Cannes 2017: La seducción de Sofia Coppola, la burocracia por Sergei Loznitsa y Ricardo Darín en una cumbre política y familiar

Querido Teo:

Prosigue este Cannes 2017 y lo ha hecho con dos películas más a concurso como han sido "La seducción", lo nuevo de Sofia Coppola, y “A gentle creature” de Sergei Loznitsa. Además, en Una cierta mirada se ha podido ver “Closeness” de Kantemir Balagov y “La cordillera” de Santiago Mitre.

“La seducción” se ha confirmado como el remake, más que nueva versión, de la cinta que dirigió en 1971 Don Siegel con Clint Eastwood y Geraldine Page en los principales papeles. Sofia Coppola logran impregnar de brumosa vistosidad la historia de un desertor herido de la Guerra de Secesión que acaba alojado en una casa de señoritas sureñas gobernadas con la exigencia y los códigos morales de una especie de abeja reina. Ya desde la primera escena de la película, con esa niña tarareando por el bosque, ya percibimos que vamos a encontrarnos con algo atrayente en el que Coppola, casi por primera vez, se libera de acartonamientos artificiosos y pretenciosos y se deja llevar por la historia, salpicando unos agradecidos toques de humor negro, y un reparto de actrices comandado por Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning como un grupo de mujeres que se mueven entre la unión entre ellas y la competitividad pasional. Colin Farrell es el hombre objeto de deseos que provoca el chorreo en estas mujeres que llevan mucho tiempo sin un hombre cerca lo que acaba provocando entre ellas una competición malsana con consecuencias inesperadas; sobre todo para ese gallo de corral que no sabe en donde se ha metido y es que la principal novedad respecto la original es que la cinta adopta el punto de vista femenino más que el de él. Una cinta muy entretenida de ver que, si bien es bastante respetuosa respecto a la original, sólo falla en dar tan por supuesto esa atracción que no terminamos de ver esa pulsión y magnetismo sexual que despierta el personaje de Farrell. Seguramente porque Coppola se acerca más a ese enjambre femenino que lleva a la película a terrenos explorados en “Las vírgenes suicidas”; pero que no evita que construya una película bellísima y brumosa en su plasmación formal con una fotografía entre sombras y marcada por la luz de las velas.

“A gentle creature” de Sergei Loznitsa es la segunda película que indaga este año en la burocracia rusa tras “Sin amor”. En este caso estamos ante una cinta de dos horas y media que apuesta por un estilo de ficción, más allá de los trabajos documentales anteriores del director, sobre una mujer que viaja a una cárcel de una región inhóspita tras llegarle devuelto un correo dirigido a su marido. La diatriba de esta mujer, tocando puertas y visitando prostíbulos en busca de respuestas frente a la negativa reinante, es muy propia de la cinematografía de Europa del Este con una estética y unos personajes, entre excéntricos y metafóricos, que recuerdan a los del cine de Kaurismäki con algunas escenas realmente barrocas y alargadas. Una cinta con valores interesantes pero que se pasa de larga y entra de lleno en esa cuota de cine de autor extremo. La cinta adapta el relato “La sumisa” de Dostoievski en esta cinta kafkiana sobre los caprichos del sistema.

Muy aplaudida en Una cierta mirada “Closeness” de Kantemir Balagov. Una cinta ambientada en 1998 en la que una familia judía está en peligro; el hijo más pequeño y su esposa no vuelven a casa y a la mañana siguiente la familia recibe una nota de secuestro. El rescate que piden es tan alto que la familia se ve obligada a vender su pequeño negocio y a buscar ayuda a su alrededor.

En la misma sección se ha visto “La cordillera” de Santiago Mitre que en 2015 conquistó la Semana de la Crítica con “Paulina”. En su nueva película cuenta con lo mejor del cine latinoamericano actual encabezado por Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Érica Rivas, Paulina García, Alfredo Castro y Daniel Giménez Cacho con la colaboración especial de Elena Anaya como periodista sagaz y Christian Slater como representante del gobierno usamericano. La cinta presenta una premisa interesante como es una convención de presidentes latinoamericanos en Chile de cara a una gran alianza, acudiendo el presidente argentino considerado por la opinión pública como un mero hombre corriente sin mordiente ni sagacidad política. La cinta nos descubrirá los tejemanejes políticos, propios de “Borgen” o “House of cards”, con alianzas y extraños compañeros de cama, mientras a través de la relación entre el político y su hija se indaga en la otra cara (no tan honesta como parece) del protagonista. La cinta brilla más en la parte política que en la familiar utilizando este último recurso para ahondar más en el personaje pero, en todo momento, salvo en una meritoria sesión de hipnosis, la relación entre padre e hija (Darín y Fonzi) termina siendo un pegote emocional a la cinta que hubiera brillado más como ejercicio político de salón aunque sólo sea por esas escenas a gran altura en el que el personaje de Darín discute, debate y negocia tanto con su equipo de asesores como con sus homólogos políticos. En todo caso, Mitre sigue explorando terrenos nada obvios en los que sobre todo vuelve a preocuparse del dolor humano y del prejuicio que construye las apariencias de cada uno frente a los demás.

Nacho Gonzalo