Sitges 2018: Chicas rebeladas, muertos conectados, monstruo tedioso y calidad sueca
Querido primo Teo:
Dia de contrastes el de hoy, hemos empezado y terminado muy bien, pero por el medio ha sido bastante flojo por decirlo suavemente.
Empezábamos con “Nación asesina” de Sam Levinson, cinta que va cambiando y ganando calidad a medida que pasa el metraje, llegando a un tercer acto grandioso (con un plano secuencia de cómo poner una alarma digno de recordar). Pero no empieza así, empieza con cuatro alumnas de último curso de instituto que se pasan el día enganchadas a las redes sociales, yendo de estupendas por la vida, de fiesta en fiesta por las noches y hablando de chicos y temas intrascendentes. Todo a ritmo muy frenético, alocado y con lenguaje soez y chabacanero. Vamos que si la peli llega a ser toda así no sé que hubiera sido de mí.
Por suerte entra la segunda parte, la que duele, la que te hace sufrir, pensar y darte cuenta de que eso ya lo has visto en las noticias muchas veces, pero con gente famosa (que siempre terminan recuperándose o ganando mas publicidad si cabe, mirad a la Kardashian o Paris Hilton) no con personales normales de una ciudad normal. Alguien jaquea los datos privados del alcalde y los pasa a todo el pueblo. Había fotos muy comprometedoras. El hombre sufre, pero todos jóvenes, sin valores ni principios, lo único que hacen es burlarse de él sin miramientos. La cuestión es que no para con el alcalde, va en aumento paulatinamente, luego es el director del instituto, luego un vecino y al final media ciudad. Y ahí se desmadra todo, ya no importa la privacidad de cada uno, importa saber quien lo ha hecho y destrozarlo sin miramiento ni leyes. Empieza la cacería. Sangre, muerte y venganza por doquier. En la parte central te deja mal cuerpo cuando ves a esas pobres personas ser masacradas por toda la gente que lo envuelve sin opción de defenderse ni explicarse. Directamente pasan a ser pedófilos, pervertidos, putas y similares. Por suerte, el tramo final te reanima, te hace reír y disfrutar y llegas a un consenso contigo mismo y sales de la proyección encantado.
Con lo bien que estábamos hemos visto la segunda y se ha ido todo al garete. “Morto ñao fala” del director brasileño Dennison Ramalho. Antes de empezar la ha presentado y ha hecho un discurso/alegato que llevaba escrito sobre la situación política actual en Brasil y alertándonos de los problemas que traerá el candidato que ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Tras eso ha empezado la película, que nos la vendía como el mejor terror brasileño, no quiero saber como será el peor. El punto de partida inicial es bastante bueno, el protagonista es un ayudante forense y puede hablar con los muertos, pero eso tiene nada de terror, eso viene después. Uno de los muertos se enfada y se dedica a joderle la vida e intentar matarlo a él o a su familia. Eso tampoco de terror, pues le subimos mas la música y la hacemos mas estridente para ver si lo conseguimos. Tampoco. Aburrida al principio y un poco mas amena al final pero sin grandes sustos (sólo recuerdo uno) ni tensión en ningún momento.
Pero podía ser, podía llover o podíamos ir al pase de “Muere, monstruo, muere” del argentino Alejandro Fadel, el cual ha presentado su película y se ha alegrado de que esté aquí ya que tenía algo de sangre y un monstruo, cosa que su anterior cinta que también se proyectó en otra edición, no tenia nada de fantástico y no sabe por que la seleccionaron para Sitges. He llegado a pensar que el monstruo es toda la película en sí. Cinta argentina, lenta, mas lenta todavía con diálogos pausados y reposados, sin ritmo ni alegría y aburrida a mas no poder. Por suerte era la hora de la siesta y media auditorio ha ido por ese camino. Versa sobre unos misteriosos asesinatos que ocurren en unos parajes remotos de la Argentina profunda donde el asesino les arranca la cabeza a sus víctimas. Y al final del todo hay un monstruo. Que sí, que hay un triangulo amoroso con muerte y venganza, pero nos da igual, no importa. Que sí acusan a uno y después a otro para que al final tengamos un monstruo, también nos da igual. Nos da igual todo, sólo esperas el final para que aquello mejore pero no lo hace.
Por suerte ha llegado la última de hoy y nos ha salvado el día, “The unthinkable”, película sueca del grupo de directores Crazy Pictures. Empieza contando la historia de una familia con problemas que terminan separándose y yendo cada una por su lado, pasan unos años y vemos como el adolescente ya tiene trabajo y es un gran profesional. Todo eso lo podrían quitar por aburrido y soso, pero al final tiene sentido (lástima que no fuera mejor). Y llega el momento que empieza la acción, sin saber muy bien por quién ni por qué pasa nada, y se convierte en una espiral ascendente que no para. Con ritmo frenético y trepidante te engancha a la butaca hasta al final, no sabes que está pasando y ni cuál va a ser la siguiente acción o situación, que es mejor que la anterior. El final tiene un punto melodramático a mas no poder pero que está muy bien. Si la primera hora fuera como la segunda estaríamos ante una obra maestra del género, así se queda en una muy buena película.
Tu primo.
Spooky