In Memoriam: Jane Birkin, sensualidad a la europea

Querido primo Teo:

A la edad de 76 años ha fallecido la actriz y cantante Jane Birkin que puso rostro y voz a la revolución sexual de los años 60 gracias a su presencia que era al mismo tiempo inocente y pícara. Casada con John Barry, que le posibilitó iniciar su carrera como actriz, fue a raíz de su relación con el francés Serge Gainsbourg cuando se convirtió en un icono de la sexualidad, también de la moda, y en una estrella de la canción, pese a que nunca dejó atrás su faceta interpretativa. Madre de la actriz y cantante Charlotte Gainsbourg, quien le dedicó el documental “Jane por Charlotte” (disponible en Filmin), en el 2021 sufrió un ictus que le apartó de la actividad pública y del que se había recuperado, recientemente sus problemas de salud le obligaron a cancelar varios conciertos programados.

Nacida en Londres el 14 de Diciembre de 1946, fruto de la relación entre la afamada actriz Judy Campbell y el comandante David Birkin que actuó como espía durante la Segunda Guerra Mundial. Vivió en un ambiente privilegiado, asistiendo a los mejores colegios y a la edad de 17 años comienza a coquetear con el mundo de la música, introduciéndose en la escena hedonista del pop londinense. Es en ese momento cuando conoce al compositor John Barry con quien se casa a los 19 años. Debutó como cantante y actriz haciendo pequeños papeles en el cine, destacando especialmente su trabajo en la premiada “Blow up” (1966) de Michelangelo Antonioni que provocó un enorme escándalo en su círculo debido a que aparece desnuda. 

Su matrimonio con John Barry duró hasta el año 1968 y con él tuvo a su primera hija, Kate, fallecida en 2013 tras precipitarse desde la ventana de su apartamento. La razón de su separación la encontramos en un tipo feo, descarado y con un enorme magnetismo llamado Serge Gainsbourg. A él le conoció en 1967 cuando ella se trasladó a Francia para protagonizar la película “Slogan” (1969) de Pierre Grimblat, en la que él también intervenía y con quien cantó La chanson de Slogan. La química entre los dos era tan apabullante que se convirtieron en un tándem artístico y también sentimental. 

Jane Birkin y Serge Gainsbourg se convirtieron en la pareja más famosa de la escena parisina. La cúspide de su celebridad llegó en el año 1969 cuando publican la canción Je t’aime… moi non plus. Había sido compuesta por Gainsbourg e interpretada a dúo con quien fuera su amante, la actriz Brigitte Bardot, y que se publicó de manera muy discreta un año antes, Bardot le pidió que la retirara de la circulación porque se sentía abochornada. Ese mismo año Jane Birkin estuvo en "La piscina" (1969) junto a Alain Delon y Gainsbourg, dentro de esa volcánica relación, no duó en comprar un arma para intimidad al guaperas francés.

El tema ya popularizado junto a Birkin supuso un enorme escándalo debido a que no esconde su carga sexual. Su unión a Gainsbourg convirtió a Jane Birkin en una estrella de la canción, su pareja, con quien tuvo a su hija Charlotte, supo sacar de ella lo mejor a su voz siempre a punto de quebrarse llegando a su punto creativo más álgido con el disco narrativo "Histoire de Melody Nelson" en 1971. La relación saltó por los aires en 1980 debido al temperamento e infidelidades de él pero a nivel profesional nunca llegaron a separarse hasta la muerte de él en 1991. 

Su carrera musical permaneció en el primer plano pero la Birkin no dejó el cine a un lado. Durante la década de los 70 siguió siendo una presencia cinematográfica sugerente en películas como “Si Don Juan fuese mujer” (1973) de Roger Vadim, “El trepa” (1974) de Michel Deville e incluso apareció en la coral “Muerte en el Nilo” (1978) de John Guillermin y en la española "La miel" (1979) de Pedro Masó. En los 80 protagonizó “La pirata” (1984) de Jacques Doillon por la que fue nominada al Cesar y “Dust” (1985) que resultó premiada en el Festival de Venecia.

Con la madurez Jane Birkin se convirtió en una presencia que daba lustre a una película, yendo más allá del aprovechamiento del estatus que llegó a tener en su mayor etapa de éxito. Trabajó a las órdenes de Jacques Rivette, Jean-Luc Godard, Alain Resnais, Agnès Varda, Bertrand Tavernier, James Ivory, Hong Sang-soo e incluso dirigió la película “Boxes” (2007).

La Jane Birkin en su plenitud interpretativa, dejando atrás una década de caos, alcohol y fiestas, fue posible gracias a la tranquilidad que le dio su unión con el director Jaques Doillon, padre de su hija Lou, que supo ver más allá de su magnetismo sexual y ahondó en su vulnerabilidad. Uno de sus trabajos más recordados, en los que la actriz y la mujer se daban la mano, se lo regaló Agnès Varda en "Jane B. par Agnès V." (1988). La Academia de cine francés la nominó en tres ocasiones al César como mejor actriz principal por “La pirata” en 1985, “La femme de ma vie” en 1987 y como actriz de reparto por “La bella mentirosa” en 1992.

Rechazó la Legión de Honor de Francia pero sí que fue condecorada como Dama de la Orden del Imperio Británico en el año 2001. Nunca ocultó sus arrugas y el paso del tiempo con unos ojos azules cada vez más pequeños pero con una presencia siempre magnética como demostró en algunos trabajos como "El último verano" (2011) de Jacques Rivette o en una de sus últimas apariciones públicas cuando presentó en el Festival de Cannes 2021 el mencionado documental protagonizado junto a su hija en un ejercicio de nostalgia, exhibicionismo y redención.

Tras años marcados por problemas de salud y episodios trágicos (una pericarditis, el suicidio de su hija o una leucemia) la muerte le ha llegado sola en su casa de París.

Mary Carmen Rodríguez