"Richard Jewell"

La web oficial.

El argumento: Richard Jewell era un guardia de seguridad en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, el cual descubrió una mochila con explosivos en su interior y evitó un número mayor de víctimas al ayudar a evacuar el área poco antes de que se produjera el estallido. En un principio se le presentó como un héroe cuya intervención salvó vidas, pero posteriormente Jewell pasó a ser considerado el sospechoso número uno y fue investigado como presunto culpable.

Conviene ver: "Richard Jewell" es el nuevo trabajo del veteranísimo Clint Eastwood que sigue demostrando inquietud y cierta rebeldía temática a la hora de reivindicar a esos héroes anónimos cuestionados y maltratados por una presión mediática que lo cuestiona todo. Lo hace sin abandonar ese clasicismo en su puesta en escena que le lleva a una dirección efectiva, sobria y en la que, en esta ocasión, el juego de luces y sombras es casi un personaje más. Siguiendo la estela de “El francotirador” (2014), “Sully” (2016), “15:17 Tren a París” (2018) y “Mula” (2018) vuelve a adentrarse en un personaje real para narrar un hecho reciente político o social de la Historia USA, ahora en un guardia de seguridad que pasó de héroe a villano cuando fue cuestionado su papel ante el explosivo que se accionó durante un concierto en el parque olímpico de Atlanta en 1996 y que se saldó con dos muertos y un centenar de heridos. Una cinta modélica que maneja la tensión de manera equilibrada y efectiva destacando por su retrato de personajes, con un tipo que nos lleva a conectar con él ante la empatía que genera la encrucijada kafkiana en la que acaba inmerso, y que es un nuevo alegato reivindicativo de Eastwood en la lucha del individuo frente al sistema y cómo se convierte en víctima frente a la furibunda masa que sólo quiere un culpable y una historia que venda muchos periódicos. A partir de un artículo de Marie Brenner, Eastwood y el guionista Billy Ray llevan a cabo un acto de justicia para el protagonista (que falleció en 2007 de un infarto a los 44 años) llenando de humanidad a la película, alejada de cualquier ideología pero representando el hartazgo de la sociedad más conservadora que impulsó a Trump, y criticando la ladina escala de valores que la sociedad contemporánea lleva a cabo a la hora de encumbrar a iconos para después revolverlos en el fango. Y es que Clint logra que, a pesar de que sus ideas queden patentes y sean conocidas y notorias, la cinta no sea maniquea y que aborde con fina eficacia el agujero en el que el Estado lleva a un hombre acomplejado, asocial, apasionado de las armas pero también vulnerable, ingenuo y amante del orden y de su país, que ha visto como su lealtad y respeto casi devoto por un sistema que le es devuelto con desde su infancia a arrinconarlo y hundirlo al no encajar en el rol estandar y ser esa representación del "white trash" puramente usamericano. Una cinta convencional y clásica en forma pero mucho más libre e inconformista que muchos otros alegatos fílmicos que aquí vuela alto gracias a la química, emoción y carisma del trío formado por Paul Walter Hauser, Sam Rockwell y Kathy Bates, que logran ser creíbles inmersos en unos personajes que elevan del arquetipo, en esa maraña de drama personal, familiar, judicial y social que supone una crítica a la prensa sensacionalista sin escrúpulos, y todo lo que ésta es capaz para conseguir un buen titular, y la maraña del sistema representada por el FBI cuando desprotege a la ciudadanía más que ampararla. La verdad y honestidad que desprende el cine de Clint Eastwood sigue intacta así como su oficio como director a los 89 años reflejado en detalles como esa escena musical a ritmo de Kenny Rogers o en manejo del desarrollo emocional de la historia entre Richard Jewell, su madre y su abogado en el que, en muchas veces, no hace falta más que una mirada.

Conviene saber: Nominación al Globo de Oro 2020 a la mejor actriz de reparto (Kathy Bates).

La crítica le da un OCHO