"Primavera en Beechwood"
La web oficial.
El argumento: 30 de marzo de 1924, Beechwood (Inglaterra). El matrimonio Niven perteneciente a la aristocracia inglesa y que ha perdido a sus hijos en la guerra, se prepara para celebrar el Día de la Madre y el compromiso de Paul, el hijo de sus vecinos, con Emma Hobday. Los Niven han dado el día libre a su criada, Jane Fairchild, huérfana de nacimiento y, durante siete años, amante de Paul. Con la casa vacía, Paul y Jane se encontrarán por primera vez en el dormitorio de Paul. La joven pareja dará rienda suelta a la pasión clandestina sabiendo que la aventura llega a su fin y que será su último día como amantes.
Conviene ver: "Primavera en Beechwood" es una cinta que pretende reflejar la lucha de clases y la sensualidad de una pasión clandestina en la adaptación de la novela de Graham Swift de la que se ha encargado Alice Birch, guionista de la serie “Normal people” (2020). Una apuesta que va dirigida a un público al que le gustan estos dramas de época con el marchamo de “Downton Abbey” (2010-2015) y que entronca en su tono con otra deliciosa adaptación como la llevada a cabo por Dominic Cooke con "En la playa de Chesil" (2017). Un melodrama melancólico e intencionadamente lánguido ante el hecho de reflejar la llama de una relación que se ve extinguida por el convencionalismo sabiendo ambas partes que está llegando a su fin y que pretenden aprovechar sus últimos momentos tras siete años en los que han vivido esa relación paralela y prohibida. Todo representado en dos cuerpos que reposan junto a sí y que en la intimidad del lecho no entienden ni de guerras, ni de compromisos ni de diferencias de clases. El oficio británico está más que presente tanto en la ambientación como en el trabajo de sus intérpretes primando más su aura de tristeza ante un destino de insatisfacción, y la frustración de toparse ante un férreo convencionalismo frente al que no se puede combatir, que el erotismo juvenil que podría prometer entre las rendijas de dos personas que se rebelan frente a su destino aunque sea fuera de los ojos de los demás. Personajes que quizás tuvieron que renunciar a lo mismo y que consideran que la mayor fuerza de uno reside en no tener nada para así no tener el miedo de poder perderlo.
“Primavera en Beechwood” tiene sabor a cine de otra época siendo más existencial que accesible por mostrar un mundo que se ahoga tanto por las consecuencias de una guerra que ha dejado vidas truncadas y almas heridas como por un clasismo que prevalecen sobre el matiz folletinesco y los giros de la historia. Aunque va de más a menos la cinta destaca por su ambientación, una sensibilidad medida y que deja poso y el trabajo interpretativo de Odessa Young, Josh O’Connor, Olivia Colman, Colin Firth, Sopé Dìrísù y Glenda Jackson. Todo en una historia que parte de los recuerdos de una escritora que evoca sus años de servicio como sirvienta, tras criarse en un orfanato, y lo que le llevó a abrazar su profesión (la cual tenía claro primero cuando nació y después cuando recibió una máquina de escribir) rememorando su historia de amor con el hijo de los vecinos de sus señores, prometedor abogado, pertenecientes también a una familia de aristócratas centrándose en ese Día de la Madre que da título a la cinta en versión original, el cual ellos pueden vivir su pasión por primera y última vez estando solos en la mansión mientras el resto disfruta de una jornada campestre y festiva.
Una frialdad intencionada y estilística que con el tono sereno y academicista con el que se aborda la historia, como ensoñación poética de un país en duelo ahogado por la culpa y unos personajes despojados de sus verdaderos sentimientos fruto del convencionalismo y de tener que construir una identidad, provoca que la cinta fluya desde un punto de vista más reflexivo que narrativo luciéndose en lo armonioso de su sugerencia ya que en realidad lo que vemos es un arrebatador y sensible retrato de personas que lamen sus heridas buscando su propio oasis de libertad, placentero y finito, pero que tienen que combatir con la muerte y la soledad en el que al final lo que queda es el poder haber amado de verdad y lo que eso supuso a la hora de construir la vida y personalidad de cada uno siendo los recuerdos los que, frente a la infelicidad de otro tiempo futuro, nos nutren y mantienen con esperanza.
Conviene saber: La cinta de Eva Husson participó fuera de concurso en el Festival de Cannes 2021 y en el Festival de Toronto 2021.
La crítica le da un SIETE