In Memoriam: Wolfgang Petersen, oficio germánico

Querido primo Teo:

El cineasta Wolfgang Petersen ha fallecido a la edad de 81 años víctima de un cáncer de páncreas. Fue coetáneo de los directores pertenecientes al llamado "nuevo cine alemán" pero su cine, que era mucho más evasivo, nada tenía que ver con la influencia recibida de la Nouvelle Vague francesa. Tal vez por eso encontró un lugar en Hollywood que le abrió las puertas tras el enorme éxito cosechado con “El submarino (Das boot)” (1981) por la que Petersen logró la proeza de ser candidato al Oscar en los apartados de mejor dirección y mejor guión adaptado, además de recibir una palmadita en la espalda por parte del Gremio de Directores (DGA). También es el responsable de “La historia interminable” (1984), “Enemigo mío” (1985) y “La noche de los cristales rotos” (1991).

Supo codearse con las estrellas y demostró su oficio dirigiendo a Clint Eastwood en “En la línea de fuego” (1993), Harrison Ford en “Air Force One (El avión del presidente)” (1995), Dustin Hoffman en la pandémica "Estallido" (1997), George Clooney en “La tormenta perfecta” (2000) y nos mostró que las piernas de Brad Pitt son acero para los barcos en “Troya” (2004).

Nacido en Emden (Alemania) el 14 de marzo de 1941. Con 21 años se inició en la dirección situándose al frente de producciones teatrales en Hamburgo. Tras completar sus estudios y especializarse en Cine y Televisión en Berlín comenzó a hacer trabajos para la pequeña pantalla obteniendo trabajo como director regular en la afamada serie antológica “En el lugar del crimen”, de hecho fue el responsable del episodio que supuso un punto de inflexión en la televisión alemana ya que en la primavera de 1977 cosechó unos índices de audiencia que hoy serían inconcebibles y además lanzó al estrellato a Nastassja Kinski. 

Debutó en el cine con la película “Einer von uns beiden” (1974) por la que fue premiado por la Academia de cine alemán como el mejor nuevo director. Tuvieron estreno cinematográfico, pese a estar concebidas para televisión, “La consecuencia” (1977) y “El jugador de ajedrez” (1978).

El gran salto internacional lo dio con “El submarino (Das boot)” (1981) en donde tomó como referencia una obra de Lothar-Günther Buchheim y narró las vivencias de una tripulación submarina alemana involucrada en la Batalla del Atlántico durante la Segunda Guerra Mundial. La película, que fue una producción costosa para lo que era el cine alemán de hace cuatro décadas (32 millones de marcos), no fue un éxito financiero inmediato cuando se estrenó en Alemania pero se vendió muy bien fuera del país y cuando llegó a los Estados Unidos tuvo dos versiones, una de ellas doblada al inglés, que le hizo llegar a un público mayoritario. El éxito le llevó también a estrenar una versión televisiva en 1985 compuesta por tres capítulos y cinco horas de metraje.

“El submarino” consiguió 6 candidaturas al Oscar, no estuvo como película extranjera, pero sí en los apartados de dirección, guión adaptado y montaje. Petersen demostró que era resolutivo con proyectos tan desafiantes como “El submarino (Das boot)”, justo lo que necesitaba Hollywood.

Su primer título en inglés fue “La historia interminable” (1984), la ambiciosa adaptación del clásico de Michael Ende y que se ha convertido en un título referencial para la generación de niños que crecieron durante la década de los 80. Funcionó considerablemente bien siendo muy popular tanto en Estados Unidos como en Europa, cosa que no sucedió con “Enemigo mío” (1985), su verdadero debut en Hollywood, y cuyo fracaso (el mayor de su carrera) le apartó seis años del trabajo, su regreso fue el thriller “La noche de los cristales rotos” (1991) que, sin ser un éxito, funcionó algo mejor.

El Wolfgang Petersen que Hollywood estaba deseando ver llegó con “En la línea de fuego” (1991), aunque para la desgracia del director la industria le veía como un artesano al servicio del poder de las estrellas no como un autor. La película protagonizada por Clint Eastwood en donde un agente del servicio secreto, traumatizado por no haber podido salvar a Kennedy, trata de enmendar el error del pasado protegiendo la vida del presidente a su cuidado. La cinta funcionó de fábula y le proporcionó a John Malkovich una candidatura al Oscar al mejor actor de reparto por su interpretación de un psicópata que quiere atentar contra el líder del mundo libre. 

Durante la década de los 90 y buena parte de los primeros 2000, Petersen se especializó en las grandes producciones con cierta entidad, enfocadas a un público adulto y reclutando a lo mejor de Hollywood. Así llegaron las exitosas “Estallido” (1995), “Air Force One (El avión del presidente)” (1997), “La tormenta perfecta” (2000) y “Troya” (2004) en la que no dudó en adentrarse en la Grecia clásica a rebufo del éxito de "Gladiator" (2000) y confirmando su maestría en el cine evasivo.

Su último trabajo en Hollywood fue “Poseidón” (2006), nueva versión del clásico de desastres “La aventura del Poseidón” (1972) y que no funcionó bien. Entre sus proyectos no realizados se encontraron la adaptación de “El juego de Ender”, una versión en imagen real de “Paprika”, la intención de juntar a Batman y Superman con Colin Farrell y Jude Law, e incluso la primera cinta de la saga de Harry Potter. Su último trabajo como director lo realizó en Alemania, en su regreso a su país desde la época de "El submarino (Das boot)", con la comedia de atracos “Cuatro contra el banco” (2016).

Le sobrevive su segunda esposa, Maria Antoinette Borgel a quien se unió en 1978, su primera mujer fue la actriz alemana Ursula Sieg, de 1970 a 1978, habiendo fallecido en su residencia de California.

Mary Carmen Rodríguez