"Le Mans 66"
La web oficial.
El argumento: Se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby y su conductor británico Ken Miles. Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966.
Conviene ver: “Le Mans 66” es un drama que narra la rivalidad entre la casa Ford y la casa Ferrari para ser los primeros en vencer en la carrera de resistencia de Le Mans en 1966. Aunque en su título en versión original habla del enfrentamiento entre una y otra casa la cinta no trata tanto de eso y adopta la perspectiva de Ford y esos apasionados de la velocidad y el motor encargados de llevar a la marca a uno de sus puntos más álgidos entre episodios de complicidad e infructuosos intentos por superar los límites de velocidad. La cinta logra mantener el ritmo durante sus dos horas y media en una película rodada con clasicismo pero que es tanto un drama adulto como un pepinazo a la hora de poder funcionar en taquilla. La carga emocional que tiene al final es arrebatadora y la camaradería e intereses corporativos está a lo largo de la cinta muy bien mostrada y no sólo por el hecho de estar contada a través de los ojos de Matt Damon y Christian Bale (éste vuelve a sacar petróleo de todo personaje) sino por contar con un reparto que está muy bien definido y dibujado en pantalla con su arco narrativo y emocional, destacando a Tracy Letts como el señor Ford (impagable ese viaje que comparte con Damon a toda velocidad) o ese prodigio de carisma que es el crío Noah Jupe (visto en “Wonder” o “Un lugar tranquilo”) como crío apasionado del motor y admirador de su padre que se lleva para sí la película en el desenlace como hijo del personaje de Christian Bale. James Mangold es un excelente director que con esta película incluso está por encima de la destacada “Rush” (2013), con la que comparte algunos elementos temáticos, erigiéndose como un drama adulto con vocación de taquilla y entretenimiento, luciéndose con una épica carrera de Le Mans en la que no faltó choque de egos y desafío a la técnica estando llena de emoción y verismo oliendo el caucho y sintiendo la velocidad más vertiginosa. Lo hace a través de las motivaciones de sus personajes y no abusando de escenas de celeridad adrenalítica en esta especie de carrera automovilística (mientras paralelamente en esos momentos se llevaba también la espacial entre americanos y rusos) en la que unos hombres bajo el manto de Ford intentaron romper la hegemonía de Ferrari que, a pesar de sus problemas económicos hasta que les compró Fiat al no vender coches comerciales sí que era ya por esa época sinónimo de prestigio, triunfo, glamour y velocidad, enarbolando la bandera del trabajo en equipo y la pasión común en una relación crepuscular entre los personajes de Matt Damon y Christian Bale con ecos a los western de John Ford. Y es que la alianza de Shelby y Miles es la de esos cuarentones, tan distintos como admiradores el uno del otro, que se agarran a la fe de su pasión para conseguir una gesta histórica frente al monopolio italiano de la época y bajo las presiones de todo un imperio como Ford que tiene sus propios intereses económicos, que desconfía de Miles por su aire rústico, iracundo e individualista, y no quiere dejar cabos sueltos por mucho instinto y pasión por el mundo del motor que se les ofrezca. Una película que entretiene, conmueve y sobre todo te deja atrapado en la butaca con una de esas épicas técnicas y humanas que alejadas de secuelitis y parafernalias demuestra que todavía hay esperanza para este tipo de cine en la industria USA sin renunciar a la emoción de una gran historia desconocida por el gran público y perfectamente contada y engrasada. Una película impecable y que engancha al espectador independientemente de si te gusta el mundo de las competiciones de motor o no ya que su calidad como película y la narración de la historia está por encima de todo.
Conviene saber: Tras sus dos películas centradas en el personaje de Lobezno James Mangold sorprende con este épico drama deportivo adulto que adapta el libro de A.J. Baime. La cinta pudo verse en el Festival de Toronto 2019.
La crítica le da un NUEVE