"Pequeñas casualidades"
La web oficial.
El argumento: París 2052. Julia, 80 años, tuvo una vida plena. El día de su cumpleaños, reflexiona sobre las decisiones y circunstancias que pudieron haberla llevado por caminos diferentes. Desde los 17 años hasta el día de hoy, su vida estuvo llena de pequeños pero críticos momentos. Cada uno fue un punto de inflexión con consecuencias dramáticas. ¿Qué hubiera pasado si hubiera olvidado su pasaporte, elegido una línea diferente en la tienda, conducido el scooter esta vez...? ¿Es su vida una sucesión de coincidencias y accidentes o un camino ya trazado?
Conviene ver: “Pequeñas casualidades” nos lleva con luminosidad y el característico tono francés por lo fortuito de una vida que nos lleva por determinado camino más allá de unas decisiones que seguramente están más predefinidas de lo que queremos admitir. Es lo que ocurre con la protagonista de esta cinta que rememora sus años de juventud y que está encarnada por una magnética y creíble Lou de Laâge durante todas las fases de un personaje complejo y rico acompañada por los no menos estupendos Raphaël Personnaz, Isabelle Carré, Grégory Gadebois, Esther Garrel y Denis Podalydès. Julia Feyman es una joven estudiante de 17 años en un internado de Ámsterdam que desde ahí deriva en lo que pudo ser (o no) si hubiera perdido el pasaporte que le llevaba a Berlín por la caída del Muro, discutido con sus padres, ganado el concurso de piano Clara Schumann, conocido a un atractivo físico en una librería, sufrir un accidente de moto, poder tener hijos, etc... La casualidad sobre los desvíos de nuestra existencia en una serie de bifurcaciones, casualidades y decisiones a través de hechos históricos, pasajes musicales, éxitos, fracasos y encuentros imprevistos a través de una Julia, y diferentes versiones de sí misma, que tomaron diferentes caminos tan ambivalentes como trascendentales suponiendo en todos ellos sacrificios y costes de oportunidad perdidos además de una sensación siempre de insatisfacción idealizando siempre lo que no fue por el hecho de pensar eso tan humano de que hubiera sido mejor la otra opción lo que deja patente que la felicidad completa no existe porque el único amor ideal es el que nunca llegó a materializarse por ser también el que nunca defrauda. Un caleidoscopio de disyuntivas y consecuencias separadas por una fina línea que van de la frustración y la condena a la liberación sanadora en el que no sólo la protagonista sino las personas que le rodean y a las que conoció juegan uno u otro papel en su vida (maridos, amantes, padres, amigos, hijos, alumnos, etc...). Una propuesta que maneja bien el ritmo y que supera el reto tanto narrativo, técnico e interpretativo que supone en una, no excesivamente original, pero sí meritoria, ópera prima. Lo que fue y lo que pudo haber sido, lo que ha sido y lo que quizá se quiso; una disyuntiva de caminos nos esperan a la vuelta de la esquina proclives a emerger en cualquier momento y dar un volantazo en nuestro itinerario propio de un pasaporte caído, la cola en una librería, la elección de un vestido o una moneda al aire para decidir quién conduce la moto esa noche. Ni los golpes de suerte quizá sean para siempre, ni las desgracias no traen nada bueno, en un camino más angosto o no pero que se escribe día a día. Una película más accesible y amena que existencialista, reflexiva y nostálgica, que tiene que superar cierta confusión inicial, pero que se ve de manera entretenida y agradable aunque deje poco poso por cierto edulcoramiento con el que intenta aligerar algunos episodios fatalistas (un accidente de moto, la enfermedad de la madre, un intento de suicidio, una soledad frustrada, etc...) y por el hecho de que jugar con esta premisa no esta exenta de que se pierda en algunos momentos entre sus diferentes tramas y saltos dejando patente que a pesar de lo que uno elija la vida es la que nos acaba llevando hasta nuestro punto de destino sembrando la duda de si la existencia es una sucesión de coincidencias y accidentes imprevistos, tanto de lo vivido como de lo que no, o si en realidad está todo predefinido por un camino que hay que recorrer de manera inevitable derivando en un final emocionante y ensalzador que, en realidad, termina decantándose y desvelando la versión oficial entre todas las vidas vividas por Julia mientras es un canto a la vida, a las oportunidades vividas y a los infortunios que si no matan hacen más fuerte.
Conviene saber: La cinta está dirigida por Olivier Treiner.
La crítica le da un CINCO