Conexión Oscar 2019: Las 15 mejores interpretaciones del Festival de Toronto

Conexión Oscar 2019: Las 15 mejores interpretaciones del Festival de Toronto

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Querido Teo:

Aunque sea imposible hacer un repaso objetivo, por muy grandilocuente que sea el título del artículo, el Festival de Toronto siempre lanza hacia el estrellato de los premios algunos de los mejores trabajos interpretativos de la cosecha anual. Estas son a título personal los que nos han parecido mejores entre todo lo visto en la edición de 2018 que a buen seguro, la mayoría de ellos, darán mucha guerra de cara a los Oscar.

15º Regina King (El blues de Beale Street)

Ganadora de 2 Emmys consecutivos por “American crime” en 2015 y 2016 (interpretando a dos personajes diferentes), Regina King ha encontrado gracias a Barry Jenkins el papel de más enjundia en su carrera cinematográfica, el que le puede llevar a la nominación al Oscar, distinción que algunos piensan que ya hubiera merecido por “Ray”. En la jazzísticamente melancólica “El blues de Beale Street”, Regina King es ese vértice catalizador que sirve para unir y apoyar los cimientos de la relación de su hija con su novio, un chico acusado injustamente de un delito por el mero hecho de ser negro. Una madre de familia que quiere a los suyos y que los defiende, con sus medios, frente al reproche de los demás (antológica esa escena teatral que comparten ambas familias ante el arrebato rabioso de su futura consuegra) y los prejuicios de una sociedad que no lo pone nada fácil para la raza negra.

14º Julia Roberts (El regreso de Ben)

Aunque siempre ha estado ahí, Julia Roberts ha vuelto con fuerza y tras ser una abnegada madre en “Wonder” vuelve a encarnar un rol similar en este curioso cruce de géneros que es “El regreso de Ben”, nuevo trabajo de Peter Hedges que aúna drama familiar con thriller criminal. La llegada del hijo mayor de la protagonista (una Julia Roberts que superando unos 50 envidiables sigue iluminando la pantalla con sus ojos y sonrisa) pone patas arriba a su familia, especialmente a su madre, en el fin de semana navideño sufriendo las consecuencias de haber estado rodeado de malas compañías y coquetear con las drogas tiempo atrás. Julia Roberts sabe que su hijo lo necesita, y que también tiene que proteger al resto de los suyos, así que no se lo piensa para emprender por ella misma una misión por reestablecer el orden de su entorno en una cinta que, aunque no termina de equilibrar bien ambos tonos, al menos no es nada previsible sobre guión permitiendo a Julia Roberts sorprender al espectador con el que es uno de su mejores de trabajo de la década junto a la citada película que protagonizó con Jacob Tremblay y la recordada “Agosto”.

13º Elena Sofia Ricci (Silvio (y los otros))

Dentro de la parafernalia tan astracanada como estilística de “Silvio (y los otros)” de Paolo Sorrentino encontramos varios valores que deben ser destacados en esta radiografía de las cloacas del poder corrupto y mafioso representado por Silvio Berlusconi al que encarna con socarronería el gran Toni Servillo. Entre todo lo que nos da la película encontramos a una estupenda actriz italiana llamada Elena Sofia Ricci (ganadora del David di Donatello por “Mi hermana está pirada” en 1988 y “Ne parliamo lunedi” en 1990) que interpreta a Verónica, la mujer de un personaje que, como tantas otras, primero es fascinada por el personaje, segundo mira hacia otro lado, y finalmente acaba frustrada, harta y humillada ante engaños, mentiras e infidelidades. Precisamente por eso es la única que se siente con derecho para decirle las cosas a la cara en una memorable conversación en la cocina en la que ambos se reprochan lo que son y en la que la rabia de ella se topa ante la catadura moral de él, que siempre tendrá la excusa de que ella no dijo nada y asentía con una sonrisa todo lo que ocurría a su alrededor mientras le convenía y sin querer saber mucho más de ello. Una interpretación volcánica y representativa de un tipo de mujer que ve como su tren ya ha pasado y ha supeditado su vida y autonomía a un ser despreciable.

12º Yalitza Aparicio (Roma)

¿Hasta qué punto hay que valorar el trabajo de Yalitza Aparicio siendo sobre todo un trabajo intuitivo basado en ella misma? Su Cleo es la representación de todas esas mujeres de México que sirvieron a las familias de manera siempre fiel y comprensiva, sacrificada y siendo ojos mudos de las miserias y diatribas de toda familia. Un miembro más de este grupo en el hogar, tan necesario como indispensable que, en muchas ocasiones, se encargaban de criar a los niños más que los propios padres creando una relación de confianza y afecto para toda la vida. Honestidad en la mirada y sencillez en una interpretación de detalles mínimos y callados en la que el personaje siente, sufre y lame heridas hasta que al final explota ante el sentimiento que le provoca el peligro de quedarse desamparada por la que es su verdadera familia, la que no es de sangre pero la que siempre está a su lado. Todo en una secuencia catártica en la playa que engrandece a su personaje como ser humano, desinteresado y confidente, dispuesta a darlo todo por esas personas que le dan lo que, como todos, más necesita, amor.

11º Timothée Chalamet (Beautiful boy)

Timothée Chalamet va creciendo como actor y es lo más destacable de “Beautiful boy”, una de las decepciones de este festival al no estar a la altura la película del calibre de dos interpretaciones tan estudiadas como de calidad como son las de Steve Carell y el propio Timothée, un padre y un hijo que conviven con el drama de la adicción y, sobre todo, la desesperación de un padre que no sabe qué hacer para que su hijo no caiga en los mismos errores en el pasado que él, cuestionándose si tiene que ser él quien lo salve o sí, irremediablemente por mucho que haga, sólo puede hacerlo él mismo. Tras una interpretación tan sutil, pero a la vez expresivamente física, en “Call me by your name”, el joven actor adopta un rol que hubiera sido digno del Al Pacino recién salido del Actor´s Studio por, incluso en ocasiones, abusar de algún tic cercano a la sobreactuación. Aun así, Chalamet vuelve a ser el alma de la película y, aunque su personaje no transmita una mayor empatía al espectador, sí que es de alabar su viaje con el fin de salir del abismo, hecho que normalmente suele ocurrir o cuando es demasiado tarde o cuando has aprendido la lección, pero viendo cómo ha afectado a algún ser querido trágicamente.

10º Natalie Portman (Vox lux)

Tarda una hora en aparecer en “Vox lux” pero cuando lo hace es para arrasar. Portman interpreta a una reina del pop y del glam en plena cresta de la ola que ha construido una coraza para sí misma tras ser testigo y sufrir el ataque de un estudiante armado en su instituto. Años después, y siendo una reina del espectáculo, la cinta se adentra en sus miedos y distanciamientos familiares en una cinta que no está a la altura de una Natalie Portman que lleva a cabo uno de los tres mejores trabajos de su carrera. Sólo por ver como se mueve en el escenario en los últimos 15 minutos de película, al ritmo de la voz de Sia, hace que la actriz merezca estar en este top.

9º Viggo Mortensen (Green book)

Viggo Mortensen es un actor asociado a su Aragorn de “El señor de los anillos” que, no obstante, ha tenido oportunidades para demostrarnos también que es un estupendo intérprete. Sorprendió a propios y extraños con sus colaboraciones con David Cronenberg (“Una historia de violencia”, “Promesas del este”)  y ha ido espaciando su carrera, Mortensen es más un espíritu libre que un peón de la industria, imprimiendo ese aire hippy, despreocupado y outsider que en “Captain Fantastic” le valió en 2017 su segunda nominación al Oscar como mejor actor. Ahora vuelve a intentarlo con “Green book”, el trabajo más divertido que ha encarado nunca y en el que, el habitualmente plúmbeo actor, demuestra toda su vis cómica como un marrullero, vividor y picaresco italiano aficionado al Kentucky Fried Chicken que establece una inesperada amistad con un pianista de jazz mientras le lleva en coche por diferentes localidades del Estados Unidos de los 60.

8º Zheng Kai (Sombra)

Zheng Kai es todo un robaescenas en la nueva y valorable cinta de Zhang Yimou en la que da vida al rey de la región de Pi, un lunático monarca lleno de carisma y manierismo, entre lo mesiánico y guiñolesco, que borda un actor expresivo y que domina la pantalla en todo momento. Todo en una cinta con la que Yimou vuelve a ofrecer escenas elegantes, icónicas y buen desarrollo de personajes en una más de rivalidades, luchas de poder y traiciones. Todo presencia el de este joven actor y presentador televisivo, muy popular en China, al que en cine ya vimos en películas como “La gran muralla” (2016).

7º Melissa McCarthy (¿Podrás perdonarme algún día?)

Dicen que es más difícil hacer reír que llorar y que los grandes actores son los de comedia siendo, por ello, un trasvase bastante efectivo cuando alguno de ellos decide sorprender y pasarse al terreno dramático, tanto para demostrar su talento como para que se les tome más en serio. Es el caso de una Melissa McCarthy que ya fue revelación tardía en “La boda de mi mejor amiga” aspirando al Oscar por ella en 2012. Más de un lustro después, y especializándose sobre todo en comedias gamberras, este es el momento de su confirmación dando vida a la escritora Lee Israel que se hizo popular falseando cartas de escritores y celebridades ya fallecidas con el fin de poder pagarse el alquiler. McCarthy aborda un personaje grosero y poco empático al que inunda de una triste soledad que termina humanizándola e incluso, a ojos del espectador, justificando sus motivaciones. Una interpretación que siempre está en el punto medio entre lo desagradable y lo tierno, siendo en el fondo como esa vecina de los gatos tan antipática como solitaria y necesitada de sentirse valorada por los demás. Un ego artístico desbordado bañado de informalidad, agrio carácter y una personalidad compleja en una cinta sobre el modo de seguir adelante a pesar del rechazo social.

6º Richard E. Grant (¿Podrás perdonarme algún día?)

Richard E. Grant es uno de esos actores de larga trayectoria, sobre todo en la escena inglesa, que anhelan encontrar el papel que les haga no saltar al estrellato pero sí al reconocimiento internacional y eso es lo que puede haber encontrado este intérprete en la cinta de Marielle Heller, todo un vehículo de lucimiento para sus dos actores. Grant suma muchos puntos para llegar como uno de los favoritos de cara al Oscar al mejor actor de reparto, siendo un perfecto aliado para el personaje de McCarthy, tanto por tropelías como a nivel interpretativo dando vida a un caradura pícaro con aires de dandy atiplado que termina siendo lo más cercano a un amigo para la protagonista, alguien que escucha, pero tan verborreico y extrovertido como tan solo y marginado como lo está ella. La clase británica en un papel jugoso y con matices, que también va desde la cuestionable catadura moral hasta la tierna extravagancia, permite a Grant ser de lo más alabado de una cinta que tanto él como McCarthy elevan sobre un guión con un poso más dramático de lo que podría parecer no queriendo caer en ningún momento en la obvia “feel good movie”.

5º Lucas Hedges (Identidad borrada)

Lucas Hedges ha sido el actor de esta edición del Festival de Toronto con su presencia en tres películas; “Identidad borrada”, “El regreso de Ben” y “En los 90”, lo que confirma tanto su capacidad para llevar su carrera de manera inteligente, con papeles exigentes y nada obvios, como que todo Hollywood quiere trabajar con uno de los jóvenes talento de moda, imprimiendo (frente al efectismo de Chalamet en “Beautiful boy”) una profunda naturalidad a sus personajes haciendo fácil lo difícil. Es el caso de ese Jared que, tras confesar su homosexualidad a sus padres, miembros destacados de su comunidad, es enviado a una terapia de reconversión en un centro católico y represor carne de futuros traumatizados en vida por no dejarles sentir lo que sienten. Hedges emociona con una mirada limpia entre la determinación de lo que es realmente, la atracción resignada que siente hacia algunos de sus compañeros y el miedo a decepcionar a los suyos y a su entorno como paso previo a su completa aceptación. Uno de los actores más talentosos del panorama actual y que en el segundo trabajo como director de Joel Edgerton cumple con todas las expectativas.

4º Mahershala Ali (Green book)

Hay actores que saben aprovechar su momento y ese es el caso de un Mahershala Ali que ahora parece estar en todas las salsas y ser uno de los actores negros preferidos de la actualidad. Hace apenas dos años se reveló con “Moonlight” (que le llevaría hasta el Oscar) cuando ya se había convertido una presencia habitual en la televisión con un papel secundario en “House of cards”. Después de ser el interés amoroso de la matemática encarnada por Taraji P. Henson en “Figuras ocultas”, y antes de verle en la tercera temporada de “True detective”, Mahershala vuelve a estar presente en la carrera por su papel de pianista de jazz con movimientos elegantes y estirados que poco a poco, y frente a una arrogancia que utiliza de escudo frente a lo que desconoce, va abriéndose a los demás gracias a ese ciclón que entra en su vida en forma de chofer despreocupado en unos años en los que, a pesar de que su arte es aplaudido en salas de concierto, sigue sufriendo por su raza y condición el rechazo de la sociedad, siendo un alma solitaria y torturada anclada a su arte pero que recupera la fuerza e ilusión en esta "buddy movie" tan de manual (y navideña) como divertida en la que el actor está sencillamente brillante a todos los niveles.

3º Bradley Cooper (Ha nacido una estrella)

Llevar a cabo una cuarta versión de la historia de “Ha nacido una estrella”, que por otra parte directa o indirectamente ha sido tan recurrente en temáticas y guiones, era más que un valor seguro todo un riesgo para un Bradley Cooper que cogía el testigo de Clint Eastwood para ponerse detrás de las cámaras de esta historia que podría sufrir comparaciones con las precedentes, más teniendo en cuenta que todas ellas triunfaron en los Globos de Oro de comedia o musical y (salvo la de Frank Pierson en 1976) dieron nominaciones en los Oscar a sus actores. Ahora parece que todo va a ir por el mismo camino, además de que aspira a convertirse en uno de los éxitos del final de año, ya que la cinta logra funcionar por sí sola gracias a un Bradley Cooper que domina la escena e imprime un ritmo bárbaro a la primera hora, la que sirve para presentar a los personajes, llevarlos a la gloria y aprovecharse de los recursos musicales de lucimiento que tiene la cinta en ese momento antes de caer en su más obvio (pero necesario) descenso a los infiernos. Bradley Cooper brilla en ambas facetas y como actor asume con riesgo un papel de triunfador que aprecia el talento de su compañera pero que es incapaz de seguir su ritmo y vivir del éxito, transformándole en un ser alcohólico y violento. Bradley Cooper logra que nos lo creamos como artista country y también como atormentado ser que rezuma alcohol en cada poro de su piel. Tras cuatro nominaciones al Oscar, y las que le van a llegar por esta película, ya es hora de valorar a un actor que ha demostrado inteligencia y, al contrario que el personaje que interpreta, crecer artística y personalmente conforme el éxito le ha ido de lado.

2º Lady Gaga (Ha nacido una estrella)

Lady Gaga no es la primera estrella de la música que protagoniza una película. Antes que ella lo hicieron con suerte desigual auténticas divas como Barbra Streisand, Cher, Whitney Houston o Madonna. Decididamente, y a pesar de los prejuicios que siempre generan estos trasvases, lo de Lady Gaga (que ha respetado su nombre artístico demostrando su valentía en ello a pesar de que se barajó que en los títulos de crédito aparecería como Stefani Germanotta) es toda una irrupción en escena primero por su poderosa voz y después por su convincente arco dramático que resuelve con apabullante facilidad, naturalidad y recursos. De principio a fin nos creemos que estamos viendo a una chica normal, de barrio, con sus problemas económicos y coqueteos con el mundo artístico en un bar de mala muerte, hasta que es descubierta y, repentinamente, el público y la industria se ponen a sus pies y se convierte en estrella. Y es que Gaga se permite llevar a cabo una primera actuación bordando La vie en rose de Edith Piaf, llegar a un momento culmen cuando se sube al escenario de un concierto por primera vez y que pone los pelos de punta en The shallow (el tema principal de la película) y emocionarnos en un final en el que canta su historia de amor al mundo en un momento que, por planificación e intenciones catárticas, evoca al de Emma Stone en el final de “La la land”. Lady Gaga logra una presencia imponente, tan destacada como la de Liza Minnelli en “Cabaret”, convenciendo a escépticos y derritiendo a fans. Con total merecimiento Lady Gaga podría ser una justísima ganadora del Oscar a la mejor actriz. Tener esa posibilidad es ya su mayor éxito.

1º Nicole Kidman (Destroyer)

Nicole Kidman vive un momento dulce y este año se encuentra en liza en la carrera con “Destroyer”, un thriller negro ambientado en Los Ángeles dirigido por Karyn Kusama, responsable de la interesante “The invitation”. La actriz, con voz y aspecto irreconocible, interpreta a Erin Bell que trabajó en su juventud como policía encubierta en una peligrosa banda del desierto de California. Su incursión en el mundo de la mafia tuvo consecuencias fatales para su mente de las que cree haberse recuperado. Sin embargo, cuando el líder de la banda vuelve a dar señales de vida, Bell sufre una odisea moral y existencial. La única solución para olvidar sus fantasmas pasa por retomar el contacto con viejos miembros del grupo, intentando comprender cuáles fueron los motivos que destruyeron su pasado. Nicole Kidman se marca su particular “Drive” o “Good time” en una película de esas que llaman de violencia estilizada en la que da vida a una ex policia infiltrada y traumatizada que intenta ajustar cuentas con el pasado y con una secta que, por otro lado, no es lo mejor dibujado en el film. Brillante Kidman volviendo a callar la boca de esos que hace sólo unos pocos años sólo hablaban de ella por sus arreglos estéticos o por su fragilidad. Aquí se vuelve a demostrar el talento de una actriz que tira su característico glamour por el sumidero dando vida a una mujer rota física y psicológicamente que, sabiendo que no puede salir a flote, intenta con su último aliento repartir e impartir justicia con unos recuerdos que, al igual que se agolpan en su cabeza de manera, pueblan la película de manera habitual durante todo el metraje, de manera caótica, lo que hace todavía más impactante la interpretación de Kidman al rescate de la cinta y demostrando así como esos hechos que sufrió la han cambiado para siempre en una encarnación exigente, de tripas para fuera y que lleva a la actriz a un viaje emocional físico y psicológico de altura poniéndose en paz consigo misma, con los que quedaron injustamente en el camino y haciendo pagar a los que truncaron sus anhelos en el pasado. Su plano final hacia el horizonte es la demostración de la capacidad de una de las mejores actrices de todos los tiempos viviendo, y nosotros disfrutándole, el mejor momento de su carrera.

Nacho Gonzalo

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