Conexión Oscar 2023: Los duelos que mantienen la emoción y la incógnita

Querido Teo:

Todo parece ya visto para sentencia y más cuando apostar en contra de "Todo a la vez en todas partes" se antoja tan ilusorio habiendo creado una inercia tan imparable como, a todas luces, inexplicable sustentada especialmente en un Estados Unidos que la ha aupado como fenómeno social, algo cada vez más difícil de conseguir. Es verdad que fuera de allí se nos escapa un poco la unanimidad a su favor y por eso queda ver si el próximo domingo es un triunfo más equilibrado que avasallador teniendo en cuenta un voto internacional que puede dispersar el sentido de la elección. No obstante estamos ante una de las ediciones más abiertas en año en un gran número de categorías y por ello esta fase final de la carrera bien vale la pena para ver como se dirimen finalmente estos duelos que serán los que terminarán definiendo el resultado de estos Oscar 2023.

“Todo a la vez en todas partes” frente al voto preferencial y los votantes internacionales

“Todo a la vez en todas partes” frente al capricho del sistema de voto preferencial y los gustos de una comunidad internacional (especialmente europea) que puede preferir otras apuesta alejada de un fenómeno que ha convencido especialmente en USA y del que no hay que olvidar que sí que tendrá también el apoyo asiático (y étnico) por razones evidentes. “Todo a la vez en todas partes” tiene como principal ventaja no sólo la estadística (la cuarta película de la historia en arramblar con los Gremios de productores, directores, actores y guionistas) sino el hecho de que ninguna de sus rivales de nominación haya logrado emerger.

Sólo “Sin novedad en el frente” (que no deja de ser una producción alemana y de Netflix que ha llegado a última hora a esta carrera) ha mostrado algo de oposición como se demostró en los Bafta pero ni “Los Fabelman”, “Almas en pena de Inisherin” o “Top Gun: Maverick” han logrado agarrarse a algún dato que permita confiar en ellas a la hora de desnivelar la carrera a su favor. Cualquier película que no sea la de los Daniels será vista como una sorpresa y sería también la clara constatación de que nunca se puede dar nada por sentado cuando es un sistema que no aúpa a la película que tiene más votos sino a aquella que ha tenido mejores puestos en las papeletas preferenciales.

La modernidad de los Daniels frente al clasicismo de Steven Spielberg

Cuando empezó esta carrera al Oscar todo parecía encaminado para rendirse en señal de reverencia a Steven Spielberg por haber afrontado su proyecto más personal, el de toda una vida mirando atrás a su propia fascinación por la pantalla y la pulsión creadora de imágenes que le convirtió en cineasta a partir de sus propias vivencias familiares y la relación que mantuvieron sus padres. A ello se sumaba el estrenarse en el Festival de Toronto (estrategia seguida por primera vez por el director) consiguiendo el Premio del Público que le auguraba un buen camino hacia el Oscar. Finalmente, salvo los muy evidentes Globos de Oro, no ha habido apasionamiento en favor de “Los Fabelman” a pesar de que nadie puede negar (aunque sea desde un estilo clasicista ya no del gusto mayoritario de los tiempos actuales) que Spielberg rueda como sólo lo hacen los maestros.

Lo que no contaba era que el auge de los Daniels con su segunda película iba a ser tal que iba a provocar que terminaran desbancando al rey Midas (ya no tanto) de Hollywood. Aun así creemos que este premio (para el que los Daniels son claros favoritos) representan las dos tendencias que conviven en una Academia en la que todavía un estilo más formal y convencional se puede resistir a abrazar decididamente direcciones tan arriesgadas y desinhibidas como la de la película de A24 aunque, creemos, que conforme van pasando los años deja de ser el mayoritario. ¿Quién lo iba a decir de los directores que en su anterior película tenían como protagonista a un cadáver que emitía ventosidades?

Austin Butler ("Elvis") apoyado en un icono y Brendan Fraser ("La ballena (The whale)") respaldado por la narrativa del regreso tras la caída

Es una de las carreras de mejor actor más emocionantes que se recuerdan a pesar de que lo que parecía una lucha de tres ha terminado siendo un duelo al descolgarse un Colin Farrell que, a pesar de ganar el mayor número de premios de la crítica, sólo tiene el Globo de Oro como actor de comedia o musical como premio más lucido (y sin competir directamente con sus rivales al Oscar). El Globo de Oro y el Bafta para Austin Butler y el Critics’Choice y el Gremio de Actores (SAG) para Brendan Fraser deja las quinielas en tablas de cara a cómo se pueda dirimir una categoría en la que ambos tienen narrativas a favor.

Austin Butler se convertiría en el quinto actor más joven en ganar este Oscar a sus 31 años y sólo por detrás de Adrien Brody (“El pianista”), Richard Dreyfuss (“La chica del adiós”), Marlon Brando (“La ley del silencio”) y Maximiliam Schell (“¿Vencedores o vencidos?”) gracias a su encarnación de Elvis Presley, uno de los mayores iconos de la cultura popular en un biopic musical que siempre es un género predilecto a la hora de dar estatuillas a sus intérpretes. Sería la oportunidad, además, de redondear el recorrido de una película que ha aunado a crítica, público e industria a pesar de ese estilo de dirección tan personal y divisible de Baz Luhrmann. Por su parte la transformación física de Brendan Fraser y su “comeback” en la industria (además de sus emotivos discursos tras años de ostracismo) es también una gran opción a pesar de que el último actor que ganó el Oscar sin tener a su película nominada fue Jeff Bridges por “Corazón rebelde” en 2010.

Una excelsa Cate Blanchett (“TÁR”) frente a la oportunidad de una vida de Michelle Yeoh (“Todo a la vez en todas partes”)

Una de las mejores actrices de los últimos años frente a una intérprete que por fin ha encontrado su oportunidad de visibilidad tras trabajar 40 años en la industria. Cate Blanchett aspira a su tercer Oscar gracias a su excelso trabajo como una directora de orquesta manipuladora y obsesiva en “TÁR”, el regreso al cine de Todd Field 16 años después, mientras que Michelle Yeoh es el mascarón de proa (y de memes) del gran fenómeno de la temporada. Lo que parecía que iba a ser un paseo en barca para la actriz australiana se ha convertido en un duelo mucho más igualado tras haber ganado Michelle Yeoh el Gremio de Actores (SAG) y el Independent Spirit Award (además del Globo de Oro de actriz de comedia o musical).

Las dos se enfrentan a una opción que hasta ahora no había hecho acto de presencia en ninguna gran cita. ¿Cómo afectará la nominación de Andrea Riseborough tras la campaña llevada a cabo por actrices como Kate Winslet o Jane Fonda que la terminaron llevando hacia el Oscar? ¿Será una tercera vía la que emerja frente a las dos favoritas o el hecho de no haberse movido por los cauces oficiales a la hora de hacer campaña le restará toda posibilidad? En todo caso el duelo entre Cate Blanchett y Michelle Yeoh llega apretadísimo (con polémica promocional en redes incluida que ha teñido de morbo el duelo) y todo puede pasar dándonos la impresión de que la segunda ha ido recortando la distancia que parecía tener frente a la primera. Sus discursos y el hecho de querer el Oscar tanto como merecerlo le ha puesto en su momento álgido para poder llevarse la estatuilla frente a una Cate Blanchett que sería uno de esos nombres que entrarían en la leyenda con un tercer Oscar que, por otro lado, nadie podría discutir.

El corazón de Kerry Condon (“Almas en pena de Inisherin”) frente a la carrera Jamie Lee Curtis (“Todo a la vez en todas partes”)

No puede haber más desconcierto en esta categoría. Angela Bassett parece haber alcanzado su techo y perdido el “momentum” conseguido en los Globos de Oro y en los Critics’Choice en favor de Kerry Condon (Bafta) y Jamie Lee Curtis (Gremio de Actores). La pleitesía para la hija de Tony Curtis y Janet Leigh en el SAG fue muy llamativa y demuestra que se ha hecho para sí con la narrativa de figura icónica a la que hay ganas de ver con un Oscar arrebatándole esa posibilidad a una Angela Bassett que en una categoría tan igualada va a terminar sufriendo el hecho de estar en una película de Marvel.

Kerry Condon es una opción de consenso frente a una Jamie Lee Curtis que, en caso de ganar, certificaría el arrase de “Todo a la vez en todas partes” para la gran noche. “Almas en pena de Inisherin” es una película que no merece irse de vacío y que, salvo en la recta final, ha demostrado su fortaleza y presencia. El personaje de Condon termina siendo el corazón de la película en uno de los repartos del año y sólo ser una desconocida en la industria juega en su contra.

El guión original de “Almas en pena de Inisherin” frente al de “Todo a la vez en todas partes”

Martin McDonagh parecía que iba a poder resarcirse de su derrota hace cinco años en el apartado de guión original frente a “Déjame salir” a pesar de que “Tres anuncios en las afueras” fuera uno los trabajos más alabados del año desde que ganara en Venecia. Curiosamente el guión de “Almas en pena de Inisherin” también ganó en el certamen del lido y, a pesar de ganar el mayor número de premios de la temporada, así como el Globo de Oro y el Bafta, McDonagh vuelve a encontrar en otra película convertida en fenómeno social su talón de Aquiles.

Es verdad que las categorías de guión suelen reforzar el triunfo de las ganadoras del Oscar a la mejor película pero, en ocasiones, también sirve de premio de consuelo para una cinta descolgada de la lucha del máximo galardón. Es lo que podría ocurrir con ese retrato amargo de la soledad, la amistad y de un microcosmos a las puertas de una Guerra Civil frente al alarde de unos Daniels que, siendo ya favoritos en mejor dirección, podrían ver este premio recaer en manos de Martin McDonagh salvo que la Academia contribuya al arrase de la película de A24.

La música de “Babylon” frente a la de “Sin novedad en el frente”

El hecho de que haya pocos premios previos a los Oscar en los que se reconozca el apartado musical siempre llena de incertidumbre este apartado. Justin Hurwitz se había posicionado como el teórico favorito por su nueva colaboración con Damien Chazelle lo que supondría el tercer Oscar de su carrera tras los dos conseguidos por “La la land” en 2017 y su escandalosa omisión por “First man” en 2019. Un trabajo vistoso y efervescente, rico y melodioso, que encaja como un guante en esa bacanal que fue el Hollywood lleno de altibajos y excesos de los primeros años 20.

Los Bafta fueron los primeros en poner en órbita a Volker Bertelmann por “Sin novedad en el frente”, lo que supone una composición inmersiva y en la que los acordes resuenan en la cabeza como si detrás estuviera Hans Zimmer. Un trabajo que puede sonar reiterativo pero que nos lleva a ese camino sin retorno que es la guerra y que en una Academia que ha demostrado estar abierta a nuevos nombres en este apartado podría terminar dando el Oscar a la alemana.

La fotografía de "Sin novedad en el frente" frente a la de "Elvis"

Su ausencia en el Gremio de Directores de Fotografía (ASC) no sería el mejor augurio pero teniendo en cuenta que a la cinta alemana le ha ido mejor en los Bafta y en los Oscar que en el resto de galardones (donde da la impresión de que su fuerza no ha llegado a tiempo para ser reflejada allí) podríamos estar ante el trabajo favorito por el empaque que logra llenar la poesía del horror y saber reflejar el frío, el barro, la sangre y la desesperación a través de sus imágenes. James Friend ya ganó el Bafta y es uno de los premios técnicos que pueden recaer más fácilmente en la película bélica de Netflix.

Frente a ella una cita con la Historia. La de Mandy Walker que, tras el aval del Gremio, podría ser (en el tercer intento) la primera mujer en ganar el Oscar a la mejor dirección de fotografía tras las nominaciones conseguidas por Rachel Morrison ("Mudbound") y Ari Wegner ("El poder del perro"). No sabemos si la Academia estará dispuesta a abrazar esa alternativa teniendo en cuenta que no es lo más alabado de la cinta de Baz Luhrmann y que, en caso de ganar aquí también, estaríamos hablando de que "Elvis" podría ser la verdadera ganadora moral de la noche teniendo en cuenta que ya hay apartados (actor, diseño de producción, maquillaje y peluquería) en los que parte con más opciones.

El montaje de "Todo a la vez en todas partes" frente al de "Top Gun: Maverick"

La categoría de montaje siempre es una de las más simbólicas a la hora de encumbrar ganadores y llama la atención la ausencia en la misma de "Los Fabelman" y "Sin novedad en el frente". Paul Rogers es el favorito, no sólo por esa sucesión de situaciones casi circenses que ocurren en "Todo a la vez en todas partes", sino por el hecho de que incluso en los Bafta (donde la película de los Daniels no fue respaldada) fue la única categoría en la que la cinta pudo llevarse el galardón.

Frente a ello "Top Gun: Maverick", uno de los fenómenos del año que ha llegado algo alicaído en la recta final de la carrera tras ser la cinta que para muchos salvó la industria en salas. Uno de los apartados en los que más opciones tiene la cinta protagonizada por Joseph Kosinski (junto a sonido) y que podrían restar fuerza a la presumible victoria de "Todo a la vez en todas partes".

“Sin novedad en el frente” frente a “Argentina, 1985” en película internacional

El Globo de Oro ganado por “Argentina, 1985” colocó a la cinta de Santiago Mitre como alternativa en la categoría de mejor película internacional en la que poco a poco fueron cayendo favoritas como “Decision to leave” (que no llegó a la nominación) o “Close” que ha visto como su sutil sensibilidad ha quedado relegada a ser invitada de piedra. La mezcla de géneros, la denuncia, la emoción y la contundencia de su mensaje han puesto a Argentina ante la oportunidad (una vez más) de tener que triunfar a la heroica como ocurrió cuando “El secreto de sus ojos” derrotó en 2010 a “Un profeta” y “La cinta blanca”.

No obstante la categoría se antoja cerrada no sólo porque en los últimos años siempre haya ganado la favorita sino por el hecho de que nunca una película que ha estado nominada en película y en película internacional ha perdido este segundo apartado. Es verdad que la alemana “La vida de los otros” fue capaz de ganar a la mexicana “El laberinto del fauno” o que la bosnia “En tierra de nadie” ganó a la francesa “Amélie” pero son casos excepcionales y está claro que “Sin novedad en el frente” ha gustado demasiado y a todos los niveles (incluso plantándose como única alternativa al triunfo de “Todo a la vez en todas partes”) como para pensar que puede saltar la sorpresa.

Nacho Gonzalo