Conexión Oscar 2020: Película internacional
Querido Teo:
La edición del cambio de nomenclatura en una categoría ahora conocida como película internacional y que partió con 93 países en la carrera al Oscar antes del corte de 10 películas que sería el preámbulo para que España rompiera la maldición después de 15 años. "Dolor y gloria" alcanzando la candidatura a pesar de sufrir el ciclón "Parásitos" desde que ambas coincidieran en el Festival de Cannes, por otra parte el lugar que se está confirmando como lanzadera de la categoría ya que 3 de las 5 nominadas comenzaron allí su recorrido.
Los candidatos
“Corpus Christi” (Polonia)
Polonia se ha convertido en uno de los países que mejor está atinando en sus elecciones hacia el Oscar sumando la cuarta candidatura de la década tras “In darkness” en 2012, “Ida” en 2015 (ganadora del Oscar) y “Cold war” en 2019. En esta ocasión el joven director Jan Komasa, de 38 años, presenta una cinta que sin hacer ruido ha ido haciendo camino desde que se pudo ver en el Festival de Toronto adentrándose en el drama religioso y psicológico tratando temas como la redención y la fe con esa atmósfera envolvente viendo como un impostor puede dinamitar desde dentro las concepciones de todo un sistema.
“Corpus Christi” es la historia de Daniel, de 20 años de edad, quien experimenta una transformación espiritual mientras vive en un Centro de Detención Juvenil. Quiere ser sacerdote, pero esto es imposible debido a sus antecedentes penales. Cuando es enviado a trabajar a un taller de carpintería en una pequeña ciudad, a su llegada se viste de sacerdote y se hace cargo accidentalmente de la parroquia local. La llegada del joven y carismático predicador es una oportunidad para que la comunidad local comience el proceso de sanación después de una tragedia que ocurrió allí. Una cinta sólida y absorbente que, a pesar de un abrupto final, cala por su empaque y por la interpretación del actor Bartosz Bielenia.
“Honeyland” (Macedonia)
Macedonia ha conseguido el hito de ser el primer país que logra doble nominación tanto en la categoría de mejor documental como en la de mejor película internacional. Hasta la fecha sólo había conseguido la candidatura por “Antes de la lluvia” en 1995. En esta ocasión es por un documental sobre la última mujer recolectora de abejas de Europa. La mujer devolverá salvar a las abejas devolver el equilibrio natural a Honeyland cuando una familia de apicultores nómadas invade su tierra y amenaza su sustento. Tamara Kotevska y Ljubomir Stefanov llevan a cabo su primer trabajo en este campo y sus posibilidades son mayores en la categoría documental ya que nunca ha ganado ninguno en este apartado internacional.
Un trabajo tan hermoso como hipnótico que va de lo local a lo universal a la hora de hablar de medios de subsistencia, sistemas de vida y el valor de la naturaleza para unos oficios tan necesarios como tendentes a la desaparición llenando de incertidumbre el futuro del sector agrario, el más conectado con las nuestras raíces y la tierra. La cinta no ha hecho más que recoger parabienes desde que hace un año ganara el Premio del Jurado al mejor documental en el Festival de Sundance.
“Los miserables” (Francia)
Absoluta dominadora de la categoría Francia alcanza su 40ª nominación aunque su presencia en los Oscar sea ahora mucha más residual que en épocas pasadas. Desde que el país ganara su último Oscar por “Indochina” en 1993 el goteo de ausencias en los Oscar ha sido constante, entre otras cosas por algunas decisiones cuestionables en las elecciones de sus películas aunque también sea evidente cierto recelo a esa industria ante las medidas proteccionistas que se llevan a cabo en el cine galo frente a las producciones de Hollywood. Sea por lo que sea, Francia lleva casi 30 años sin rascar Oscar y en la última década sólo “Mustang” llegó a ser finalista en 2016.
El documentalista de origen malí Ladj Ly se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada desde que “Los miserables” fue proyectada en el Festival de Cannes y posteriormente ganara el Premio del Jurado. La cinta se impuso a “Retrato de una mujer en llamas” y “Proxima” como candidata al Oscar de su país y, a pesar del fervor crítico de la cinta de Céline Sciamma, la cinta de Ly se le ha ido imponiendo en todas las citas en las que han coincidido a la espera de unos premios César en las que ambas parten como favoritas. En esta película, heredera del corto del mismo título llevado a cabo por el director, Stéphane se une a las brigadas anticriminales de Montfermeil en 1993. Allí conoce a sus nuevos compañeros, Chris y Gwada, que le muestran las enormes tensiones que existen entre los distintos grupos organizados que pelean por hacerse con el control del distrito. “Los miserables” es un potente retrato rodado con verdad y nervio sobre esa Francia raída que vemos en los noticiarios, la de un caldo de cultivo en permanente ebullición que históricamente dio estallidos como la Revolución Francesa de 1789 o las revueltas estudiantiles de Mayo de 1968 y que ahora se traduce en las manifestaciones de los llamados “chalecos amarillos”, las quemas de coches de hace una década y en el desarraigo de una sociedad multicultural pero que convive mirándose con recelo estigmatizada por la raza y lo poco que tienen en el bolsillo. Un trepidante relato crítico sobre nuestro tiempo, el abuso policial y el estigma al que se somete la inmigración en el que parafraseando a la inmortal obra de Victor Hugo se demuestra que no hay malas hierbas ni hombres malos sino malos cultivadores.
“Dolor y gloria” (España)
Con la 20ª nominación para nuestro país en la categoría, “Dolor y gloria” supone el regreso de Almodóvar a los Oscar y por extensión tanto del cine español como de la recuperación de España (empatada con Alemania) como país con más candidaturas al Oscar después de Francia e Italia. Tras “Mujeres al borde de un ataque de nervios” en 1989 y “Todo sobre mi madre en 2000 (que ganó el Oscar), Almodóvar vuelve a una categoría en la que la suerte no ha terminado de estar de su lado ya que ni “Hable con ella” fue elegida en 2003 por la Academia del cine español (prefirió enviar “Los lunes al sol” aunque posteriormente Almodóvar conseguiría nominaciones al Oscar en dirección y guión) ni “Volver” pasó el corte de Hollywood para hacerse con la nominación en 2007. Ahora sí que ha podido ser con “Dolor y gloria”, sino la película más redonda del director si la más personal y catártica tratando temas como la soledad, la enfermedad y el cine como refugio vital frente a los fantasmas de los recuerdos.
“Dolor y gloria” se mueve en una emoción latente, nunca desatada, escenas poderosas y hermosas en su simbolismo, en una especie de diván cinematográfico en el que el director se explaya en una de sus cintas más discursivas y monologadas depurando al máximo su estilo y forma en la que es no sólo su mejor película desde “Volver” (hace 12 años) sino también una de las que más ha aunado unanimidad a su favor tanto de parte de los que adoran al director como de los que son más escépticos con él completando una improvisada trilogía catártica junto a “La ley del deseo” (1987) y “La mala educación” (2004). Un viaje por una vida, una carta de amor a la figura de la madre, un canto a seguir adelante con la fuerza que da la experiencia y la mochila del pasado. Y es que sí que estamos ante uno de esos trabajos que sólo demuestran el alcance del arte de un genio que gustará a un público amplio pero, sobre todo, conectará con los más cercanos a la sensibilidad, vida y trayectoria del director. Todo sostenido en la mirada y sensibilidad de un Antonio Banderas aupado a nivel internacional como una de las mejores interpretaciones del año como ese alter-ego del director. Lo único que le separa del Oscar es competir con el fenómeno cinematográfico del año.
“Parásitos” (Corea del Sur)
Con su primera nominación en esta categoría Corea del Sur ha roto el molde y se convierte en la película que más cerca ha estado nunca de ganar tanto el Oscar de mejor película internacional como el de mejor película. “Parásitos” es la séptima película en estar nominada en la categoría general y en la extranjera después de “Z” de Costa-Gavras, “Los emigrantes” de Jan Troell, “La vida es bella” de Roberto Benigni, “Tigre y dragón” de Ang Lee, “Amor” de Michael Haneke y “Roma” de Alfonso Cuarón. Lanzada desde la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y tras su colaboración con Netflix, Bong Joon-ho ha asaltado la banca con un drama familia con mucha crítica social y humor negro que ha trascendido las barreras del cine oriental alcanzando un enorme fervor a nivel internacional tanto de crítica como de público.
El título de Bong Joon-ho es sitcom familiar llena de humor negro convertido en ingenio crítico y desbordante retratando la diferencia económica, la burguesía sustentada en el capitalismo y el pijerío de la casta en barrios residenciales y criados, en un inteligentísimo ejercicio en el que se juega con la mezcla de géneros arrojando un conjunto permeable pero que siempre cae de pie ante la solidez del armazón creado por el director con una apabullante y medida puesta en escena y el equipo de guionistas sobre una historia que engancha al espectador por lo bien narrada que está, siendo algo novedoso y muy original, el brillante trabajo de sus actores y por el impecable dominio de la cámara en el que todo se mueve al son de la cadencia de la orquesta que hace sonar el realizador por muy vertiginoso que ello sea. La rebelión de los pobres frente a los ricos, los indignados frente a la opulencia de los que tienen dinero y poder por castigo, que llevan a cabo un plan para introducirse los distintos miembros de una familia como una plaga en una casa de la elite tanto como asistenta, profesor particular y chófer de la familia conformando un sainete tétrico y claustrofóbico ante la polarización de ambos bandos entre el desprecio, el recelo y el desdén con principalmente dos escenarios como son un chalet diáfano y un sotano inundado desde el que es difícil encontrar Wi-Fi. Con ecos a la “Viridiana” de Buñuel y a la propia “Snowpiercer (Rompenieves)” del director, es visualmente redonda, y con ciertos desbarres que se perdonan en su acto final creando una apuesta enormemente estimulante. Un Oscar que premiaría no sólo a esta película sino a un cine oriental cada vez más en alza por los festivales pero que, hasta ahora, seguía sin haber saltado con fuerza a la arena de los premios quedándose a las puertas de ello títulos de una cinematografía en forma con títulos recientes ya inolvidables como "Hierro 3", "Old boy", "La doncella" o "Burning".
El dictamen
Ganará: “Parásitos” (Corea del Sur)
Alternativa: “Dolor y gloria” (España)
Quiero que gane: “Parásitos” (Corea del Sur)
Echo de menos: “El traidor” (Italia)
Nacho Gonzalo
Sobre el papel, esta es una de categorías más cantadas de la noche del 9 de Febrero, no en vano, la propuesta surcoreana ha tenido una figuración avasallante por donde quiera que ha pasado, incluyendo por supuesto, la industria y las asociaciones de críticos más influyentes de Estados Unidos. En términos generales, sería el reconocimiento (tardío) a una de las cinematografías más rompedoras del actual panorama mundial.
Precisamente los argumentos antes expuestos, que constituirían los sueños húmedos de cualquier persona que se haga llamar realizador (por profesión o por petulancia) también se puede transformar en la principal piedra en el zapato para la brillante producción surcoreana y es que, los académicos nunca se han caracterizado por la modestia en sus elecciones y mucho menos que les indiquen por quien votar. El desgaste que ha experimentado la cinta de Joon-ho y la monotonía en que se ha convertido la categoría de película internacional puede desencadenar en otro "Laberinto del Fauno" y en este orden de ideas, la producción de Pedro Almodovar puede convertirse en una de las grandes sorpresas de las premiaciones. En todo caso, ésta hipótesis no sugiere que la candidatura de Corea del Sur se marche con el marcador en blanco, porque bien podría obtener su reconocimiento en la categoría de guión original.
Ganará: Parasite (Corea del Sur)
Alternativa: “Dolor y gloria” (España)
Debería ganar: Parasite (Corea del Sur)
Sorpresa a ganar: Honeyland (Norte de Macedonia)
Debería estar nominada: Truth and Justice (Estonia)