“Nunca, casi nunca, a veces, siempre”
La web oficial.
El argumento: Autumn, una apática y callada adolescente, trabaja como cajera en un supermercado rural de Pennsylvania. Viéndose obligada a sobrellevar un embarazo accidental y sin alternativas viables para poder realizar un aborto en su propio estado, ella y su prima Skylar reúnen algo de dinero y se embarcan en un autobús rumbo a Nueva York. Con la dirección de una clínica apuntada en un papel y sin un lugar en el que pasar la noche, las dos chicas se adentran en una ciudad que desconocen.
Conviene ver: La norteamericana “Nunca, casi nunca, a veces, siempre” ha sido una de las grandes sorpresas que nos ha dejado esta cosecha del 2020. En ella la directora Eliza Hittman (que ganó el premio a mejor dirección en el Festival de Sundance 2017 por "Beach rats") habla del aborto a través de la historia de una adolescente de un entorno rural y sin apenas recursos que se ha quedado embarazada y que decide someterse a una interrupción. Sin alternativas para poder realizarlo en el estado de Pennsylvania reunirá el dinero junto a su prima y emprenderán un viaje a Nueva York para acudir a una clínica. Es una mirada naturalista y descarnada a una generación que no alberga ningún tipo de esperanza. Autumn tiene tan solo 17 años, trabaja como cajera en un supermercado y un embarazo accidental puede arruinar todavía más cualquier expectativa de futuro, el aborto es la única opción posible y no tiene vías para hacerlo en el estado en el que vive y tendrá que lanzarse a la aventura de ir a Nueva York, sin más dinero que unos ahorros y sin más compañía que la de su prima. Las dos jóvenes realizarán un viaje lleno de incertidumbres porque van a un lugar completamente desconocido para ellas y debido a algo que resulta especialmente doloroso y humillante teniendo que lidiar con una situación inesperada, la cuál no saben cómo es la mejor manera de abordar.
Resultan cautivadoras Sidney Flanigan (atención a un maravilloso y revelador primer plano sobre ella) y Talia Ryder como unas jóvenes que durante esos días establecen, prácticamente sin mediar palabra, otro tipo de vínculo entre viajes en metro, karaokes y paseos en bucle para matar el tiempo que puede definir su relación en el futuro en un entorno tan atrayente como desconocido para ellas y que les llevará a encontrarse con un joven que no se sabe si quiere ayudarlas o aprovecharse de ellas, como en definitiva la figura como tal del hombre que no sale bien parado. Otro de los grandes aciertos de esta película es que ni tira de artificios ni realiza un juicio moral, Eliza Hittman es objetiva a la hora de plasmar las diferentes posturas en torno al aborto y lo hace de una manera muy sutil, sin recursos melodramáticos, con un personaje central callado y que reacciona con absoluto verismo cuando alguien ajeno a su mundo le hace una pregunta rutinaria y que puede ser la clave del calvario que ha sido su existencia siendo una propuesta en la que lo de menos sea saber quién es el padre ya que aunque se intuyen tres opciones la cinta no va sobre eso sino sobre la desorientación y el baño de realidad que supone afrontar una decisión que condicionará la vida de una chica para siempre siendo capaz de sobreponerse. Además, presenta una de las mejores escenas del año como ese cuestionario al que es sometida la protagonista y que hace referencia al título de la película. “Nunca, casi nunca, a veces, siempre” es una muestra de cine independiente procedente de los Estados Unidos que bebe del realismo social europeo de los hermanos Dardenne y que es una aproximación honesta a lo que significa ser adolescente en la actualidad sin artificios y logrando que el desconcierto ante la inexperiencia de lo que viven estás jóvenes se transmita de manera orgánica al espectador porque, en definitiva, la vida no tiene manual de instrucciones y uno tiene que intentar no naufragar frente a los oleajes de la misma.
Conviene saber: Ganadora del Premio especial del Jurado en el Festival de Sundance 2020 y del Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín 2020. También ha participado en la sección Perlas del Festival de San Sebastián 2020.
La crítica le da un OCHO