Venecia 2019: "Historia de un matrimonio" y "Joker" se convierten en las reinas de lo que llevamos de edición

Querido primo Teo:

Un año más el Festival de Venecia ha tratado de evitar los embistes dados por Telluride y Toronto sacando a relucir toda su artillería pesada durante los primeros días y fue muy hábil de reservarse la proyección de la esperada “Joker” de Todd Phillips para la jornada del sábado y eclipsar completamente a lo que nos llegaba desde las montañas de Colorado. A pesar de una competencia que es feroz la Mostra está jugando con el alivio de haber sido la plataforma de lanzamiento de algunos de los títulos más premiados de los últimos años, sin irnos demasiado lejos de la edición del 2018 salieron “Roma” de Alfonso Cuarón y “La favorita” de Yorgos Lanthimos, y también de haberle ganado un tanto al Festival de Cannes y atreverse a expandirse a los nuevos modelos de exhibición. 

Hirokazu Kore-eda, que ganó Cannes 2018 con “Un asunto de familia”, ha abierto sus horizontes aventurándose en el cine francés con “La verdad” que ha sido un experimento que le ha hecho caer de pie ante la prensa de la Mostra. El cineasta nipón, sin renunciar a su sello personal, ha sabido adaptarse a la mentalidad europea para narrar la historia de una gran diva del cine galo, caprichosa como ella sola, que recibe la visita de su hija que es la única que ve al mito. Esa estrellona no podía ser otra que Catherine Deneuve que mantiene junto a Juliette Binoche un duelo interpretativo del que sale airosa ya que hace que ese personaje termine resultando cautivador. 

El Festival de Venecia fue el escenario de presentación para una de las grandes apuestas de de esta carrera, "Historia de un matrimonio" de Noah Baumbach. El film, que también hizo las delicias en Telluride y que en breve se exhibirá en Toronto, aúna los talentos de Adam Driver y Scarlett Johansson a los que acompaña la siempre excelente Laura Dern. Baumbach vuelve a adentrarse en las entrañas de un matrimonio que se ha roto (como hizo en su ópera prima, “Una historia de Brooklyn”) en principio de una manera amistosa y buscando que no sea algo traumático para el hijo que tienen en común. Pero las buenas intenciones quedan en un mero postureo porque ese enfrentamiento hará aflorar lo peor de la condición humana. Se ha destacado la elegancia con la que Baumbach habla de una guerra en la que nunca hay vencedores y más cuando hay niños que se utilizan como un trofeo o lo que es peor como una herramienta para dañar al otro. 

Pero si ha habido un título que ha sido un zambombazo, y que independientemente de lo que suceda o no en el palmarés va a ser el que defina esta edición, ese ha sido sin ningún tipo de dudas “Joker” de Todd Phillips. El film ofrece una visión más realista y oscura del personaje de DC Comics y nos narra la deriva personal de Arthur Fleck, un payaso, que es un desecho de la sociedad y que termina liándola pardísima al conseguir ser devorado por ese monstruo llamado locura. La crítica la ha recibido con un total entusiasmo porque no deja de contarnos lo que en su día hicieron Martin Scorsese y Paul Schrader con “Taxi driver”, no es casual que Martin Scorsese estuviera en algún momento vinculado a su producción, con un Joaquin Phoenix extraordinario en la piel de un enfermo mental, un error de un sistema que presume de ser infalible. Phoenix recibió una ovación de ocho minutos y se perfila como uno de los principales aspirantes a la Copa Volpi, la segunda tras la lograda por “The master”. 

A pesar de haber gustado bastante en Venecia “Ad Astra” de James Gray parece que se ha visto relegada al lado del ruido generado por las cintas de Baumbach y Phillips. Después de no protagonizar y solamente producir la nunca bien ponderada “Z, la ciudad perdida”, Brad Pitt está al frente de esta odisea espacial que narra la misión emprendida por un hombre que viaja a los confines del universo para dar con su padre y tratar de salvar al planeta Tierra de una amenaza. Un título que ha fascinado por su componente redentor, que ha sido comparado con “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad y que nos muestra a un Brad Pitt realizando una de las mejores interpretaciones de su carrera, que coincide con la ofrecida en “Érase una vez en... Hollywood” de Quentin Tarantino.

La primera jornada del Festival de Venecia estuvo marcada por la presidenta del Jurado, la cineasta argentina Lucrecia Martel, anunciando su ausencia de la premiere de “El oficial y el espía” de Roman Polanski porque ella es incapaz de separar al hombre del artista y no estaba dispuesta a aplaudir a alguien que sigue prófugo de la justicia estadounidense por haber violado a una menor de edad en 1977. Los productores de “El oficial y el espía” amenazaron con retirar el film de la competición pero finalmente la sangre no llegó al río. La cinta protagonizada por Jean Dujardin y Louis Garrel se desarrolla en la Francia de finales del siglo XIX. Un oficial ha sido condenado a cadena perpetua por un delito de traición al ser acusado de pasarle información a Alemania pero quien permitió su captura, el coronel que está al frente del servicio de contrainteligencia, descubre que se sigue informando al enemigo. De momento es la película más valorada por una crítica italiana que aplaudió a rabiar tras finalizar el pase, probablemente para afearle la actitud Martel, aunque la mayoría cuestione que Polanski haya querido apropiarse de la historia para hablar de sí mismo. 

Otro que ha salido muy bien parado es el chileno Pablo Larraín con la orgía a ritmo de reggaeton que ha rodado en “Ema”, aunque no se encuentre ni de lejos entre las más valoradas por la prensa italiana. El film se centra en una joven bailarina que carga con la culpa tras haber abandonado a su marido y renuncie a un hijo adoptivo al que ha sido incapaz de criar y que inicia un proceso liberador al entregarse a los placeres más mundanos de la vida. 

Adentrándonos en los descalabros el más sonoro ha sido sin duda la checa “El pájaro pintado” de Vaciav Marhoul que puede ser entendida como un desafío al espectador al narrar los horrores de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de un niño. Ha sido el film que mayores deserciones ha tenido de los exhibidos en lo que se lleva de edición. Los pases de la china de animación “Nº 7 Cherry Lane” de Yonfan y que narra un triángulo amoroso en el Hong Kong de los 60 también vivió abandonos porque, a pesar de ser un trabajo muy bello y evocador, su ritmo no es apto para impacientes. 

Decepcionante ha sido el debut en la competición de Steven Soderbergh con “The laundromat”, rodada para Netflix, y que está inspirada en los papeles de Panamá y que ha sido definida como una versión a medio gas de “La gran apuesta”. Meryl Streep, Gary Goldman y Antonio Banderas encabezan un reparto en el que ella es una viuda que investiga un fraude al seguro y ellos son un par de avispados abogados que operan en Panamá aprovechándose de las lagunas del sistema financiero mundial. Para la crítica habría sido una sátira más lograda si el entramado internacional no fuese narrado como una sucesión de viñetas hechas a brochazos. 

Además de ver a Brad Pitt, Scarlett Johansson, Adam Driver, Louis Garrel, Jean Dujardin, o un Joaquin Phoenix mirando embelesado a Rooney Mara, la Mostra ha acogido a Timothée Chalamet, la estrella definitiva de La Movida que ha llegado casi cuatro décadas tarde, y que ha presentado fuera de concurso "The king", Kristen Stewart (de lo poco perdonado de "Seberg"), Penélope Cruz o Cate Blanchett. Pero dos de los grandes protagonistas de esta edición han sido Pedro Almodóvar y Julie Andrews, receptores de los leones honoríficos 2019. Almodóvar sintió que 30 años después de que se le negara el León de Oro por "Mujeres al borde de un ataque de nervios" se le hizo justicia.

Mary Carmen Rodríguez