"El crack cero"
La web oficial.
El argumento: Seis meses después del suicidio del afamado sastre Narciso Benavides, una misteriosa y atractiva mujer casada visita a Germán Areta, prestigioso ex policía de la Brigada Criminal y ahora detective privado, para que inicie una investigación exhaustiva sobre el "Caso Benavides". La mujer está convencida de que el sastre, que era su amante, fue asesinado. Aunque su instinto le dice a Areta que la gente sólo mata por amor o por dinero, irá descubriendo que hay más motivos, y más de un sospechoso, para quitar de en medio al sastre...
Conviene ver: “El crack cero” es la precuela de una de las obras cumbres de la filmografía de José Luis Garci y que supuso un giro en la carrera de Alfredo Landa, alcanzando su consagración como actor dramático después de haberse convertido en uno de los principales iconos cinematográficos de la comedia de nuestro cine. En el pasado Germán Areta fue un brillante policía perteneciente a la Brigada Criminal que abandonó el cuerpo tras un suceso para reciclarse en el mundo de la investigación privada moviéndose como pez en el agua en los bajos fondos del Madrid que estaba viviendo su transición hacia la democracia. En este film obtenemos las respuestas a algunas de las incógnitas planteadas en las dos entregas de “El crack” en una España que vive los últimos coletazos del regimen entre humo de tabaco, partidas de poker, combates de boxeo y copas de Dry Martini. El personaje inmortalizado por Landa adquiere las facciones de Carlos Santos (ganador de un Goya por “El hombre de las mil caras”), que sustituye al inicialmente previsto Victor Clavijo, y el actor murciano supera con creces el reto ya que ha subido fundirse completamente en Germán Areta, parco, sobrio y poco sentimental, y lo mismo puede decirse de un sorprendente Miguel Ángel Muñoz que encarna con muchísimo acierto a El Moro, que en su día fue interpretado por Miguel Rellán. Los intérpretes (también los secundarios) y un guión coescrito por Javier Muñoz y José Luis Garci, y que respira el noir de James M. Cain (autor al que está dedicada la película), elevan considerablemente a un film que puede pecar de tener ciertos problemas de ritmo y de unos diálogos demasiado declamados. La música envuelve la atmósfera de nostalgia por un tiempo pasado, logrando el efecto de ser como una postal de la época, volviendo a contar con el trabajo de Jesús Gluck y con un trabajo de ambientación sobrio pero exquisito. “El crack cero” está hecha por y para los amantes del cine negro, y en particular para quienes disfrutaron con “El crack” y su secuela. Además, con esta oda a la nostalgia al Madrid anterior al nacimiento de la Movida, José Luis Garci, considerado por sus detractores como un director apolillado, ha rodado una película tan fuera del cine español de nuestros días, tan personal y ajena a las imposiciones comerciales, que la ha convertido en una obra atemporal que más de un director millennial envidiaría rodar. El oficio de Garci más su universo de cinefilía es un plus que da alas a la película por lo que tiene de envolvente y atractiva su atmósfera.
Conviene saber: Precuela de "El crack" (1981), que narra de nuevo las investigaciones del detective Areta en los convulsos años de la Transición Española. José Luis Garci sale de su retiro tras los fiascos de "Sangre de Mayo" (2008) y "Holmes & Watson. Madrid days" (2012).
La crítica le da un SIETE