"Sparta"

La web oficial.

El argumento: Ewald se mudó en su día a Rumanía. Años después y entrado ya en los 40, busca comenzar de nuevo. Deja a su novia y se muda al interior. Con la ayuda de jóvenes de la zona, transforma una escuela en ruinas en una fortaleza. Los niños disfrutan de una existencia nueva y sin preocupaciones. Pero la llama de la desconfianza no tardará en surgir entre los habitantes. Y a Ewald no le quedará otra opción que enfrentarse a una verdad que ha mantenido oculta durante mucho tiempo.

Conviene ver: “Sparta” es uno de los trabajos más polémicos de un director ya acostumbrado a incomodar como es el caso del austriaco Ulrich Seidl que conforma con este título y "Rimini" un singular díptico. En ella nos presenta a un hombre enigmático que lo deja todo para construir una especie de ecosistema marcial como academia de judo de gladiadores junto a una serie de jóvenes en las ruinas de una escuela en las zonas más profundas de Rumanía. Un lugar en el que no sólo emergerá una personalidad obsesiva abusiva y violenta sino también una tendencia pederasta que se intuye en una cinta que ha estado manchada por las acusaciones llevadas a cabo por los padres de los niños participantes en la película que no eran conscientes de la temática de la cinta y acusando al director de explotación de menores ante la crudeza de algunas de las escenas lo que llevó a que el Festival de Toronto decidiera retirarla de su programación lo cual sirvió para que el director dijera ser víctima de la cultura de la cancelación. En todo caso “Sparta” termina golpeando más por lo que se intuye que lo que muestra al ver a un hombre condicionado por sus circunstancias que le hará ser siempre un parásito social teniendo que enfrentarse a su propio deseo siempre con cuidado de no cruzar la línea ante el marchito paisaje de la Transilvania rural más austera, feista y descarnada. Aun así un hombre que crea su particular paraíso (buen trabajo de Georg Friedrich) en el que juegan, luchan y corren chicos desarrapados y semidesnudos a los que él hace fotos pero en el que también les da un hogar y un lugar de pertenencia frente al, por otro lado, maltrato y abandono de sus progenitores. Un lugar en ruinas como símbolo de los desfavorecidos, marcados por sus circunstancias, encontrado algo de paz aunque la oscuridad de la perversión humana y el acecho de la tentación sobrevuele en todo momento lo que lleva a la película ser un film perturbador que deja descolocado al espectador ante el lugar aterrador y desolador al que nos lleva y que nos hace preguntarnos qué mal está una sociedad cuando es un potencial pederasta el que da algo de luz a la vida de esos chicos a los que sus padres vejan y desprecian. Un planteamiento al que sólo se ha atrevido Ulrich Seidl y que por ello nos deja noqueados y sin respuesta.

Conviene saber: En la sección oficial del Festival de San Sebastián 2022.

La crítica le da un CINCO