Conexión Oscar 2022: El Festival de Telluride ilumina la carrera a mejor actor y encumbra al recorrido nostálgico de Kenneth Branagh en “Belfast”

Querido Teo:

El Festival de Venecia no ha dado tregua estos días con un éxtasis orgiástico desmedido en redes encumbrando a las películas que allí se han visto centrándose especialmente en “Madres paralelas” de Pedro Almodóvar, “El poder del perro” de Jane Campion, “Fue la mano de Dios” de Paolo Sorrentino, “El contador de cartas” de Paul Schrader, “Spencer” de Pablo Larraín y “Dune” de Denis Villeneuve. Eso sí, conforme Venecia va perdiendo brillo, al concentrar sus grandes apuestas en las primeras jornadas, lo va ganando Telluride y Toronto. En unos días comenzará el festival canadiense pero desde las montañas de Colorado han llegado también noticias sobre algunas de las películas que quieren jugar un papel importante en la inminente carrera de premios.

El Festival de Telluride es una cita breve pero intensa que durante el primer fin de semana de septiembre crea inercia para algunas de las películas con más posibilidades buscando ser un trampolín y metiendo cabeza en esos días de transición entre Venecia y Toronto. Desde 1974 se celebra este certamen pero es verdad que ha sido en las dos últimas décadas cuando ha cogido verdadera pujanza, instaurándose como el mejor campo de pruebas para calibrar las posibilidades de una u otra cinta.

Este año en su 48ª edición se presentan 36 títulos, muchos de ellos vistos en Cannes o en Venecia, pero es verdad que se ha marcado el tanto de hacerse con el estreno mundial de “Belfast” de Kenneth Branagh (arrebatándoselo a Toronto) y presentar cintas que ni siquiera estarán en Canadá como es el caso de “El método Williams” de Reinaldo Marcus Green, “Cyrano” de Joe Wright o “C’mon c’mon” de Mike Mills.

Lo más destacado que deja esta edición de Telluride es poner el foco en los nombres que pueden estar en la carrera al Oscar a mejor actor. Sumándose al Benedict Cumberbatch de "El poder del perro", destacado en Venecia como una de esas interpretaciones icónicas del cine reciente, tenemos al Peter Dinklage de "Cyrano".

Grandes críticas para el actor (ganador de 4 Emmys por “Juego de tronos”) que tras muchos secundarios parece haber encontrado el papel de su vida en cine en la adaptación del musical inspirado en el personaje de Edmond Rostand, y que se estrenó con éxito en el off-Broadway a finales de 2019. Una obra de Erica Schmidt, guionista y autora, esposa del actor que (sin nariz postiza) interpreta al protagonista de la historia. Un musical que homenajea a los clásicos de la Metro-Goldwyn-Mayer y en la que Dinklage parece divertir y emocionar.

No hay que olvidar tampoco a Will Smith que con "El método Williams" podría conseguir su tercera nominación al Oscar al mejor actor. Un drama familiar con ecos de "crowd pleaser" basado en hechos reales con sus tintes de superación personal centrándose en un padre que con su particular metodología fomentó el talento deportivo de sus hijas sacándolas de un entorno difícil marcado por el racismo y la pobreza y convirtiéndolas en dos afamadas tenistas, las hermanas Venus y Serena Williams. Se ha confirmado que las opciones de este melodrama con tintes de crítica social pasarán por el trabajo del actor y por una Aunjanue Ellis también mencionada positivamente.

Hace dos años dominó la carrera con “Joker” y ahora vuelve a sonar por un sensible trabajo en "C'mon c'mon" que emparenta a Joaquin Phoenix con el personaje que acometió en “Her” (2013) con la estética y el tono de “Nebraska” (2013). El actor da vida a un documentalista interesado en los niños superdotados que se encarga de cuidar de su precoz sobrino mientras forjan un vínculo inesperado durante un viaje a través del país, subrayando Phoenix esa faceta tan amplia en su registro que le lleva a ser creíble tanto en personajes perturbados como en otros en los que transpira humanidad y ternura.

Pero si hay una película que ha enamorado en Telluride esa es "Belfast" con la que Kenneth Branagh repasa los años de su infancia en la Irlanda de finales de los 60 a través de nostalgia, recuerdos y una estética en blanco y negro subyugante y atractiva. Todo en un relato que tiene reminiscencias a “Roma” (2018) como referente inmediato pero en la que el director, sin necesidad de alardes técnicos como aquella, tira por el clasicismo y pone emoción y clase detrás de las cámaras rescatando el espíritu de “Esperanza y gloria” (1987) de John Boorman poniendo las críticas en el foco la ambientación, el oficio de Branagh detrás de las cámaras y las interpretaciones de un reparto formado por Jude Hill, Jamie Dornan, Caitríona Balfe, Judi Dench y Ciarán Hinds, siendo precisamente las actrices las que ya suenan para tener recorrido en la temporada de premios.

Una gran noticia para un Kenneth Branagh que tras años perdido y desorientado entre los engranajes de la maquinaria de Hollywood parece haber recobrado su toque con el que deslumbró a finales de los 80 y primeros 90 y que le llevó a conseguir la nominación a mejor dirección y mejor actor por “Hamlet” en 1990.

Nacho Gonzalo