"Más que nunca"

La web oficial.

El argumento: Hélène, una mujer de 33 años, vive feliz en pareja. Su vida da un vuelco el día en que descubre que sufre una enfermedad rara en los pulmones. Gracias a un blog, descubre Noruega y decide seguir su instinto. A pesar de todo el amor que siente por Mathieu, su compañero de vida, atravesará toda Europa hasta llegar a Noruega, en busca de un nuevo camino.

Conviene ver: “Más que nunca” es una cinta francesa de clara vocación nórdica tanto en estilo formal como en su contenido existencial a la hora de hacerse las grandes preguntas de la vida cuando la muerte se siente cercana. En la sexta película de Emily Atef una pareja felizmente casada en Burdeos intenta sobreponerse al diagnóstico cruel de una enfermedad pulmonar incurable en un viaje a Noruega en el que su amor y el trance que padecen ejerce una extraña comunión de belleza y devastación ante el frío pesimismo que le inunda bajo el sonido del agua, los pájaros como sintonía de una impagable paz. Una propuesta que se aleja de lo obvio y que no discurre por terrenos trillados en este tipo de películas no importándole plantear temas tan pertinentes como incómodos sobre el amor, el sexo, la pérdida, la fragilidad de la vida y el sacrificio en busca de un lugar en el que a pesar de ser la última parada antes del final sea en el que de verdad uno se encuentre a sí mismo y se sienta liberado frente al fragor del día a día. 

Sutil, conmovedora y realista hablando sin tapujos de la crueldad de la muerte cuando se tiene todo un futuro por delante, de cómo condiciona las relaciones y reuniones con los demás ese trance y de la soledad a la que nos aboca con un marcado carácter poético mostrando a través de su personaje protagonista una empática amalgama de sentimientos contradictorios que van de la ira, el miedo, las dudas y la esperanza siendo igual de interesante la reacción de una pareja que no sabe que posición tomar para dar consuelo y animar. Los sonidos y el silencio son el combustible emocional de una cinta con Vicky Krieps y Gaspard Ulliel (con una gran química y destacando en su lenguaje no verbal dando dimensión a sus personajes) en unos fiordos noruegos que son el escenario que aborda el hecho de ser valiente y maduro a la hora de abordar algo tan natural como la vida (la propia muerte) respetando la voluntad del que lo sufre frente a la presión social del optimismo banal de deficiente inteligencia emocional que habla de mensajes de fortaleza y lucha a pesar de su inconsistencia y de su carácter dañino para según qué personas a la hora de transitar por esta circunstancia porque, al igual que ese noruego bloguero que aparece en la vida de la protagonista y que se erige para ella como faro en esa travesía, el sentimiento del enfermo sólo lo entiende el que de verdad lo padece. Una cinta rica, madura y reflexiva que brilla en sus matices y sensibilidad en eso tan difícil de saber irse pero también saber dejar ir buscando la introspección como bálsamo para la despedida.

Conviene saber: En la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes 2022.

La crítica le da un SIETE