"La corresponsal"

La web oficial.

El argumento: Marie Colvin fue una periodista reconocida mundialmente por su trabajo en distintos conflictos bélicos. Testigo de algunas cruentas batallas recientes, especialmente de lo sucedido en Oriente Medio, Colvin contaba con el respeto tanto de los lectores como de sus compañeros de profesión por su enorme valentía y humildad. Sin embargo, su personalidad era caótica y autodestructiva: abusaba del alcohol y su vida personal era, según sus propias palabras, un "auténtico desastre". Tras recibir el impacto de una granada en Sri Lanka, comienza a llevar un distintivo parche en el ojo mientras se sienta a tomar martinis rodeada de la alta sociedad londinense a la que tanto aborrece, hasta que un día recibe el más peligroso de todos los encargos, que acepta junto a su también prestigioso fotógrafo de guerra, Paul Conroy. Juntos viajan a Siria para cubrir lo que sucede en la ciudad de Homs, donde aprenderá el verdadero coste de la guerra, tanto física como psicológicamente.

Conviene ver: “La corresponsal” nos ayuda a conocer un poco más a la reportera de guerra Marie Colvin centrándose en los momentos finales de su vida cuando fue asesinada en la ciudad siria de Homs en el año 2012. Ahonda en la conflictiva personalidad de Colvin. Tenía un carácter autodestructivo, pero más que generar el rechazo de sus colegas se ganó su respeto porque, pese a que era conflictiva, lo compensaba todo con su excelente labor, era una adicta al trabajo y solamente se sentía segura consigo misma y con el mundo cuando se encontraba informando desde un conflicto armado. La corresponsal trabajaba en The Sunday Times desde 1986 y era todo un referente habiendo estado sobre el terreno de Sierra Leona, Kosovo o Chechenia. Marie Colvin puede ser un cliché andante al presentarla como una mujer torturada por sus demonios personales pero nos resulta tan fascinante contemplar a esa actriz tan desaprovechada como es Rosamund Pike (además con un parche) que nos olvidamos de que el director Matthew Heineman ha rodado una hagiografía. “La corresponsal”, a pesar de sus defectos, resulta por momentos una historia apasionante sobre el periodismo ejercido por alguien que estuvo dispuesto a sacrificar su vida para dar a conocer la realidad y que sufría un acuciado alcoholismo y síndrome de estrés postraumático al estar en permanente contacto con el horror. Un título indispensable en tiempos oscuros para el gremio en el que vemos a la periodista siendo testigo de primera mano de los conflictos de Sri Lanka, Irak o Libia.

Conviene saber: Primer largometraje de ficción del documentalista nominado al Oscar Matthew Heineman (“Cartel land”).

La crítica le da un SEIS