"Petite maman"
La web oficial.
El argumento: Nelly tiene 8 años y acaba de perder a su abuela. Mientras ayuda a sus padres a vaciar la casa en la que su madre creció, explora con intriga el bosque que la rodea, donde su mamá solía jugar de pequeña. Allí Nelly conoce a otra niña de su edad y la inmediata conexión entre ambas da paso a una preciosa amistad. Juntas construyen una cabaña en el bosque y, entre juegos y confidencias, desvelarán un fascinante secreto. A pesar de las circunstancias familiares, el viaje se convierte en una emocionante aventura para Nelly, quien descubrirá maravillada el universo de su mamá cuando era pequeña, y podrá conectarse con ella de una forma mágica e inusual.
Conviene ver: “Petite maman” se aleja de la languidez romántica y pictórica del anterior trabajo de la directora, “Retrato de una mujer en llamas” (2019), para adentrarse en una sensible fábula sobre la infancia y las relaciones humanas así como el amor, el sacrificio, la pérdida y la amistad, todo en una cinta corta en duración (unos alabables 72 minutos) que con suma precisión y minimalismo evocan los recuerdos y olores que cada uno tiene cuando echa la vista atrás a los años que tiene la protagonista y veía el mundo de otra manera, deteniéndose en las pequeñas cosas y creciendo a través del cariño y la convivencia con mayores y pequeños siendo personas fundamentales para el desarrollo de uno. Una película sutil y melancólica que habla de la diferencia generacional pero también de la necesidad de que ambos universos se toquen al necesitarse para salir adelante, tanto por la frescura y la inocencia de la infancia como la seguridad y experiencia de los mayores. Una película luminosa y rica que crece por sus matices y por una sensibilidad abordada con madurez e inteligencia emocionando con una facilidad pasmosa y que nos lleva a universos explorados a la hora de retratar la infancia en "El espíritu de la colmena" (1973) o "Ponette" (1996) partiendo, en este caso, de cómo a través de los ojos de una niña de 8 años se vacía la casa en la que su madre creció tras la muerte de la abuela.
Joséphine Sanz y Gabrielle Sanz, hermanas en la vida real, interpretan a estas niñas en clave de fábula conmoviendo en sus encuentros, juegos, confidencias, sueños, miedos, simbolismos y la construcción de una cabaña en el bosque que es un punto de unión generacional pero también la representación del refugio al que todos volvemos, el de los recuerdos de los lugares que nos hicieron felices, en gran parte de las ocasiones relacionado con los olores, risas, sensaciones y representaciones de la infancia. Una sinfonía cadente, bella y armoniosa que arrebata por cómo muestra la relación entre una madre y una hija, espíritus conectados más allá de la edad y las historias acumuladas, y reivindica el vínculo, más allá de lo terrenal y físico, que genera la maternidad así como el valor de las despedidas y de ponerse en paz con uno mismo para seguir creciendo como persona. Un vestuario atemporal, un escenario centrado en ese bosque y ese tono de ensoñación crea un conjunto mágico difícil de describir, enriquecido por un realismo que amarra a la historia en un juego orgánico y fascinante, y en el que la emoción termina desbordando por su capacidad para conectar con nosotros mismos a través de vivencias y experiencias universales por su cotidianidad. El pasado dando la mano al presente como depuración del dolor y de entender de dónde venimos y hacia dónde vamos sobrevolando la sombra de la ausencia (tanto temporal como definitiva) y el hecho de que por ello hayan quedado cosas sin decir. Céline Sciamma desborda verdad y sentimiento con una original premisa, y haciendo que la apariencia de título menor encierre humanismo y gran cine, brillando en lo mundano, volviendo a recrear como pocas personas el universo de sensaciones e inquietudes que rodean a la infancia ( como directora de “Tomboy” y “Girlhood” o como guionista de “La vida de Calabacín”), así como su búsqueda de respuestas a través de la riqueza de la sencillez de las pequeñas (grandes) cosas.
Conviene saber: A competición en el Festival de Berlín 2021 y Premio del Público del Festival de San Sebastián 2021.
La crítica le da un NUEVE