In Memoriam: Gaspard Ulliel, juventud eterna

Querido Teo:

Gaspard Ulliel era uno de los nombres que representaba a toda una generación de actores franceses jóvenes que irrumpieron con fuerza y que pronto ocuparon el sitio de intérpretes anteriores, algo que parodiaba de manera más que elogiable Guillaume Canet en "Cosas de la edad" (2017), una comedia siempre a reivindicar. A los 37 años, y tras un fatal accidente de esquí, ha fallecido un actor que todavía tenía mucho que ofrecer después de una carrera irregular pero fulgurante que le había convertido en presencia constante en las dos últimas décadas y que con este suceso queda inmortalizado como un rostro eternamente joven al que la cámara adoraba.

Nominado tres veces como mejor revelación masculina en los César (“Besen a quien quieran” en 2003, “Fugitivos” en 2004 y “Largo domingo de noviazgo” en 2005), ganó el premio por la película de Jean-Pierre Jeunet justo después de que el director y Audrey Tautou pasaran al imaginario colectivo con “Amélie” (2001). Un portentoso drama romántico y bélico con el contexto histórico de la II Guerra Mundial de fondo nunca lo suficientemente bien ponderado. Fue el salto definitivo para un actor, al que también se le había visto en “El pacto de los lobos” (2001), muy popular tanto por sus películas como, especialmente, por las campañas promocionales protagonizadas en su faceta de modelo, especialmente de marcas como Chanel.

El salto a Hollywood no salió como se esperaba ya que el reto de convertirse en el joven Hannibal Lecter era demasiado grande aunque cumplió con eficacia en “Hannibal, el origen del mal” (2007), cinta que intentó explotar al personaje más allá del hastío de un Anthony Hopkins ya no dispuesto a seguir estirando el chicle, lo que llevó a los productores a acercarse a los años juveniles del criminal sibarita pero sin conseguir el éxito para que se convirtiera en una saga perdurable en el tiempo.

De regreso a Francia rodó “Ultimatum” (2009), “La princesa de Montpensier” (2010), bajo las órdenes de Bertrand Tavernier, o "El arte de amar" (2011) llegando uno de los papeles de su vida en “Saint Laurent” (2014) encarnando al mítico modisto. La cinta de Bertrand Bonello, en un capricho del destino, coincidió en el tiempo con otro biopic centrado en la figura del personaje. Ambas películas compitieron en los César 2015 y, aunque la de Bonello fue más nominada con 10 candidaturas incluidas las de película y dirección, Ulliel perdió el César frente a Pierre Niney, un Saint Laurent al que este último supo extraer mejor una vulnerabilidad y melancolía que le permitió que su interpretación fuera carne de premio y se impusiera a la más calculada e impostada de Ulliel.

Gaspard Ulliel se sacaría la espinita con el César 2017 al mejor actor por "Sólo el fin del mundo", su encuentro con Xavier Dolan que le convertía en otro de sus alter-egos. Aquí interpretaba con sobriedad y entereza a un joven escritor que regresaba a su pueblo natal para anunciar a su familia su próxima muerte, reencontrándose con un entorno familiar desaforado que vive entre muestras de cariño extemporáneas y eternas discusiones que muestran la fragilidad de unos personajes rotos y a los que por un lado necesita pero por otro también concluye que hizo bien poniendo tierra de por medio.

Sus últimos trabajos han sido en "La bailarina" (2016) o como el guionista teatral que durante una nevada conoce a una misteriosa mujer interpretada por Isabelle Huppert en “Eva” (2018). También estuvo en la históricamente revolucionaria "Un pueblo y su rey" (2018) y en el ejercicio de metaficción de "El reflejo de Sibyl" (2019) en el que durante un rodaje confluyen amores, deseos, traumas y frustraciones.

Considerado el Alain Delon contemporáneo, y padre de un niño de seis años junto a la modelo Gaëlle Pietri, deja de manera póstuma su participación en la serie “Caballero Luna” perteneciente al universo Marvel junto a Oscar Isaac y Ethan Hawke.

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Nacho Gonzalo