"París, Distrito 13"
La web oficial.
El argumento: París, Distrito 13, barrio de Les Olympiades. Émilie conoce a Camille, que se siente atraído por Nora, que, a vez, se cruza en el camino de Amber. Tres chicas y un chico. Son amigos, a veces amantes y, a menudo, las dos cosas.
Conviene ver: “París, Distrito 13” es lo nuevo de Jacques Audiard que nos lleva al barrio de Les Olympiades en el que Émilie (Lucie Zhang) conoce a Camille (Makita Samba), que se siente atraído por Nora (Noémie Merlant), que, a vez, se cruza en el camino de Amber (Jehnny Beth). Tres chicas y un chico que exploran la frontera de las relaciones románticas pasando por la amistad, el sexo y el amor como si fuera un todo en el que no es necesario poner reglas o límites. Un trabajo realzado por su onirismo de autor, con su estética en blanco y negro, y su sencillez efectiva no resultando nada impostado a la hora de narrar las relaciones de la generación “millennial”, más tendente al “carpe diem” que a las responsabilidades a largo plazo, y la frescura auténtica que aportan nombres como una de las guionistas de la cinta, Céline Sciamma, lo que sin duda ha contribuido a enriquecer los personajes femeninos más allá de la estética en su realización, dando vida y realidad, armazón y sustento, a una historia bien narrada en la que resalta su autenticidad y que no necesita contar nada especialmente trascendente para destacar como una cinta existencial y segmentada, valiosa como retrato social y reflejo de un modo y un estado de ánimo a la hora de ver la vida en la sociedad de hoy en día en el que la aleatoriedad del amor, marcada más por el algoritmo que por la honestidad, convive con un mundo de personas solitarias e insatisfechas. Todo en una cinta que divaga y filosofa más que concreta y resuelve, reflejo de unos protagonistas que no tienen certeza de cuál es el camino correcto y cuánto porcentaje le deben dar al corazón y cuánto a la razón.
Un París obrero, urbano y multicultural en el que se entrecruzan estos personajes y que rescata el espíritu de la Nouvelle Vague (especialmente títulos como "Mi noche con Maud" o "Jules y Jim") para llevarlo a las diatribas, preocupaciones y sensaciones contemporáneas a través de los retazos de cuatro novelas gráficas de Adrien Tomine sobre cómo afrontar la felicidad, el amor y el deseo en tiempos inciertos con reglas cambiantes y en el que la clase media se resquebraja y tiende a desaparecer con unas diferencias de clase cada vez mayores. Un vacío existencial en el que también está presente la crisis identidad fruto de la inmigración y de no sentirse de ningún sitio. Unos jóvenes formados y con inquietudes, conectados por la era de las pantallas, que coinciden en el metro o quedan para tomar un café, que han cumplido el guión de lo que la sociedad esperaba de ellos pero que han visto como ésto no les ha sido devuelto, quedando golpeados por la situación de crisis de valores, precariedad laboral y futuro incierto, así como la forma de afrontar las heridas que sufrieron y las que saben que vendrán, tan en el limbo en sus vidas como ese París que ni es el glamuroso de las postales ni el de las barriadas más conflictivas. Un retrato sobre las conexiones románticas de la era digital, y la desorientación de nuestros días, que trascienden más allá de la química que lleva a estas personas, que se antojan muy reales y localizables en nuestro propio barrio, a compartir una noche de sexo y pasión sin compromiso en el que lo único que queda, entre la pulsión, lo efímero y el desencanto, es aprovechar el momento porque, ante la frustración contemporánea, es mejor no pensar en lo que vendrá mañana y refugiarse en sentirse libre y preocuparse por no olvidarse de vivir.
Conviene saber: A competición en el Festival de Cannes 2021, mejor actriz (Lucie Zhang) en el Festival de Sevilla 2021 y 5 nominaciones en los premios César 2022.
La crítica le da un SIETE
Película muy bien hecha y actuada. Las casi 2h de metraje mantienen el nivel sin altibajos y te mantiene metido en la historia. Sinceramente, de lo mejor que he visto últimamente!