"La juventud"
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El argumento: Fred Ballinger, un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de Buckingham, con motivo del cumpleaños del príncipe Felipe.
Conviene ver: Listón más que alto el que tenía Paolo Sorrentino con "La juventud", y es que después de ganar el Oscar con la barroca y profunda “La gran belleza”, ahora podía intentar ir a lo fácil repitiendo la jugada como parecía amenazar un trailer en el que Michael Caine indudablemente evocaba a Toni Servillo. Vista la cinta las referencias a la anterior película del director son bastante limitadas y se nos presenta a un personaje heredero de cualquiera de los interpretados por Marcello Mastroianni en su madurez. Ya en la primera escena se reconoce el inconfundible estilo pictórico de Sorrentino que saca belleza desde cualquier atisbo de fealdad y encontramos a un Michael Caine como compositor y director de orquesta retirado en un complejo residencial de Los Alpes, el mismo de "La montaña mágica" de Thomas Mann, que intenta ser convencido por un colaborador de Buckingham Palace para que de un concierto homenaje por el cumpleaños del príncipe. Sin contar gran cosa, la cinta tampoco se adentra en la vejez como sería lo fácil pensar teniendo en el reparto a Michael Caine, Harvey Keitel y Jane Fonda, sino en una mirada retrospectiva a las oportunidades perdidas, a los sueños que fueron cumplidos y a la nostalgia por la vigorosidad que no volverá, y es que la edad de los protagonistas es algo totalmente relativo ya que en este mismo microcosmos en el que los personajes expían su pasado para intentar seguir hacia adelante encontramos a la hija del protagonista (una Rachel Weisz que centrada en su labor como asistente personal de su padre no ha comenzado a vivir todavía su propia vida), un actor de método algo hippy que se prepara para su arriesgado próximo papel intentado dar un giro necesario a una carrera encasillada (un genial Paul Dano), una Miss Mundo de prominentes pechos o al mismísimo Maradona, entre masajes, baños termales y golpes de balón al infinito mientras sigue anclado en unos tiempos que nunca volverán. La cinta no encierra la complejidad ni formal ni reflexiva del oscarizado título de Sorrentino, pero nos hechiza por su elegancia, narración y sencillez sacando todo el partido a un entorno y a un quinteto de personajes completado por un Harvey Keitel, director de cine cómplice del compositor con claras referencias fellinianas, que no se resiste a admitir que su talento ya se ha difuminado y sus nuevas películas no interesan a nadie, y que no tenía un papel tan agradecido en años, y Jane Fonda en una escena en la que actúa como lo que es, toda una legendaria divas. Sin despertar la unanimidad desatada por “La gran belleza” (que a algunos nos parece sobrevalorada), Sorrentino ha vuelto a acertar con una película mucho menos arriesgada pero con el mismo calado sobre la condición humana pero bañándola de más ternura, humor, positividad y redención que la crespuscular y decadente cinta protagonizada por Servillo. Desde luego, Michael Caine resuelve el papel de Fred Ballinger con una maestría esperable, teniendo su personaje una hondura personal que le impide volver a interpretar sus obras, en una cinta que mantiene el estilo característico del director pero también dotándole de un aire mucho más universal y accesible para esta misión ambientada en este caso en un hotel, escenario en el que vuelve a estar presente el mayor de los temas tratados por el director a través de sus protagonistas; la expiación de la profunda soledad a partir del arte o el talento natural y la búsqueda continua de la perfección del mismo.
Conviene saber: Nominación al Oscar 2016 en la categoría de mejor canción, triunfadora en los premios del cine europeo 2015 y a competición en el Festival de Cannes 2015.
La crítica le da un SIETE