"El rey del barrio"

La web oficial.

El argumento: Una comedia semiautobiográfica sobre los años que pasó Pete Davidson en Staten Island, incluyendo la muerte de su padre el 11-S y su introducción en el mundo de la comedia.

Conviene ver: "El rey del barrio" es una cinta que juega con el mito del payaso triste en el ámbito de la stand-up comedy contemporánea con una propuesta a través de una historia catártica en la que el impulsor de la nueva comedia usamericana, Judd Apatow, va ganando en madurez y oscuridad en su cine a través de la historia real del cómico Pete Davidson, salido de la cantera del “Saturday Night Live”, en su camino hacia triunfar en el terreno de la comedia y con la sombra de la muerte de su padre bombero en los atentados del 11-S cuando él tenía 7 años y al que tiene en un pedestal. Hay ternura y melancolía en una historia en la que Davidson puede brillar en el fino equilibrio entre los ramalazos de comedia y la intensidad emocional y dramática desde un punto de vista psicológico a la hora de llevar el trauma. Un tipo que tiene que dar el salto sino quiere terminar como un porrero anclado en el sofá cuya única motivación es hacerse otro tatuaje y cuando su vida cambia tras volver a enamorarse su madre y la marcha de su hermana a la universidad. Una propuesta naturalista y de costumbrismo social, tan propia del “american dream” pero de una manera orgánica, en la que Apatow demuestra lo bien que retrata el Síndrome de Peter Pan en su cine y cómo maneja a los actores y fomenta que brote en ellos todo el carisma que pueden dar pero también lo dado que es a que sus historias se dispersen y se vayan en duración, explayándose en conversaciones y situaciones, afectando al resultado final. Judd Apatow ya no es el de la comedia transgresora, pecando ahora más de convencional, pero su cine gana hechuras sin renunciar a la agilidad de sus diálogos y conectando con el humanismo, en ocasiones patético pero siempre con corazón, de Hal Ahsby y James L. Brooks hablando de la pérdida, de camaradería y de redención a lo que contribuyen la melancolía de la fotografía de Robert Elswit y la música de Michael Andrews. Una de sus bazas es siempre llenar de carisma a unos personajes a los que irremediablemente se les coge cariño a pesar de que sean antipáticos, cargantes o inmaduros. A destacar un sorprendente Pete Davidson, en su particular terapia de choque, en esta emotiva dramedia con inteligentes e ingeniosos diálogos y con un estupendo reparto formado por Marisa Tomei, Bill Burr, Steve Buscemi, Bel Powley, Pamela Adlon y Maude Apatow en la que todos contribuyen a facilitar ese gancho que permita al personaje agarrarse a la vida y no terminar devorado por sus fantasmas.

Conviene saber: Es el nuevo trabajo de Judd Apatow que no dirigía desde "Y de repente tú" (2015).

La crítica le da un SEIS