"El olvido que seremos"

La web oficial.

El argumento: Narra de manera íntima la vida de un hombre bueno, el médico Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70. La historia relata la vida del doctor, padre de familia preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas. En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad características de una educación fundamentada en la tolerancia y el amor, pero la tragedia asomaba.

Conviene ver: “El olvido que seremos” llega a las salas después de un recorrido internacional que llevó a tener el sello del Festival de Cannes 2020, clausurar el Festival de San Sebastián 2020 y ser elegida como la representante de Colombia para los Oscar 2021. Una mirada nostálgica, tierna y cruda a un pasado, el de un hombre bueno, que es cómo se nos presenta al padre del escritor de la novela, Héctor Abad Faciolince, un doctor que es una suerte de Atticus Finch de “Matar a un ruiseñor” o George Bailey de “¡Qué bello es vivir!”. Un hombre de familia y doctor respetado en la universidad y en su espacio de radio que también lucha frente a la intolerancia de una sociedad polarizada, dividida y violenta como la del Medellín de la década de los 70, hecho que lamentablemente no ha cambiado mucho por el tiempo y que le hizo estar en el punto de mira por su figura incorruptible y combativa desde el punto de vista del humanismo y de las ideas. Uno de esos hombres que inculcaron respeto y valores de tolerancia a los suyos creándoles un referente moral de esos que marcan de por vida a los que se toparon con él. Todo un ejemplo de, a pesar de todo, ganas de vivir que mantuvo su posición en época de recortes sanitarios estando muy legado a la calle y a esos barrios marcados por la pobreza y por niños desnutridos. “El olvido que seremos” es una propuesta que, aun así, arroja luz a pesar de la complejidad de la época y de tener a un protagonista que, a pesar de que fue perseguido por sus ideas, siempre pensó en los demás irradiando esa energía que lleva a salir hacia adelante pensando más en el altruismo que en anclarse en el odio o en el rencor. Sufre un academicismo demasiado pronunciado, y que la película se quede más centrada en la figura del carismático protagonista que en el desarrollo narrativo, pero es uno de los trabajos más inspirados de un Fernando Trueba que ha tenido en el libro que adapta una de sus obras y recomendaciones de cabecera, contando con su hermano David para el guión y, en parte, recordando en su evocación a lo que hizo Alfonso Cuarón en "Roma" (2018). Un trabajo cálido, humano y reconfortante, pretendidamente clásico y no especialmente sutil, elevado por un Javier Cámara que, además de parecerse al personaje físicamente, imprime con verosimilitud el acento colombiano y ese derroche de pasión didáctica y edificante con la que inundaba a los suyos de buenos sentimientos en contraposición al horror y a la sinrazón. Frente a tiempos revueltos y oscuros, con la sanidad y la política en entredicho, con posicionamientos y crispaciones, lo que queda por encima de todo como la mejor medicina para la esperanza es la abnegada y emotiva historia de amor de un padre y un hijo así como el legado que fue capaz de dejar el uno en el otro quedando ahora compartido por siempre tanto para los lectores como espectadores que se acerquen a esta historia.

Conviene saber: Goya 2021 a la mejor película iberoamericana.

La crítica le da un SEIS