"Con amor, Simon"
La web oficial.
El argumento: Simon Spier es un joven 16 años que no se atreve a revelar su homosexualidad, ya que prefiere esperar al musical que se celebra en secundaria. Pero un día, uno de sus correos electrónicos llega a manos equivocadas y las cosas se complican extraordinariamente.
Conviene ver: “Con amor, Simon” es una cinta que da visibilidad al despertar homosexual de un joven adolescente en el instituto. Su gran logro es normalizar con frescura y dotando de cotidiana épica emocional a la historia lo que supone el descubrimiento de la identidad sexual, sea la que sea, en un mundo heteronormativo. El reparto juvenil está estupendo y se centra en la diatriba de un joven (sorprendente y matizado Nick Robinson encajando como un guante en el rol de chico normal que pasa desapercibido en el meollo estudiantil) que entre enredos no se atreve a comunicar a sus familiares y amigos su condición paseando por los habituales clichés de este tipo de películas tan propias del cine americano “teen” entre revolución de hormonas, camaraderías adolescentes y fiestas de graduación en unos momentos de definición personal antes de alcanzar esa mayoría de edad pasando a la universidad, algo que en Estados Unidos es un rito de iniciación hacia la madurez. Una película que no tiene nada de especial más allá de esa normalización de tener al primer protagonista gay en una comedia juvenil de un gran Estudio ya que no escatima ahondar en clichés pero también en la efectividad de un género que sabe emocionar y entretener al espectador de manera accesible y sin riesgo. Aun así, es una necesaria ruptura de tabúes enarbolando la diferencia en una cinta heredera del cine de John Hughes que basa el miedo del protagonista a salir del armario, más que en la aceptación o no de su círculo más cercano, en la inseguridad propia de la adolescencia en unos años en el que lo que la gente te define por la imagen que proyectas hacia el exterior. Un canto a la normalidad alejándose del cliché y la homofobia implícita con la que se ha solido reflejar a personajes gays, amaneradamente paródicos, siendo una apuesta adolescente poco novedosa pero sí edificante y pertinente en la sociedad de hoy con momentos en los que, independientemente de cualquier sexualidad, tocan la fibra sensible por su universalidad a la hora de hablar del primer amor con personajes empáticos, padres comprensivos (Josh Duhamel y Jennifer Garner) y una guía que sirve para la juventud gay que pueda sentirse identificada con las diatribas del protagonista encuentre también en el cine un modo de encarar su sexualidad frente a sí mismos y la verdad con convencimiento y la cabeza bien alta en una sociedad que avanza poco a poco en el terreno de la diversidad sexual.
Conviene saber: Es el tercer largometraje del habitualmente televisivo Greg Berlanti (“Everwood”, “Arrow”).
La crítica le da un SEIS