"Regreso a Hope Gap"
La web oficial.
El argumento: Edward toma la decisión de dejar a su mujer Grace tras 29 años de matrimonio. A partir de este momento, cada uno de ellos, a su manera, buscará la forma de rehacer su vida en un pequeño pueblo costero cerca de los acantilados de Hope Gap.
Conviene ver: “Regreso a Hope Gap” es un drama maduro, sensible y nostálgico sobre la ruptura de una pareja asentada en la rutina tras casi tres décadas de matrimonio, marcado por la admiración intelectual y el calmado cariño fruto de los años, que decide que es el momento de separar sus caminos y encontrar nuevas motivaciones en sus vidas, provocando un gran shock tanto en su ámbito personal como familiar. William Nicholson, que ya escribió la obra de teatro "La retirada de Moscú" en 1999 basada en la separación de sus padres, se inspira en ella a la hora de dirigir una cinta en la que supera una realización bastante convencional dotándola de elegancia, encanto y una emoción sutil y contenida que impregna a unos personajes que se presumen auténticos, asistiendo al espectador a este relato sobrio y amargo que en ningún momento es complaciente abordando aspectos como la soledad, la incomprensión, las segundas oportunidades y la evocación de los lugares y momentos que nos hacen felices, todo en un marcado lenguaje poético que envuelve y expresa los sentimientos y el bagaje cultural de estas personas, él profesor y ella editora, que no sufren más que las consecuencias de una relación gastada por el paso de los años y en la que lo que les unió no ha sido tan fuerte como para resistir el paso del tiempo.
Un drama de herencia teatral que combina el tono austero y profundo de las historias de pareja de Bergman con esa eficacia británica que destaca tanto en su atmósfera como en el aspecto interpretativo. Annette Bening y Bill Nighy están estupendos, sin artificios y destilando verdad, ella como una mujer que no comprende haber llegado a éste punto, que ha tendido a criticar y a minar a su marido y que prefiere considerar que está muerto a que ha abandonado la casa, brillante en esa vena caustica que es la coraza de su profunda fragilidad, y él como un hombre exhausto por tantos años de vida en común que cree encontrar una nueva oportunidad cuando vuelve a enamorarse de la madre de un alumno que le hace sentirse querido por primera vez en mucho tiempo, mientras que el espectador termina empatizando con la perspectiva y narración del hijo único de la pareja (un cada vez más al alza Josh O'Connor) que, ante su equidistancia en la que sabe que no puede tomar partido, vuelve al hogar familiar y asiste a cómo el mundo en el que ha creído se desmorona evocando la convivencia pasada con sus padres, llena de paseos y recuerdos, y siendo consciente de que, dentro de la zona de confort en la que ha estado protegido por ellos, nunca se ha preocupado e interesado en verdad por lo que les pasaba, así como por sus propios sentimientos y preocupaciones que le llevan a sentirse solo y ser incapaz de abrirse los demás. Un trabajo conmovedor por parte del actor que ve como lo único que consideraba cierto en la vida, el amor de sus padres, tampoco es tal poniendo corazón y alma frente a la facilidad aparente con la que sus padres en la ficción expresan tantas cosas tirando de veteranía y oficio. Un film íntimo y eficaz, entre el tono repasado y apesadumbrado de un amor roto al igual que el oleaje que golpea a los acantilados de Seven Sisters (Sussex) que envuelven a la cinta, que se eleva notablemente por el trabajo de sus actores y por la delicadeza con la que trata temas tan universales como difíciles de expresar con sencillez y honestidad y que se orientan sobre todo a cómo cada uno intenta encontrar el camino de su felicidad bien sea solo, en pareja o encontrando una nueva motivación a su vida utilizando la experiencia de uno para ayudar a los demás. Y es que finalmente basta la única aparición de uno de los personajes para dejar clara la esencia de la película y que no es otra que de entre tres personas desdichadas alguien se atreva a dar el paso para que, al menos, dos puedan ser felices.
Conviene saber: Mejor película y mejor actor (Josh O´Connor) en el BCN Film Fest 2020.
La crítica le da un SIETE