"Los juegos del hambre: En llamas"

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El argumento: Katniss Everdeen vuelve a casa sana y salva tras ganar los 74º Juegos del Hambre junto a su tributo Peeta Mellark. Ganar significa tener que dejar atrás a familia y amigos, y embarcarse en la “Gira de la Victoria” por los diferentes distritos. A lo largo del camino, Katniss se da cuenta de que una rebelión comienza a gestarse, pero en el Capitolio continúa todo bajo control mientras el Presidente Snow organiza los 75º Juegos del Hambre (El vasallaje), una competición que cambiará Panem para siempre…

Conviene ver: La esperada segunda parte de “Los juegos del hambre” no sólo no parece que vaya a defraudar a los seguidores de las aventuras de Katniss, sino que es posible que para muchos supere a la primera película ganando en empaque, profundidad, dramatismo, carga política y entretenimiento, aunque es verdad que se ha rebajado la violencia de la primera. El cambio de director no ha afectado a la estética planteada en el film anterior, ya que Francis Lawrence ha decidido mantenerla y añadirle algún toque más excéntrico sin renunciar a un discurso político arriesgado y necesario que alienta al activismo y a enfrentarse a la tiranía del poder a través de esos jóvenes representantes del pueblo oprimido. Otro punto a favor de la película es el hecho que, a pesar de su duración (casi dos horas y media), la película no resulta pesada y salva alguna bajada de ritmo. En esta ocasión, además, se da más importancia a la forma de ser de los protagonistas, no solo a sus circunstancias, y en esto es fundamental tener como protagonista a una todoterreno como Jennifer Lawrence, que resuelve las escenas de acción con la misma intensidad que esas en las que su personaje muestra un lado más íntimo. Lleva muy bien las contradicciones interiores que vive y su plano final demuestra lo gran actriz que es. Un blockbuster más que resultón que demuestra que la vocación comercial no tiene porque ir en contra de la calidad de ofrecer un buen producto.

Conviene saber: Francis Lawrence sustituye en la dirección a Gary Ross.

La crítica le da un SIETE