"La casa Gucci"

La web oficial.

El argumento: Drama criminal en torno al asesinato en 1995 de Maurizio Gucci, nieto del fundador del imperio de la moda Gucci, que apareció asesinado por orden de su ex mujer Patrizia Reggiani, conocida como la "viuda negra de Italia". Adaptación del libro de Sara Gay Forden, publicado en 2001, “The house of Gucci: A sensational story of murder, madness, glamour and greed”.

Conviene ver: "La casa Gucci" se ha convertido en una de las cintas más divisibles de la temporada, una cinta atrayente por su temática, como siempre ocurre en una película sobre ambición y lujo, con caracterizaciones y momentos entre lo genial y la vergüenza ajena, que se adentra en lo que hubo antes y después de uno de esos crímenes mediáticos y noventeros propios del culebrón, el asesinato del nieto del creador del imperio Gucci, simbolo de riqueza y moda, en 1995 por un sicario pagado por su ex mujer, Patricia Reggiani, lo que permite que Lady Gaga pueda volver a lucirse entre pelucas, acentos imposibles y joyas en el que es su segundo protagonista en el cine tras “Ha nacido una estrella” (2018) añadiéndole mayor complejidad dramática. Un culebrón centrado en una persona que fue fascinada primero y pervertida después por el poder y por una familia de la que no estaba dispuesta a ser sumisa, lo cual le llevó a aplicar una inteligencia felina para moverse en ese ámbito a la hora de desarrollar la evolución del personaje que pasa de intentar ser valorada en un mundo en el que se sienta intrusa a intentar cambiar las reglas desde dentro, introducir aires de modernidad a una marca anclada en el pasado y actuar con despecho en un mundo de puñaladas por la espalda haciendo valer lo que considera que es suyo. Una relación tormentosa y volcánica desde que ambos se conocen y lidian con la oposición familiar y sus distintos orígenes, él heredero de un gran imperio y ella hija de un empresario del transporte que juega a ser "nueva rica". Una cinta irregular, larga (más de dos horas y media) y que, en ocasiones, es la versión caricaturesca de “Dinastía” a lo que contribuye el descarriado primo Paolo, un robaescenas Jared Leto, apoyado en un maquillaje irreconocible que le permite desarrollar su tendencia al exceso, en esa línea en la que no se sabe si se carga la película o la termina elevando mereciéndose spin-off y demostrando que cada uno puede ser italiano y de la misma familia pero con acento diferente. Melodrama culebronero y anárquico que se pasa de duración en una propuesta deslavazada ambiciosa y que, quizá, se regodea en aspectos cotidianos innecesarios perdiendo el pulso de lo que realmente interesa en la trama pasando del drama de pareja a la lucha de clanes desfilando siempre por la farsa y, en ocasiones, la comedia involuntaria por su grandilocuencia en determinados diálogos y arrebatos interpretativos. Es el tono lo que la cinta no termina de coger ya que se toma demasiado en serio por un lado pero tampoco abraza el lado más petardo y etílico para tomárselo como una broma. El reparto se completa con un Adam Driver con el personaje más anodino de la función, Al Pacino demostrando que ha vuelto a recuperar el tono de su carrera, la presencia de Jeremy Irons o Salma Hayek como vidente aliada y estrambótica, contribuyendo todos ellos al tono de este sainete, más cercano a las "soap opera" de los 70 y 80 que a "El padrino", tan entretenido como, por ocasiones, demencial que termina estando a merced del magnetismo que imprime Lady Gaga a sus papeles, por muy forzado que sea su acento, pero reivindicando el rol de diva y provocando que la película naufrague y pierda fuelle cuando ella no está en pantalla. Un Ridley Scott efectivo pero que funciona en esta ocasión con el piloto automático dejándolo todo a merced de las estrellas y el morbo de la historia levantando un proyecto que durante dos décadas llevaba intentando impulsar su mujer, Giannina Facio, y al que se le ha impreso un sello barroco a la hora de retratar los excesos del Milán de aquellos años. Una cinta disfrutona, imperfecta y mejorable que se deja ver por su estilo grotesco y adictivo.

Conviene saber: Ridley Scott estrena por partida doble este año unas semanas después de "El último duelo".

La crítica le da un SEIS