"La coleccionista"
En el capítulo sexto de la serie "Dash & Lily", comedia romántica rellena de Nueva York, puedes ver el museo J.P. Morgan. Es la última vez en que su biblioteca ha servido a los localizadores de escenarios que buscan una biblioteca muy especial. Es probable que no sepan hasta donde fue especial la mujer que se encargó de ella.
Título: "La coleccionista"
Autor: Marie Benedict y Victoria Christopher Murray
Editorial: Planeta
Tras búsqueda en la Red sobre el mayor ejemplo conservado de opulencia bibliófila y coleccionismo desatado, la Biblioteca Morgan de Nueva York, no es fácil dar con la persona que puso todo lo necesario para construirla.... excepto el dinero. Del hombre más rico del mundo que la comenzó, el banquero J.P. Morgan, si encontraréis datos. En los videos que te llevan virtualmente al interior de la biblioteca tampoco se menciona a Belle.
Hay muchas mujeres "enterradas" en la memoria de la historia, pero Belle da Costa Greene es un ejemplo extremo, por tratarse, no ya de la mujer, sino de la persona más influyente en el mercado del arte durante cerca de tres décadas. Por si fuera poco un poder semejante, lo hizo además ocultando un secreto que la habría destruido en un instante a los ojos de los que la rodearon.
Entre las peculiaridades de "La coleccionista", está haber sido escrita por cuatro manos, las de las dos escritoras que se enfrentan a un reto muy atractivo, como dejan claro en una nota conjunta: "También nos enfrentamos con un desafío. El gran esfuerzo, muy intencionado, que Belle puso en destruir sus cartas, dejó atrás solo su correspondencia de trabajo y sus cartas a Bernard (que prometió destruir, pero no lo hizo) (...) Evidentemente, Belle no quería que se descubriera su verdadera identidad (...), y su legítima preocupación de que su ascendencia saliera a la luz y sus logros en la Biblioteca Pierpont Morgan se aniquilaran".
La Morgan es un impacto, desde el mismo conjunto de cuatro edificios de diferentes estilos que tienen su corazón en la rotonda de Pierpont, puertas de bronce, construida en mármol con un ápside lleno de figuras mitológicas, inspirado en el que hizo Raphael en la Villa Madama de Roma.
En 1906 Morgan tiene casi a punto un palacio al estilo renacentista italiano, no muy lejos de su trabajo en Wall Street, pero lo suficientemente apartado para evitar interrupciones. Necesitará a alguien que se encargue de su colección, en especial de libros. Lo más razonable sería un erudito dispuesto a entregar la "vida" a ordenar, catalogar, valorar y adquirir objetos que añadir a las decenas de miles de ellos que ya ocupan espacio en diversos países de Europa. El 40% irá al Met, gran parte en exposición permanente (su procedencia nadie la sabe con certeza). Pero la persona elegida para hacerse cargo e incorporar "tesoros" resultará ser una jovencita muy peculiar.
Será la cosechadora y guardiana de tres biblias Gutenberg, manuscritos de Leonardo da Vinci, Mozart, Charles Dickens, Honoré de Balzac, dibujos de Durero, la mayor colección de grabados de Rembrandt, cartas ilustradas de Van Gogh, incunables, decenas de tablillas con escritura cuneiforme, un centenar de antigüedades de Roma, Grecia y Egipto; ediciones extrañas, estatuas, cuadros de gran valor y hasta correspondencia de Lincoln o Washington, entre la de muchos otros escritores y personajes históricos.
El estudio privado de J.P. Morgan es una sinfonía de rojos y es donde se sitúa una de las secuencias esenciales de "La coleccionista", que se extracta en el podcast.
Biblioteca sonora con la colaboración de Beatriz Fernández, Guillermo Orduna, Macu de la Cruz y Máximo Pradera
Carlos López-Tapia