"Cars 3"
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El argumento: Sorprendido por una nueva generación de corredores ultrarrápidos, el legendario Rayo McQueen queda relegado repentinamente del deporte que tanto ama. Para retomar su carrera, va a necesitar la ayuda de una joven mecánica de carreras, Cruz Ramírez, que tiene su propio plan para ganar, además de la inspiración del fallecido Fabuloso Hudson Hornet y un par de giros inesperados. Y para probar que el nº95 no está ni mucho menos acabado, ¡el campeón tendrá que poner a prueba su valía en el gran circuito de la Copa Piston!
No conviene ver: "Cars 3" es la segunda trilogía de Pixar pero si “Toy story” llegó a ese número de películas a golpe de calidad y emoción, en este caso ha sido a golpe de merchandising y de que las aventuras de Rayo McQueen hayan sido una apuesta personal del mandamás de la compañía John Lasseter. En esta ocasión se llega a la ya temida falta de ideas en la que todo es muy vistoso y colorido pero que no ayuda a levantar una película sin chispa y rutinaria. Lo mejor ese ese discurso nostálgico en el que toca abrazar los nuevos tiempos tecnológicos para no quedar en la cuneta, convirtiendo a muchos de estos coches en dignos huéspedes de cualquier cementerio de elefantes automovilístico si siguen anclados en el pasado o simplemente no digieren que su tiempo quedó atrás. La fórmula está agotada con un personaje al que sólo su espíritu de trabajo le hace seguir adelante en clave de épica deportiva. Simplona y esperemos que Lasseter comprenda ya que esta saga (con diferencia la peor de Pixar) no da más de sí (tras las películas de 2006 y 2011 y que ya no queda ni gasolina de ideas ni neumáticos suficientes para que esto no descarrile por su simpleza y monotonía.
Conviene saber: Brian Fee es el encargado de dirigir la tercera entrega de la saga de Pixar.
La crítica le da un CUATRO