In Memoriam: Lina Wertmüller, pionera con compromiso
In Memoriam: Lina Wertmüller, pionera con compromiso
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Querido Teo:
Hace poco más de dos años, cuando el mundo era tan distinto al de ahora, veíamos a Lina Wertmüller recoger un Oscar honorífico que, además de por méritos, tenía cierta aura de simbolismo por el hecho de reconocer a toda una pionera y visionaria dentro de la cinematografía europea que tendrá siempre el honor de haber sido la primera mujer en ser nominada al Oscar a la mejor dirección en una época en la que eso no se veía más que como una extravagancia y que, décadas después, ha llevado a otras (seis más en toda la Historia de los Oscar) a seguir rompiendo barreras. Hoy se ha conocido su fallecimiento a los 93 años de edad.
Lina Wertmüller será siempre reconocida como la primera mujer directora en ser candidata al Oscar. Es más, consiguió la doble nominación como directora y guionista gracias a "Pascualino Siete Bellezas" en 1977. Esa fue la última de las cuatro exitosas colaboraciones que llevó a cabo con el actor Giancarlo Giannini, siendo una directora de marcado carácter social y político, la mayoría de sus personajes eran anarquistas o feministas, que nunca renunciaría a la herencia de la sátira y de la comedia "alla italiana" que fue símbolo del país.
Descendiente de una familia aristócrata suiza, Wertmüller comenzó su carrera como actriz y pronto se colocó detrás de las cámaras trabajando como asistente de dirección en "8 y 1/2" (1963) de Federico Fellini y debutando con "I basilischi" (1963) en la que retrataba al sur de Italia que tanta importancia tendría en su cine.
Conocida por sus largos títulos, tiene el record Guinness por el título de película con más caracteres (179), su última película fue "Demasiado amor" (2004). Otros títulos suyos fueron “Mimí, metalúrgico herido en su honor” (1972), "Film de amor y de anarquía" (1973), "Insólita aventura de verano" (1974), "La viuda indomable" (1978), "Delirios de un marido" (1984) o "Mi querido profesor" (1992), quedando patente en todos ellos su compromiso político y social.
Fue la segunda directora en recibir el Oscar honorífico, tras Agnès Varda en la edición de 2018, siéndole entregado por dos ilustres como Isabella Rossellini y Sophia Loren y aprovechando la ocasión para proponer que, quizá, ya era el momento de cambiar el nombre de la estatuilla al de una mujer sugiriendo como tal el de Ana.
Nacho Gonzalo
