"Mediterráneo"

La web oficial.

El argumento: Otoño de 2015. Dos socorristas, Óscar y Gerard, viajan hasta la isla de Lesbos, en Grecia, impactados por la fotografía de un niño ahogado en las aguas del Mediterráneo. Al llegar descubren una realidad sobrecogedora: miles de personas arriesgan sus vidas cada día cruzando el mar en precarias embarcaciones y huyendo de conflictos armados. Sin embargo, nadie ejerce labores de rescate. Junto a Esther, Nico y otros miembros del equipo, lucharán por cumplir un cometido, dando apoyo a personas que lo necesitan. Para todos ellos, este viaje inicial supondrá una odisea que marcará sus vidas.

Conviene ver: “Mediterráneo” se adentra en los orígenes de la ONG Open Arms en una cinta que remueve la conciencia del espectador para que abandone el postureo solidario y comprenda la magnitud de un problema paliado por el esfuerzo de esta gente comprometida y abnegada pero que, aun así, se enfrentan no sólo el drama de los refugiados sino al hecho de no estar respaldados por recursos y financiación. Una película que cumple en lo formal y que en su desarrollo y planteamiento recuerda a “Adú” (2020), el último éxito español premio a la pandemia. Una cinta que se ve bien y que se mantiene en todo lo alto con la emoción a flor de piel y sacando todo el partido a unos personajes elevados por un reparto estupendo y siempre convincente que nos muestra que hay detrás de esos héroes anónimos a los que tanto hay que agradecerles. Especialmente el caso de Óscar Camps, impactado por la foto del niño Aylan Kurdi con su cuerpo inerte en una playa de Turquía, interpretado con su habitual magisterio por Eduard Fernández acompañado de Dani Rovira, Anna Castillo, Sergi López, Àlex Monner y Patricia López Arnáiz retratando el empeño de un hombre por no permanecer impávido y poner su granito de arena con una ONG de salvamento marítimo con el fin de evitar en lo que se pudiera imágenes como las de ese niño. Un buen apartado técnico, especialmente fotografía y montaje, da el empaque necesario a una épica emocional y humana en pro de la supervivencia que sobre todo deja en entredicho a las instituciones gubernamentales que sólo reaccionan, más de manera declarativa que práctica, cuando el problema se magnifica tal como estamos anestesiados por el goteo incesante de víctimas. Una buena película que emociona por su autenticidad y conciencia en no quedarse de brazos cruzados y que retrata el coladero de esa vía, un estrecho de 9 km, de historias truncadas entre Turquía y la isla griega de Lesbos.

Conviene saber: La película de Marcel Barrena ha sido una de las preseleccionadas por España para optar al Oscar 2021 a la mejor película internacional.

La crítica le da un SEIS