"Los consejos de Alice"

La web oficial.

El argumento: El alcalde de la ciudad de Lyon (Francia), Paul Théraneau, se encuentra en una posición delicada. Tras pasar 30 años en política se empieza a a quedar sin ideas y siente que sufre una especie de vacío existencial. Para superar esta adversidad, Paul decide contratar a una brillante filósofa, la joven Alice Heinmann. Entre ambos se desarrolla un diálogo en el que sus respectivas personalidades cambian drásticamente su forma de ver y entender el mundo.

Conviene ver: “Los consejos de Alice” trata sobre el alcalde de la ciudad de Lyon que, tras 30 años en el cargo, ve como lo que le llevó a la pasión y el progreso político, las ideas, empiezan a escasear en su mente necesitando la ayuda de una joven filósofa para que esa facilidad vuelva a rebrotar en él. Una cinta entre la comedia de ingenio y la parodia social que tiene como gran baza el reflejo de esos pasillos políticos y toda la maraña de personas, intereses de partido y reuniones baldías que hay detrás de una cara visible así mientras la clase política se va olvidando de la realidad social conforme va ganando años en el mando perdiendo la perspectiva de la calle. “Los consejos de Alice” es de esas cintas que los franceses hacen tan bien en la que se permiten a través del choque de dos personajes en contraste hablar de temas importantes, aquí la escasez de pensamiento y reflexión en un mundo político aborregado con dificultades para conectar con la ciudadanía, por otro lado desencantada, vacía y sin un futuro alentador. Muy bien Fabrice Luchini y Anaïs Demoustier en sus diálogos, réplicas y dependencia común a la hora de encontrarse tanto en su faceta profesional y, sobre todo, como en la personal cuando las ideas ya son meras entelequias desvanecidas en la memoria. Un escenario en el que se enfrenta la vieja política con los idealismos de los nuevos discursos en un momento de crisis del sistema y del estado de bienestar como sustento de una clase media en desaparición. Cine de tiralíneas muy efectivo a la hora de defender el poder de la palabra y la necesidad de la intelectualidad como combustible, consejero y dinamizador político y social, en un mundo de retos hacia el futuro o de conformismo, conformando una más de esas dramedias que llegan del cine francés temporada tras temporada aunque en este caso trate aspectos interesantes pero se queden a medio camino sin terminar de rebrotar a pesar de sus indudables paralelismos con la situación política actual en un paralelismo entre el valor de las ideas como acicate frente a una maquinaría anquilosada y el pragmatismo al que empuja el sistema.

Conviene saber: La cinta está dirigida por Nicolas Pariser y ganó el premio de la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes 2019 y estuvo en la sección Perlas del Festival de San Sebastián 2019.

La crítica le da un SEIS