"Las buenas intenciones"

La web oficial.

El argumento: Isabelle es adicta a las causas benéficas. Está siempre yendo de una acción humanitaria a otra. La llegada de una carismática benefactora al centro social donde trabaja amenaza su posición. Como una forma  de restaurar su reputación, Isabelle decide abrir una escuela para refugiados, cueste lo que cueste.

Conviene ver: “Las buenas intenciones” es una cinta que tiene ese tono del cine francés con crítica más sutil que incisiva pero indudablemente certera, en este caso sobre el altruismo y la solidaridad de boquilla, especialmente para la burguesía acomodada que va de progre, en un mundo en el que prevalece la dictadura de lo políticamente correcto y en el que pocos se mojan de verdad en ayudar a los más necesitados. Una comedia coral que aborda el tema del desarraigo, la competitividad malsana y el hecho de escudarse en vías de escape en pro de la generosidad para reparar traumas personales, aquí cuando una trabajadora social se encuentra más realizada y viva con su grupo de trabajo de inmigrantes que con su propia familia a la que sin pretenderlo deja de lado mientras da clases de francés en un centro social sin querer perder su estatus en el mismo cuando llega una nueva trabajadora y dando a los demás lecciones de adoctrinamiento progre sobre cómo hay que encarar la vida en base a nuestros ideales y contradicciones. Agnès Jaoui vuelve a hacer ese papel que borda habitualmente pero que también parece que siempre es el mismo siendo el rostro de la crisis de la mediana edad y de las inseguridades del día a día cuando nos sentimos relegados frente a los demás o, simplemente, hastiados de la vida convencional. Todo en clave de fina sátira y eficacia burlona con humor transgresor, entre la reivindicación solidaria y la vena ridícula a la que pueden llegar esas actitudes, sobre las contradicciones éticas, la coherencia del compromiso social y la condescendencia desde el que se aborda desde determinadas clases pero con una evolución en la historia rutinaria y poco sorprendente enarbolando el valor de esa otra familia que se crea por el destino y por nuestros actos al margen de los lazos de sangre. Entretenida y con un buen reparto que hace a la película entrañable y emotiva con el uso catártico final del Hymme à l´amour de Edith Piaf y divertida por el choque de etnias y caracteres tanto en las clases de francés como en las de autoescuela. El cine francés sigue sacando el máximo partido a cualquier propuesta que en esta ocasión habla de tolerancia, solidaridad y trabajo en equipo de manera accesible.

Conviene saber: La película está dirigida por Gilles Legrand.

La crítica le da un CINCO