Cine en serie: "Justified", un tipo duro con un sombrero vaquero y la mano muy rápida

Querido Teo:

“Justified” está basada en un cuento corto de Elmore Leonard titulado “Fire In the hole”. Este hecho puede que a algunos les parezca la repera (los más fanáticos del escritor), y en cambio a otros, los que no conocen las obras de éste, les diga más bien poco. En lo que casi seguro estarán todos de acuerdo es que, dada la calidad de las novelas de Leonard (que según dicen es muy alta), e involucrándose él mismo en el proyecto (como productor ejecutivo de la serie y guionista de muchos de sus episodios), éste sin duda se vuelve mucho más interesante, y más sabiendo que es la cadena de cable FX quien se ha encargado de levantar el proyecto mimándolo como sólo ella sabe hacer. Si además le sumamos el hecho de que el protagonista es Timothy Olyphant (chicas, ya podéis gritar), y que como en “Deadwood” vuelve a calzarse un sobrero vaquero y unas botas de cowboy, la serie seguro que ya empieza a adquirir tintes de gran expectación entre el gentío, especialmente entre esos seguidores de la excelente obra de culto de la HBO (entre los que me incluyo), o para todos aquellos interesados especialmente por las series siempre complejas y directas que suele llevar a cabo la cadena FX (entre los que también me vuelvo a incluir). Pues bien. Para confirmar todas estas cuestiones, ya os puedo decir, que la primera temporada de “Justified” me ha parecido todo un acierto en el centro de la diana del entretenimiento catódico. Adentrémonos un poco más en el mundo que Elmore Leonard ha creado para la cadena FX. Disparemos unas cuantas palabras al aire.

“Justified” no es una serie centrada en el viejo Oeste Americano pero ya lo parece desde el mismísimo minuto uno de su primer episodio. Los duelos a vida o muerte, las miradas frías e impertérritas perdonándose la vida con ellas, los diálogos épicos, contundentes y ásperos, los personajes al límite de la vida y la muerte a tan solo un disparo de distancia, y por supuesto, un tipo con un sombrero vaquero y la mano muy rápida. Este último es Raylan Givens. Un agente de la policía judicial que, por un trágico incidente ocurrido en la ciudad de Miami, es enviado de vuelta al lugar en el que se crió, un pequeño pueblo de Kentucky, donde se las tendrá que ver de nuevo con traficantes y maleantes de todo tipo, viejos amigos de la infancia con nuevas formas de ver la vida (casi todas delictivas), familiares con cuentas pendientes llenas de rencores y trampas, y hasta con una ex mujer, ya casada con otro, cuya relación amorosa aun sigue pendiendo de un hilo.

Todos estos temas son aglutinados, “remastereciclados” (¡toma ya!), y brillantemente escritos, en una primera temporada de trece episodios, cuyos capítulos, casi todos autoconclusivos, van dejando gota a gota, frase a frase, (y puñetazo a puñetazo) un aroma a clásico que tira de espaldas. Esto es debido en su mayor parte gracias a unos personajes que rezuman cinefilia clásica por los cuatro costados. También a unos guiones con sabor al mejor western posible pero anclados siempre a las mejores historias contemporáneas. Y sobre todo a unos diálogos rápidos, originales, y certeros (casi como si fueran balas), que hacen que la serie nunca pierda el nervio suficiente como para que, nosotros experimentados seriéfilos, tampoco perdamos el interés por unas tramas que muchas veces, es verdad, pecan de poca intensidad por falta de continuidad.

Y es que si algo se le puede achacar a “Justified” es que la columna vertebral de su relato muchas veces resulta poco adictiva. Esto quizá se deba principalmente a que la serie al adaptar varias historias cortas e independientes entre sí (aunque siempre muy sólidas y entretenidas), no logra acabar nunca de hilarlas todas bajo un mismo denominador común con el suficiente empaque e interés como para atrapar al telespectador de principio a fin. No digo que la trama central brille por su ausencia (que sí la hay, y es bastante chula), o que en ningún caso pierda interés alguno, sino más bien que, especialmente en su tramo final, podría haberse puesto mucha más carne en el asador de la serie, llevando a ésta a cotas mucho más asombrosas y sobre todo épicas, que acabaran por estar a la altura de algunos de los mejores finales, de muchos de los westerns, en los que se ha inspirado durante toda su temporada.

Aun así, “Justified” es una serie que gustará seguro a todos aquellos a los que les encanten los westerns contemporáneos, la novela negra, los tipos duros de gatillo fácil y carácter difícil,  las mujeres de armas tomar y personalidad indomable, los diálogos rápidos, peligrosos, y cargados de ingenio, los matones con su corazoncito y los malos de toda la vida, la América profunda y sus idiosincrasias, y el ver caer a algunos de los poderosos del mundo que creen salirse siempre con la suya. Para todos los demás, que no soportan a un tipo con pistolas y ganas de liarla como protagonista, y especialmente para los que nunca se sintieron seducidos por un actor como Timothy Olyphant, capaz de moverse y gesticular como un palo de escoba, decirles que, a pesar de todo ello, las historias nunca se salen de madre, todas ellas muy sencillas pero originales, siendo además Olyphant un actor perfecto para interpretar a ese tipo frío, rudo e inaccesible.

Sea como fuere, “Justified” merece ser vista tanto por los más entusiastas como por los más incrédulos. De lo contrario tendré que utilizar otras de mis armas (que no serán palabras) para hacerte cambiar de opinión.

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Watanabe