Conexión Oscar 2022: El rescate de Kristen Stewart en el año más impredecible en mejor actriz
Querido Teo:
Vivimos la carrera al Oscar de mejor actriz más impredecible de los últimos años. No se sabe muy bien cómo pero Kristen Stewart logró hacerse para muchos con la inercia de que era la favorita indiscutible desde que empezó la temporada. Nada más lejos de la realidad si tenemos en cuenta que, a pesar de que se ha llevado la mayoría de los premios de la crítica que reparten hasta asociaciones que tienen menos influencia que tu comunidad de vecinos, perdió la Copa Volpi del Festival de Venecia (frente a Penélope Cruz), el Globo de Oro (frente a Nicole Kidman) y después quedó fuera de las nominaciones del Gremio de Actores (SAG) y de los Bafta lo que provocó que, de repente, no se le contara en la mayoría de predicciones tal fue el caso de nuestro oscarómetro confirmando que la categoría quedaba descabezada. Finalmente salvó los muebles con la nominación al Oscar quedándose "Spencer" con esa única candidatura.
En estos momentos la pregunta es... ¿sigue teniendo Kristen Stewart posibilidades de estatuilla? Da la impresión de que el rescate académico ha venido provenido más por evitar polémicas que por verdadero convencimiento teniendo en cuenta que la cinta ha sido ninguneada en cualquier otro apartado. En todo caso parece que a Kristen Stewart le ha ido mejor como víctima que como favorita ya que los descalabros en el Gremio de Actores (SAG) y los Bafta quizá han provocado una mayor corriente de simpatía generando cierta movilización. Todo ello además de una insistente campaña de la distribuidora NEON que ha insistido una y otra vez en quién era la actriz más premiada de la temporada.
Kristen Stewart ha tenido que combatir con el prejuicio desde el principio de su carrera, primero por su participación en sagas juveniles y después por unos mohines lánguidos con los que, a pesar de haberse reivindicado en cintas como “Viaje a Sils Maria” (2014), “Personal shopper” o “Seberg: Más allá del cine” (2019), no ha hecho más que ganarse detractores que le siguen valorando desde una mirada sesgada. El hecho de poseer una personalidad esquiva y alejada de los fastos de Hollywood todavía acentúa más el hecho de que sea tenida como una “outsider” con mucho todavía por demostrar y a la que consideran que no se le debe nada.
La carrera al Oscar es también un concurso de simpatías y también un imán para interpretaciones vistosas y de vísceras hacia afuera, todo lo contrario del viaje introspectivo y sutil de la Diana de Gales que interpreta Stewart cuando se da cuenta en ese fin de semana que su vida es una mentira y que todavía está a tiempo para ser la dueña de su destino. Tampoco hay que olvidar el recuerdo cercano de “The crown” (con una Emma Corrin alabada en su encarnación de Diana en ese cuento de hadas que no fue) y el hecho de que este trabajo sea heredero, en espíritu, del de Natalie Portman en “Jackie” cinta en la que, a pesar de lo mucho que se alabó el trabajo de la actriz pidiendo algunos su segundo Oscar, se quedó en la nominación siendo superada ese año por Emma Stone en “La la land”.
Nunca un intérprete ha ganado en la categoría protagonista sin estar nominado al Oscar al SAG y es que, en el caso de Stewart, se antojaba más importante que nunca que sus propios compañeros dieran alas a la candidatura. Con ese revés las acciones de la actriz cotizan a la baja y es por ello que la mayoría de predictores, como buenos veletas, no han tardado en hacerla caer del liderato a pesar de que finalmente sí que ha sido nominada.
Tanto se había basado la carrera de este año en las opciones de Kristen Stewart, desde la primera imagen oficial de la película ya se le estaba dando el premio, lo que fue refrendado por unos reconocimientos de la crítica que para algunos señalan favoritos al peso por mera acumulación, que en este momento todos estamos muy despistados sobre el futuro de la categoría.
¿Ha vuelto Kristen Stewart a recuperar el terreno perdido o su premio es que finalmente los Oscar hayan decidido nominarla por delante de una candidata que estaba en todas las quinielas como Lady Gaga? Recordemos que la protagonista de "La casa Gucci" fue una de las grandes ausencias de la lectura de nominaciones después de ser candidata al Globo de Oro, Gremio de Actores (SAG), Critics'Choice y Bafta.
Penélope Cruz tiene también un handicap similar al de Kristen Stewart por el hecho de no haber contado con la nominación del Gremio de Actores (SAG) pero, en su caso, su estatus y asentamiento en la industria parece estar por encima del de la actriz de "Spencer". Es por ello por los que pocos dudaban de que si alguien era capaz de ser candidata a los Oscar (con una Academia cada vez más internacional) sin tener menciones previas esa era una Penélope Cruz que sí que fue capaz de ganar importantes reconocimientos de la crítica en Los Angeles y ante la National Society of Film Critics (NSFC). "Madres paralelas" convierte a Penélope Cruz en la quinta actriz en conseguir dos nominaciones al Oscar como protagonista por una interpretación no hablada en inglés y el hecho de que no haya una favorita clara, y en una categoría en la que hay también mucho exceso entre pelucas e intentos de imitaciones, Penélope Cruz tiene una vía hacia el triunfo, no de manera clara pero sí más que posible. Todo sea para poner una muesca más en las comparativas entre el Goya y el Oscar si vemos a Penélope Cruz ganar el Oscar tras, seguramente, haber quedado tercera en las votaciones de los premios de la industria española. Paradojas de la vida.
Nicole Kidman ha conseguido su quinta nominación al Oscar dando vida a Lucille Ball en “Ser los Ricardo”, una cinta fallida y esperpéntica que no le ha valido a Aaron Sorkin nominación en película, dirección o guión pero que sí ha sido destacada en sus apartados interpretativos como reconocimiento a los trabajos que hacen Nicole Kidman, Javier Bardem y J.K. Simmons de tres estrellas de la televisión de aquellos años. La actriz siempre ha tenido que sufrir cierto desdén de una Academia que no ha dudado en dejarla fuera por papeles tan destacados como los de “Todo por un sueño” (1995), “Reencarnación" (2004), “El chico del periódico” (2012) o “Destroyer” (2018). En la propuesta dirigida por Aaron Sorkin da vida, con una caracterización algo cuestionable en la que sigue engrosando su galería de pelucas de cine, a la mítica artista televisiva, hecho que le sirve para conectar con ese espíritu del “entertainment” prestando rostro a una figura llena de respeto y nostalgia en la cultura popular USA. Ya ha ganado el Globo de Oro pero… ¿es un papel tan incontestable para que una Academia que no ha demostrado especial filia por Nicole Kidman le de un segundo Oscar? El Gremio de Actores (SAG), que le ha nominado a nivel individual 10 veces entre cine y televisión, será clave para poder aupar sus opciones aunque es complicado que la reverencia que despierta Lucille Ball en USA se traslade al votante internacional.
Es ahí cuando entra en juego otra opción a tener en cuenta como la de Jessica Chastain por “Los ojos de Tammy Faye”. Tras una irrupción poco sostenida en el tiempo a principios de la década, la actriz ha vuelto con fuerza este año tanto como heroína de acción (“Agentes 355”), sufriendo los avatares de la rutina y recovecos de una relación de pareja (“Secretos de un matrimonio”) y como la telepredicadora Tammy Faye Baker en “Los ojos de Tammy Faye”, cinta en la que, a pesar de ciertas chanzas a la hora de tratar con desdén tanto a la cinta como a la interpretación, se demuestra que la pelirroja lo da todo, no sólo interpretando (sin pretenderlo) en cada fotograma a una folclórica distinta con esa caracterización que no deja indiferente, sino por cantar ella misma los temas y también captar el empeño y la ingenuidad que residía en una mujer que frente a las cámaras, y levantando las manos a Dios, ofrecía una imagen más feliz y devota de lo que era realmente. Ganadora en el Festival de San Sebastián, y atesorando nominaciones tanto en los premios más relevantes de la industria (salvo los Bafta) como en los de los críticos (con más presencia de la que se esperaba para este tipo de interpretación), no hay que desestimar una posibilidad que encaja mucho con el perfil que suele premiar la Academia, teniendo como principal impedimento que todo lo que rodea a esta cinta genere mucha división y que la cinta no haya funcionado en taquilla. Eso sí, pocos podrían reprochar que una actriz tan versátil, inteligente y empática como Jessica Chastain pueda tener un Oscar una década después de su primera nominación por “Criadas y señoras”.
Si la Academia se vuelca con una opción de prestigio y de consenso, más desde el punto de vista interpretativo que del exceso en los que suele caerse en los biopic, quizá una opción más que razonable sea la de Olivia Colman, una de las actrices más en boga del momento y que da la impresión de que pueden con todo sin necesidad de grandes maquillajes ni aspavientos. Después de adelantar a Glenn Close por la izquierda con “La favorita” en 2019, ahora podría verse beneficiada en aguas revueltas ya que es siempre una buena opción dar el premio a una actriz que aúna talento y respeto como valor seguro cuando no tienes una alternativa clara. Nunca queda mal premiar a una Olivia Colman que el año pasado consiguió nominación por “El padre” y que ya atesora 1 Emmy, 3 Globos de Oro y 4 Bafta confirmando el buen momento por el que pasa su carrera. Colman es el emblema de “La hija oscura”, la cinta con la que ha debutado como directora Maggie Gyllenhaal y que se centra en una mujer madura que reabre sus heridas del pasado relacionadas con la maternidad cuando en unas vacaciones en Grecia se obsesiona con una mujer y su hija. Es verdad que la cinta no está terminando de generar ruido pero ha sumado a sus nominaciones más obvias (actriz y guión) la de Jessie Buckley como actriz de reparto lo que podría apuntar a que el personaje protagonista (Colman y Buckley lo interpretan en distintas fases de su vida) ha calado entre la Academia. En todo caso Colman ya está en ese punto de realeza interpretativa que, en un año sin favorita clara y con interpretaciones que aúnan tanto fans como detractores, provoca que su candidatura enarbole la bandera de la calidad interpretativa con oficio y talento sin necesidad de accesorios.
La carrera de mejor actriz está más abierta que nunca confirmando la pujanza de grandes papeles femeninos en el cine contemporáneo que, en contraposición con hace unos años, están llenando de emoción este apartado habiendo dejado fuera a intérpretes que bien podrían haber entrado cualquier otro año como el caso de Lady Gaga ("La casa Gucci"), Alana Haim ("Licorice pizza"), Rachel Zegler ("West Side Story"), Jennifer Hudson ("Respect"), Tessa Thompson ("Claroscuro") o Renate Reinsve ("La peor persona del mundo"). En todo caso todo parece indicar que llegaremos al 27 de Marzo sin favorita ya que, pase lo que pase en el SAG, el hecho de que ninguna de las nominadas lo sea en los Bafta deja un panorama en el que más que nunca se puede decir, y eso no es habitual, que cualquiera de las cinco puede ganar.
Pedazo carrera en esta categoría! Yo se lo daría a Chastain, aunque Kidman y Cruz tampoco me parecen malas opciones.