"Sweat"
La web oficial.
El argumento: Describe tres días en la vida de la motivadora de fitness Sylwia Zając, una celebridad en las redes sociales con cientos de miles de followers. Aunque tiene tantos seguidores, está rodeada de empleados fieles y es admirada por sus conocidos, ella busca una intimidad verdadera.
Conviene ver: “Sweat” se adentra en un mundo marcado por la viralidad de las redes sociales en el que se te valora según la imagen que eres capaz de proyectar a los demás como generador de contenido a costa de exponer tu intimidad. Es lo que le ocurre a una monitora de fitness convertida en celebridad gracias a sus vídeos y que, a pesar de ello, se siente sola y vacía queriendo ir en busca de ella misma y de su propia versión identitaria, algo de verdad frente a la fingida pose de felicidad estomagante que vemos en las fotos de Instagram y que contrapone la imagen que ella da en sus vídeos con su personalidad real. Magdalena Kolesnik está estupenda posicionándose la cámara sobre su rostro para hacer todavía más intenso el mensaje que encierra la cinta, la cual no pretende cuestionar sino que te hace consciente de cómo la nueva tecnología se ha convertido más que en una dependencia en un medio de subsistencia en el que sin él nos encontramos desconectados del mundo, perdidos sin saber quién somos realmente, por lo que es necesario más que el cambio de rumbo adaptar la tecnología y el culto al ego en base a nuestras necesidades reales. Una soledad que nos acerca a los peligros de la fama y al hecho de que no nos sintamos realizados sin que nuestro último estado reciba el respaldo deseado siendo capaces de tener 600.000 seguidores pero ningún amigo o relación solida en la realidad. Lo más interesante de la cinta, que adopta una estructura circular, es el tono que adopta, no de crítica o cuestionamiento, sino entendiendo el mundo en el que se ha desarrollado la joven y lo difícil que tiene de salir de él, no sólo por más o menos ego, sino por el hecho de que no entiende el mundo de otra manera. Una influencer que, al menos, es consciente de su problema e intenta atajarlo con las herramientas que le llegan. Una cinta polaca que de la anécdota pasa a contar algo universal adentrándose en las consecuencias y concepto de la notoriedad contemporánea sin pretender culpabilizar al sistema y a los medios sino observándolo, entendiéndolo y poniéndose en la piel de su protagonista para intentar iluminar algo sobre lo que genera esta forma de vivir y de sentirse bien a base de redes sociales e interacción global. Supera su irregularidad gracias al buen retrato que hace de los tiempos que vivimos y en el fantástico uso que hace del tema The Look de Roxette.
Conviene saber: La cinta está dirigida por Magnus Von Horn.
La crítica le da un SEIS