"Verano 1993"
La web oficial.
El argumento: Frida, una niña de seis años, afronta el primer verano de su vida con su nueva familia adoptiva tras la muerte de su madre. Lejos de su entorno cercano, en pleno campo, la niña deberá adaptarse a su nueva vida.
Conviene ver: “Verano 1993” está destinado a ser uno de los títulos más importantes de esta temporada de cine español y, de momento, allá donde ha ido, no ha dejado de triunfar apoyado en su nostalgia, emoción y naturalidad. La historia de una niña huérfana de 6 años y cómo afronta el duelo, tras perder a sus padres por el sida, y el irrumpir en una nueva familia (sus tíos) y un nuevo entorno pasando el primer verano con ellos siendo precisamente esa pérdida de la estabilidad lo que más afecta a la educación y a los paradigmas de un niño. Uno de esos veranos iniciáticos en el que hay cosas que se comprenden, otras se intuyen (brillante como poco a poco vamos conociendo porqué Frida está con sus tíos) y otras acaban tamizadas por la ingenuidad y el espíritu de aventura y la curiosidad infantil innata marcada por el inconformismo, las travesuras y la falta de consecuencias (fruto de la compasión con la que los demás le miran) ante un dolor infantil manifestado en rabietas como previo a un dolor que se resiste a aflorar en forma de llanto. Un canto a la sensibilidad y a los golpes de una vida que no da tregua pero que no quita que también nos muestre la belleza y la dureza de ese despertar en una cinta de Carla Simón que, en su primera película, ha logrado conseguir el lirismo y la calidad de cintas cumbre de nuestro cine como “El espíritu de la colmena” o a otras como "Ponette" o "Vitus"; desde una mirada infantil pero sin renunciar a hacerlo con sensibilidad y madurez sostenida en la brillantez de la pequeña Laia Artigas, que inunda la película de verdad en un trabajo mayúsculo, delicado y complejo, y secundada por David Verdaguer y Bruna Cusí.
Conviene saber: Mejor ópera prima en el Festival de Berlín 2017 y Biznaga de Oro a la mejor película en el Festival de Málaga 2017.
La crítica le da un SIETE