Cine en serie: "Una confesión", burocracia, dolor y reparación
Querido Teo:
“Una confesión” es una de las recientes miniseries británicas que han podido verse en España a través de Movistar+. Un procedimental duro, seco y lleno de intriga que se basa en un suceso real ocurrido en 2011 que parte de la desaparición de Sian O’Callaghan, una joven británica de 22 años de una localidad del suroeste de Inglaterra, encontrada muerta unos días después y cuyo caso acaba conectado con otro anterior, el de Becky Godden, otra joven que tiene en su caso problemas con las drogas y de la que su madre no sabe nada desde hace muchos años. ITV produce esta serie creada y escrita por Jeff Pope (nominado al Oscar 2014 por “Philomena”) y protagonizada por Martin Freeman, Imelda Staunton y Siobhan Finneran.
“Una confesión” es una crónica del caso manteniendo los nombres reales de todos los intervinientes en el mismo pivotando a través del dolor materno por un lado y, por otro, la labor y praxis del detective Steve Fulcher, interpretado por Freeman, que le lleva a saltarse el protocolo buscando la rápida confesión del principal sospechoso, Christopher Halliwell.
Una propuesta abordada con sobriedad y que, a pesar de su interés a lo largo de los seis capítulos, queda algo deslavazada y confusa por momentos aunque sea realmente interesante ver uno de los males de nuestro tiempo como es la lentitud de la justicia perdida en una burocracia que crea desazón y estupor a las víctimas propiciando incluso posibles vías de escape en pro de una presunción de inocencia demasiado laxa en algunos casos y más cuando ésta es revertida ante artimañas de abogados que llevan a que al final se ponga más en el foco de cuestión al agente de la ley, minucioso y esforzado, que a un muy probable asesino.
Uno de los aciertos de esta miniserie con capítulos de una hora de duración es de ir de menos a más pasando de ser un procedimental al uso, con unos personajes bastante definidos y esquemáticos, a dar un giro que siembra la duda y ayuda a tener una vertiente más amplía de los tres personajes principales así como aquellos que les rodean y las reacciones que tienen. Es el caso del marido piloto de una de las madres o la actitud del beligerante padre de una de las chicas. Y es que también asistimos a cómo el dolor y ciertos prejuicios llevan a dos madres, que comparten una misma circunstancia, a vivir desconectadas entre sí, entre negándose a la evidencia por un lado, pelear por la verdad por otro y luchar para que un caso no quede engullido por el otro y ambas víctimas encuentren su paz y justicia, hecho que merecen a pesar de sus distintos orígenes y problemas previos antes de perder la vida de manera trágica.
Desde la desaparición y muerte de O´Callaghan en Marzo de 2011 hasta la condena definitiva de su asesinato en Septiembre de 2016 pasaron más de cinco años de disputas judiciales y de incomprensión de unas familias sin consuelo acrecentado por la acusación de las autoridades ante la actuación de Fulcher por violar las directrices de la Ley de Policía y Prueba en materia penal de 1984 al no llevar a Halliwell a una comisaría, no leerle los derechos y negarle el acceso a un abogado durante el período en que se obtuvieron las confesiones con el fin de obtener las pruebas irrefutables de su culpabilidad llevándole al descubrimiento “in situ” del segundo cuerpo.
“Una confesión” se trastabilla en ocasiones y no termina de ser una serie destacada en la temporada seriéfila pero es una apuesta digna por el hecho de ver como el rígido engrasado del sistema es una lenta maquinaria imprevisible, compleja y dilatada que corre peligro de errar en pro de la defensa de lo arcaico de algunos de sus puntos. También por ver a un Martin Freeman que sorprende en cada trabajo por su sobriedad y angustia matizada del hombre común y por una Imelda Staunton que parte el alma ante el drama de una madre que sólo quiere respuestas y dar paz a la memoria de su hija. Un drama sobre la volatilidad de nuestras vidas y sobre el amparo y apoyo necesario entre los unos a los otros frente a un sistema que intenta impartir justicia pero que ni cobija ni repara como debiera.
Nacho Gonzalo