"Nieva en Benidorm"
La web oficial.
El argumento: Peter Riordan es un hombre solitario, maniático y metódico, obsesionado por los fenómenos meteorológicos. Cuando le dan la jubilación anticipada en el banco de Manchester en el que ha trabajado toda su vida decide visitar a su hermano, Daniel, que vive en Benidorm. A su llegada a la ciudad descubre que su hermano ha desaparecido y que éste era propietario de un club de burlesque donde trabaja Alex, una misteriosa mujer que ejerce una poderosa fascinación sobre él. Peter y Alex intentan averiguar qué ha sido de Daniel, ayudados por una policía obsesionada por la presencia de Sylvia Plath en los años cincuenta en Benidorm.
Conviene ver: "Nieva en Benidorm" es lo nuevo de Isabel Coixet, una directora siempre inclasificable y activa que alterna largometrajes, documentales, cortos y vídeos con un ritmo asombroso. En este caso presenta un homenaje al cine negro jugando con sus claves y cliché en un entorno como Benidorm, postal turística de referencia, pero también un lugar que bajo su superficie permite jugar con el enigma ante el contraste y las diversas personas que transitan por una burbuja en la que vemos desde a una “femme fatale” hasta una policía obsesionada por Sylvia Plath pasando por un taxista caradura, una limpiadora enigmática o un carnicero mafioso. Un cóctel en el que hay mucho de ensoñación para una directora que en este momento ya disfruta de su libertad a la hora de hacer cine, asentado su estatus en la industria del cine español. “Nieva en Benidorm” es uno de los trabajos menores de Coixet, como esas películas de Woody Allen que estrena todos los años y que digieres con agrado pero después olvidas, funcionando mejor en la parte de nostalgia por un pasado y una juventud que no volverá que en la trama del hermano desaparecido que es un poco thriller con gaseosa. Una cinta que se queda en lo conceptual y en su superficie porque da la impresión de que la directora no ha logrado sacar todo el jugo que tenía la historia con personajes desconexos que parecen estar en películas diferentes por mucho que lo intenten Timothy Spall, en su soledad de mirada desvalida, Sarita Choudhury, sensualidad y mostrando en su rostro la dureza de lo vivido, así como Pedro Casablanc, Ana Torrent y Carmen Machi, algunos más anecdóticos que otros pero que hacen lo que pueden con lo arquetípico de sus roles en un entorno singular y de irrealidad. En verdad no estamos más que ante la clásica historia que suele tocar la directora en su cine con un protagonista que se siente solo en un entorno tan variopinto como desconocido, aquí marcado por el turismo extranjero, actividades geriátricas que van del taichí a un coro, los espectáculos casposos, despedidas de solteras y monólogos vaginales creando una atmósfera surrealista, marciana y confusa como las luces de neón de un sueño del que más tarde o temprano despertarás cuando salgas de allí. El protagonista sabe que no encaja y que ese no es su sitio pero también tiene la nobleza y el convencimiento para saber que tiene una misión que cumplir, algo que podrá hacer ante la libertad que le da no tener ataduras y, en el fondo, ser un alma que deambula sin rumbo fijo una vez que ha sido prejubilado a la fuerza en su trabajo y que se abrirá a nuevas sensaciones como el amor demostrando que esto es un sentimiento al alcance de cualquier ideal y que todo el mundo se merece experimentar la aventura de la vida aunque sea tarde como acicate para un mundo de solitarios en el que unos lo disimulan mejor que otros. Un lugar con puntos oníricos para depurar dramas personales y coger impulso a través de una soledad que se transforma en alianza bañando de sabiduría reflexiva la cinta debido a los caprichos que tiene el paso del tiempo. “Nieva en Benidorm” es sobre todo un ejercicio juguetón que se ha dado la directora, evocando referencias y sensaciones llenas de melancolía, pero que no termina de resultar sobre todo con un final tan abierto como abrupto.
Conviene saber: Es el nuevo trabajo de Isabel Coixet tras triunfar en los Goya con "La librería" (2017) y estrenar tanto en salas como en Netflix "Elisa y Marcela" (2019). El Deseo produce, siendo la tercera colaboración con la directora después de “Mi vida sin mí” (2003) y “La vida secreta de las palabras” (2005), y la cinta abrió el Festival de Valladolid 2020.
La crítica le da un CINCO