Hollywood canalla: "Fatty" Arbuckle, la primera víctima de la corrección política de Hollywood

Hollywood canalla: "Fatty" Arbuckle, la primera víctima de la corrección política de Hollywood

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Querido primo Teo:

“En 2028 estaremos hartos de esta ola de lo políticamente correcto y habrá una buena resaca”. Así se despachaba a gusto Quentin Tarantino en una entrevista al italiano Corriere della Sera concedida en el otoño de 2021. El cineasta, uno de los pocos que han alcanzado el estatus de icono pop, ganador de una Palma de Oro por “Pulp fiction” (1994) y de 2 Oscar por los guiones de la mencionada cinta y “Django desencadenado” (2012), jamás se ha caracterizado por su mesura con el uso de la violencia ni por su actitud acomplejada. Le importa más bien poco que se le cuestione por ello y probablemente se rió muchísimo con los artículos e hilos de Twitter dedicados a denunciar la violencia contra las mujeres jóvenes del final de “Érase una vez en... Hollywood” (2019). Pero que él parezca estar por encima de los ofendidos no significa que no sea crítico con un movimiento populista, defensor de los derechos identitarios, que nos ha llevado a la actual cultura de la cancelación para imponer lo que es políticamente correcto.

Vivimos tiempos convulsos debido a que estamos pagando las consecuencias de una crisis económica que se originó antes del 2008 y que no solamente no se ha superado sino que se ha agravado desde el 2020, cuando el mundo se paralizó debido a la pandemia, y que ha ido a peor en este 2022 por culpa de la invasión rusa a Ucrania. De la grave recesión económica se deriva una crisis humanitaria y social y dicha vulnerabilidad ha sido un caldo de cultivo para los movimientos populistas de los dos extremos que convergen en la denuncia de que el sistema no funciona y se autoproclaman como los solucionadores. La batalla entre los dos bandos nos ha llevado a un terreno tremendamente hostil y a la instauración de una dictadura de lo políticamente correcto para luchar contra todo aquello que atente contra los derechos identitarios.

La izquierda “woke”, los autoproclamados justicieros sociales que defienden la ecología, las identidades raciales y de género, han ganado la batalla mediática, se han hecho con el control de las universidades, las redes sociales, los medios de comunicación y las grandes corporaciones, que utilizan el dinero de sus socios para promover sus bondades a través de los departamentos de Responsabilidad Social mediante campañas publicitarias como la protagonizada por una intensísima Viola Davis que en nombre de una compañía de cosméticos anuncia sus productos desde la vergüenza disfrazada de empoderamiento. Actualmente no hay mayor representación del sistema que proclamarse víctima de él. 

Las redes sociales están llenas de catequistas que promueven las buenas virtudes y los medios de comunicación de inquisidores que señalan a los que no se ajustan a los mandamientos de la justicia social de este siglo XXI. Se han vuelto revisionistas, quieren cambiar la Historia, o mejor dicho borrarla, y se han empeñado en cancelar a los díscolos. Con una mera sospecha no solamente se persigue al racista, al violento con las mujeres, a quien no tolera la diversidad sexual y de género, a quien comulga con la extrema derecha sino a quienes muestran su apoyo a los cancelados. J.K. Rowling ha pasado de ser la escritora más vendida del último cuarto de siglo gracias a “Harry Potter” a ser repudiada por los artífices de su traslación cinematográfica, de hecho en el homenaje por el 20º aniversario era la verdadera Lord Voldemort la que no se debía mencionar, y todo por el mero hecho de darle “me gusta” a un comentario transfobo.

Lo mismo está sucediendo con quienes han mostrado su apoyo a Johnny Depp, no solamente desde que fuera acusado de maltratar a su ex mujer Amber Heard sino ahora que ha vencido la batalla judicial por difamación. También sucede algo similar con Chris Pratt a quien se ha marcado como simpatizante de la ultraderecha más Trumpista porque no se ha pronunciado en contra. Lo realmente curioso es que los catequistas de hoy, los que nos están llevando a una sociedad hipersensible e infantilizada, son los defensores del progreso, no hay grandes diferencias entre una legionaria de la decencia de hace un siglo con los que ven señales fascistas hasta en los fundidos a negro de una película, y quienes enarbolan la bandera de las libertades individuales son los herederos de los represores de la moral y el orden establecido. A ninguno de los bandos les importa realmente el ciudadano ni los problemas del mundo real. 

Los inicios de Hollywood coincidieron con una sociedad conservadora, con un marcado fervor religioso y heredera de la era victoriana. El catolicismo condenó al cine pero el protestantismo de las culturas anglosajonas, en donde no se concibe el perdón de los semejantes, fue todavía más feroz con ese nuevo invento del demonio que estaba llevando a la perdición a la audiencia. Desde el púlpito se instaba a los feligreses a no ir al cine e incluso a recurrir a la violencia para sabotear las proyecciones porque era intolerable plasmar cualquier tipo de degradación moral. 

Hollywood es una fábrica que no deja de crear productos. En un primer momento los actores ni siquiera tenían derecho a tener un nombre porque los empresarios consideraban que de esta manera iban a subirse a la parra, cobrarían más y trabajarían menos, pero terminaron cediendo ante las peticiones del público de saber más de los artistas. Fue en el año 1910 cuando nació el “star system” al ponerse en las marquesinas el nombre de la actriz Florence Lawrence que en menos de tres años ya tenía una filmografía con más de un centenar de trabajos, la primera estrella del cine acabó muy mal, se suicidó en la ruina más absoluta y olvidada por quienes la encumbraron. Los dueños de los Estudios no se equivocaron. Los actores dejaron de ser mano de obra barata, cuando comenzaron a ganar muchísimo dinero se volvieron caprichosos, fiesteros y dejaron de ser tan productivos.

Antes de la llegada de los locos años 20 la siempre pacífica comunidad de Tinseltown era como una orgía en un apartamento de Magaluf, una mezcla tan fuerte de sexo, drogas y alcohol que estaba a punto de convertirse en un problema y, lo que es peor, que la prensa informara sobre ello. El 10 de Septiembre de 1920 Hollywood vivió su primer escándalo cuando la modelo y actriz Olive Thomas murió de una sobredosis de bicloruro de mercurio. El escándalo fue mayúsculo porque Olive Thomas era la cuñadísima de la gran estrella Mary Pickford, se la consideraba la mujer más guapa del mundo y la prensa no paró de sacar las miserias de su matrimonio con Jack Pickford en donde se incluían orgías aderezadas con champagne y cocaína, visitas de camellos cabreados y la sífilis, el medicamento que la llevó a la tumba estaba recetado para tratar dicha enfermedad.

La muerte de Olive Thomas ya se había olvidado cuando en el otoño de 1921 Hollywood se convirtió definitivamente en el objeto a batir por los moralistas y sacrificó a una de sus estrellas más taquilleras. Hasta el mes de Septiembre de 1921 el pobre "Fatty" Arbuckle era uno de los mayores ejemplos de la comedia física y tenía como seña de identidad el lanzamiento de tartas. Roscoe “Fatty” Arbuckle era un hombre de grandes dimensiones pero su agilidad física era indudablemente mejor que la mía que soy incapaz de mantener el equilibrio en llano. Con 22 años comenzó su carrera cinematográfica después de haberse consagrado en el vodevil en donde ya demostraba esa destreza que le llevó a lo más alto, a pesar de que lo que realmente se le daba de maravilla era cantar.

Su unión con el productor Mack Sennett fue especialmente provechosa y cuando dio el salto a la Paramount se convirtió en el actor mejor pagado de Hollywood. No solamente se había hecho asquerosamente rico, lo que ganó Arbuckle entre 1918 y el fatídico 1921 ajustándose a la inflación supera los 50 millones de dólares que ha cobrado Dwayne Johnson por “Alerta roja” (2021), sino que tenía el control creativo de sus películas y había montado su propia productora. Roscoe Arbuckle se había convertido en un auténtico peso pesado en Hollywood. 

En 1921 "Fatty" Arbuckle estaba en la cima de su carrera pero su salud se había resentido considerablemente. Cinco años antes había estado a punto de sufrir la amputación de una pierna, debido a una infección, y se enganchó a la morfina para poder soportarlo. Además en uno de sus rodajes sufrió quemaduras de segundo grado en el derrier, "Fatty" lo único que quería era descansar. El 5 de Septiembre de 1921 el actor se encontraba en un hotel de San Francisco junto a dos amigos que decidieron montar una fiesta en su honor porque estaba muy bajo de ánimos. A la cita llegaron varias mujeres y entre ellas destacaba Virginia Rappe, una aspirante a luminaria de 26 años. La joven no estaba en condiciones para estar ahí porque sentía dolores abdominales muy fuertes. "Fatty" la llevó a su habitación y llamó a un médico que pensó que lo suyo era una intoxicación y le dio morfina. Dos días después de los hechos Virginia Rappe fue hospitalizada en donde falleció el día 9 de Septiembre debido a una peritonitis por ruptura de vejiga. 

Una joven aspirante a actriz fallece tras asistir a una fiesta celebrada en un lujoso hotel de San Francisco en honor al actor mejor pagado de Hollywood. Una auténtica golosina para la prensa canallesca y una muestra de que Hollywood era la cuna de la perversión para los moralistas. Fue especialmente jugoso que la amiga que acompañó a Rappe a la fiesta comentara a uno de los médicos que "Fatty" Arbuckle había violado a Virginia Rappe y, aunque no se hallaron pruebas de ello cuando fue examinada, a la policía le cuadró su testimonio con el hecho de que tuviera la vejiga reventada y que eso podía ser provocado por el impacto de la enormidad de Arbuckle sobre el diminuto cuerpo de Rappe, la otra teoría apuntaba al uso de un trozo de hielo o una botella para simular una relación sexual. El 17 de Septiembre de 1921 "Fatty" Arbuckle fue arrestado y acusado de violar y haberle provocado la muerte a Virginia Rappe.

La prensa sensacionalista se hizo de oro con el juicio contra "Fatty" Arbuckle, especialmente los medios pertenecientes al magnate William Randolph Hearst que disfrutaban muchísimo presentando a la caída estrella como un depravado sexual que utilizaba su sobrepeso para dominar a damiselas indefensas. Los moralistas pedían la pena de muerte, "Fatty" Arbuckle fue abandonado por su esposa la también actriz Minda Dundee y la Paramount rescindió su contrato porque nadie quería proyectar sus películas. 

Entre Septiembre de 1921 y Marzo de 1922 "Fatty" Arbuckle padeció el calvario de ser sometido a tres juicios porque el jurado popular no llegaba a ninguna conclusión. Finalmente el 12 de Abril el jurado llegó a la unanimidad en tan solo un minuto para declararle inocente y leyó una carta en donde se le pedía disculpas por el daño causado, afirmando que la absolución era insuficiente para Roscoe Arbuckle, porque se había cometido una gran injusticia con él, "Fatty" guardaría la carta del jurado el resto de su vida. Quedó probado que Virginia Rappe arrastraba problemas en el tracto urinario, debido a su historial sexual (tuvieron que desinfectar el Estudio en el que trabajaba porque lo llenó de ladillas), que se agravaron por su afición al alcohol, que "Fatty" Arbuckle lo único que hizo fue cuidarla, llamar a un médico y ponerle algo frío en el abdomen para tratar de calmar el dolor y que la testigo clave del caso, Bambina Maude Delmont que llegó a hacer espectáculos de cabaret aprovechando la popularidad conseguida con el escándalo, era una antigua prostituta dada a la extorsión y el chantaje. 

En la primavera de 1922 el honor de Roscoe Arbuckle quedaba restablecido. Se había demostrado que era inocente de haber violado y provocado la muerte a Virginia Rappe pero el daño ya estaba hecho. A pesar de su absolución ya tenía una imagen muy negativa para volver a trabajar en el cine, de hecho hasta unos meses después de que terminase el calvario judicial sus películas estuvieron prohibidas y el censor William Hays le tenía como un referente de la inmoralidad de Hollywood. Se retiró de la interpretación y se recicló como director con el nombre de William Goodrich sin obtener el éxito. En 1932 volvió a conseguir trabajo como actor protagonizando una serie de cortometrajes para una subdivisión de la Warner pero que tuvieron problemas para ser estrenados en determinados territorios debido al escándalo del pasado, aunque quienes sí pudieron verlo celebraron muchísimo el regreso de Arbuckle algo que posibilitó renovar su contrato con el Estudio. Roscoe Arbuckle no pudo disfrutar de una nueva vida en la industria ya que falleció de un infarto el 29 de Junio de 1933 con tan solo 46 años. 

El escándalo de "Fatty" Arbuckle fue determinante en la historia de Hollywood, que en aquel momento era un adolescente con las hormonas revolucionadas, y se tenía que buscar una solución para que el cine dejara de tener la oposición de los moralistas. Se creó un mecanismo autorregulador, eufemismo de censor, se elaboró un código (Hays) que no solamente establecía una lista de cuestiones que no se podían mostrar en el cine sino que también imponía un modelo de conducta a los actores, y se fomentó la excelencia a través de unos premios. De esa manera Hollywood se ganó a la masa enfurecida de inicios del siglo XX. 

Mary Carmen Rodríguez

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