"First cow"
La web oficial.
El argumento: Narra la historia de un cocinero contratado por una expedición de cazadores de pieles, en el estado de Oregón, en la década de 1820. También la de un misterioso inmigrante chino que huye de unos hombres que le persiguen, y de la creciente amistad entre ambos en un territorio hostil.
Conviene ver: “First cow” conecta con la idiosincrasia de la amistad, la lealtad, la importancia del entorno y los valores del western usamericano a través de este trabajo tan bello como íntimo de Kelly Reichardt que ha encontrado con esta cinta la que ha conseguido mayores parabienes de la crítica lo que le ha hecho conseguir una distribución en salas que hasta ahora no había encontrado en nuestro país. Una apuesta sin blancos ni negros en la que residen los matices de la vida, esos grises que nos llevan de la diversión al llanto en un momento a través de la historia de dos hombres de orígenes distintos que acaban trabando una amistad en un entorno inhóspito encontrando en un objetivo común y en la aparición de una vaca, a la que tienen que ordeñar sin que lo sepa su dueño, el impulso para seguir adelante y encontrar una vía de negocio con una serie de pasteles en plena época de la fiebre del oro y de la caza de pieles. Una cinta que, a pesar de su minimalismo y delicadeza, desmonta los códigos del género y logra tanto conmover como mantener cierta intriga a pesar del tono reposado y contemplativo reinante que conquista por su sencillez y por la personalidad empática y complementaria de los protagonistas.
La belleza de “First cow” radica en su interior siendo errática por momentos pero generando cierta sensación de reparo en la conexión del hombre con la naturaleza que acaba cautivando tirando de lo anecdótico para hablar de los desmanes del capitalismo y de lo que verdaderamente, a través del humor y una poderosa sensibilidad, es lo importante en la vida. Ese intimismo se nota en la decisión de una directora en introducirnos en el bosque con los personajes y no lucirse con movimientos de cámara o grandes panorámicas, sino destacando el lirismo cotidiano partiendo la historia del descubrimiento de unos restos humanos en la actualidad lo que supone el anclaje emocional para que sepamos qué ocurrió en el Oregon de las primeras décadas del siglo XIX en esa búsqueda del sueño americano tan idealizado como cruel, tan genérico en esencia pero singular para las motivaciones y propósitos de cada uno. Una película no apta para todos los públicos, dirigida para los muy culturetas, pero sí que es verdad que si estás dispuesto a hurgar en todo lo que esconde y la pureza de lo que narra puedes encontrarte uno de los relatos más hermosos y sensibles del cine reciente con la voz de una directora que ha sabido adentrarse en la cultura de los pioneros norteamericanos tan aferrada en su país y pocas veces presentada de una manera tan auténtica alejada de toda parafernalia y primando sobre todo el humanismo que encierra.
Conviene saber: “First cow” ha sido una de las películas del año compitiendo en el Festival de Berlín 2020, ganando en el Festival de Gijón 2020, en la Asociación de Críticos de Nueva York (NYFCC) y encabezando varios tops de medios especializados.
La crítica le da un SIETE