy poco lo que siente ese personaje sin saber si debe perdonar o no. Jim Broadbent y Penelope Wilton están estupendos pero la cinta pierde fuelle por su inconsistencia e inverosimilitud además de cierto tedio y tono lacrimógeno forzado y cursi hablando de fe personal, sacrificio, redención y transformación humana pero quedándose en lo superficial cuando vemos que lo que en realidad está ocurriendo es que este hombre emprende una huida hacia adelante, una letanía de expiación por la frustración de considerar no haber estado a la altura como padre y como marido pretendiendo rendir un tributo algo ilusorio a la persona que le ayudó en el momento más bajo de su vida sin pedir nada a cambio. Para viajes de este tipo de similar cortes más recomendable “El inglés que cogió la maleta y se fue al fin del mundo” (2021) si exceptuamos las mucho más trascendentales "Una historia verdadera" (1999) y "Nebraska" (2013) ya que, a pesar del caldo emocional que va construyendo y los buenos sentimientos que desprende, termina siendo lenta y reiterativa hasta llegar a su punto de destino en el que pone todas las cartas sobre la mesa, uniendo el propósito de Harold con los flashbacks que nos ayudan a entender todo lo que hay detrás, pretendiendo agarrar el corazón gracias a lo que los actores han ido cultivando hasta ese momento enarbolando amistad, humanismo y perdón en una historia de superación que dentro de su humor y ternura también destila una desoladora tristeza.

Conviene saber: Hettie Macdonald dirige la adaptación del libro de Rachel Joyce.

La crítica le da un CINCO