Querido Teo:
En un Cannes marcado por el nivel notable de las películas en todas las secciones, había un runrún de que era el momento de volver a dignificar la Palma de Oro tras unos años de ganadoras de perfil algo menor y que, debido a ello, generaron bastante división. El Jurado presidido por Pedro Almodóvar ofrece un palmarés equilibrado y representativo en el que abraza todas las tendencias que han marcado y cercano a los gustos de la crítica y el público que ha acudido a Cannes este año. Desde una Palma de Oro llamada "The square" con mensaje sobre la impostura del arte y que sirve para encumbrar a un nombre destinado a hacer grandes cosas en el cine contemporáneo como es Ruben Óstlund, enarbolar la bandera emocional de "120 pulsaciones por minuto" de Robin Campillo con el Gran Premio del Jurado (se rumorea que era la apuesta de Almodóvar pero que todas las votaciones han sido muy democráticas) y destacar a dos directoras como Sofia Coppola (suponiendo cierta sorpresa no por injusto su premio por "La seducción" y siendo la segunda mujer en ganarlo tras la rusa Yuliya Solntseva en 1961) y a Lynne Ramsay que dinamitó la última jornada de esta edición y ha logrado dos premios con su "You were never really here" en las categorías de actor para Joaquin Phoenix (sumándolo al premio en Venecia por "The master") y guión para ella misma compartido con "The killing of a secret deer" de Yorgos Lanthimos que, en su caso, sabe a poco. Como se aventuraba, las apuestas de Michael Haneke y Todd Haynes han pasado por la mente del Jurado tan desapercibidas como para los que también las pudimos ver en Cannes aunque la cinta que más sorprende que no se haya llevado nada es la rompedora "Good time" de los hermanos Safdie cuyo espectro puede haber cubierto de cara al Jurado la cinta de Ramsay.