"Fuego"

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El argumento: Cuando se conocieron, Sara vivía con François, el mejor amigo de Jean. Ahora, Jean y Sara se quieren y viven juntos hace 10 años. Un día, Sara ve a François por la calle. Él no se da cuenta, pero a ella le invade la sensación de que su vida podría cambiar repentinamente. Al mismo tiempo, François retoma el contacto con Jean por primera vez en años y le propone volver a trabajar juntos. A partir de aquí, todos perderán el control.

Conviene ver: “Fuego” es un melodrama compuesto por un triángulo de insatisfechos burgueses que siguen preguntándose a golpe de pasión desmedida si la vida (y pareja) que ahora tienen es lo que realmente quieren para su vida. Una mujer con una pareja estable que se reencuentra con un antiguo amor, casualmente el que era el mejor amigo de su actual novio, y comienza a plantearse si hizo bien al cambiar de vida. En realidad, las tres partes de este triángulo se plantean lo mismo. Denis regala un melodrama nada sutil y muy marcado por la sensualidad y el abuso de la alta tecnología que no deja de ser un vehículo para transmitir las emociones de sus protagonistas. Juliette Binoche vuelve a demostrar que nadie puede llorar como ella y la intérprete está muy bien, a pesar de un personaje errático y nada empático, acompañada por Vincent Lindon y por Grégoire Colin pero pierde por lo folletinesco y por el hecho de llevar la historia demasiado al límite de la credibilidad y de la sobreactuación al borde de un ataque de nervios. Lo mejor es esa atmósfera intrigante llena de medias verdades conformando una madeja que termina asfixiando a los personajes que, dentro de su madurez de fachada, siguen siendo un mar de dudas lo que les da matices y el hecho de que se muestre bien como, frente a la inercia de la rutina, en verdad la cabeza, el corazón y la piel pueden querer cosas diferentes. El ambiente lúgubre rodea esa vieja llama que se resiste a apagarse desenvolviéndose en una cadencia melancólica, entre discusión y discusión, por el hecho de estar ante gente con matices, con sus ambigüedades y claroscuros, que siente, padece y no es feliz por el mero hecho de que tengan que serlo en teoría, y que aunque se decida parece condenada a navegar eternamente en la insatisfacción incluso cuando el borrado de los contactos de un móvil sea la causalidad nada sutil para empezar una nueva vida soltando unas amarras del pasado que, en realidad, siguen en la mochila por mucho que se quieran dejar atrás.

Conviene saber: Mejor dirección en el Festival de Berlín 2022 y vista en el Festival de San Sebastián 2022.

La crítica le da un CINCO