"Mujeres del siglo XX", sociología generacional
Querido Teo:
Sin distribución comercial en los cines de nuestro país puede recuperarse en DVD/Blu-Ray “Mujeres del siglo XX”, el nuevo trabajo del director Mike Mills que después de hablar del concepto de paternidad en “Beginners (Principiantes)” da un paso más allá con una cinta en la que, a través de tres generaciones de mujeres, habla de los cambios de la sociedad del siglo XX tanto de roles como por la evolución fruto de unos años que van desde la ruptura de los ideales hasta las nuevas formas de relaciones a nivel afectivo antes de la irrupción de las nuevas tecnologías.
En la California de finales de los 70 se nos presenta a Dorothea Fields, una inquieta mujer de 55 años (que fue madre a los 40) y que (a pesar de su aire liberal y despreocupado) no puede evitar sentirse alejada de una USA en ebullición y cambio representada por su hijo adolescente de 15 años (más maduro de lo normal para su edad) en sus primeros acercamientos hacia el sexo opuesto a través de las confidencias y revelaciones que mantiene con Abigail (una fotógrafa huésped de la casa de su madre) y Julie (una amiga de la que está secretamente enamorado). El grupo lo completa Williams, un manitas mujeriego tan desorientado (a pesar de su aparente seguridad) como las mujeres que le rodean.
Una película compleja y que, sin contar nada aparente, es tan ambiciosa de mostrar el modo de vida de una sociedad representado en un quinteto de personajes que sufren los cambios intergeneracionales propios de unos años claves e iniciáticos, definitorios, pero también en permanente transición hacia algo que no se sabe muy bien qué es lo que deparará. Y es que formando una particular familia disfuncional, con una inspiradora voz en off que va de la madre al hijo, y a través de fotografías que reflejan esos años y una estética psicodélica, asistimos a un momento de inflexión y de revelación para unos personajes que dan círculos sobre sí mismos en busca de una salida a la que el propio discurrir de la vida les llevará; sea con nuevos trabajos, relaciones, viajes o proyectos de futuro.
La película (que tiene en su aval una meritoria nominación al Oscar 2017 en la categoría de guión original teniendo en cuenta que fue la única candidatura de la cinta) destaca por un elenco de actores muy adecuado para sus personajes destacando a una vitalista y carismática Annette Bening. Una actriz a la que la madurez sienta bien, sobre todo si aborda personajes desde una manera orgánica y no con el divismo artificioso de algunas de sus más grandilocuentes interpretaciones. Por este trabajo, que no la pudo poner entre las finalistas al Oscar, sí que fue candidata al Globo de Oro y al Critics´Choice. A destacar también el trabajo de Elle Fanning, Greta Gerwig, Billy Crudup y la revelación del joven Lucas Jade Zumann, abordando con gran credibilidad las diatribas de un adolescente que tira de su propia pericia juvenil y sentido común las inestabilidades de los que le rodean y que, por edad, parecen destinados a darle lecciones de vida pero que, en cambio, también encontrarán en él un importante asidero emocional.
“Mujeres del siglo XX” podría haber sido una dramedia plomiza pero asume con desparpajo y cierta reflexión psicológica el bagaje de unos años que nos construyen como personas y que tienen como marco la propia revolución social de la época. Se entiende la poca comercialidad que se le habrá visto en un mercado como el español (al adoptar una idiosincrasia muy americana que va del final del movimiento hippy a los inicios del capitalismo neoliberal desde un punto de vista reflexivo) pero su retrato generacional y emocional vale mucho la pena para aquellos que, sin necesidad de trepidantes historias, saben deleitarse también con el reflejo de lo que es el paso, cambios y decisiones de distintas vidas en un discurrir en el que varias de ellas confluyen para después coger impulso y seguir cada uno su destino. Y es que la importancia de nuestros mejores años, los que casi siempre son fruto de la nostalgia, y aquellos que pasan junto a nuestra vida para construir la persona que seremos, se merecen un homenaje como el que refleja de manera reveladora y sentida esta cinta.
Nacho Gonzalo