"Kon-Tiki"

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El argumento: El explorador noruego Thor Heyerdahl cruzó el Pacífico en una balsa de madera en 1947, para demostrar que los sudamericanos de antes de Colón podían haber cruzado el mar para instalarse en la Polinesia. Thor, junto a cinco hombres, partió en una travesía épica de 101 días a través de 8.000 kilómetros llenos de tormetas, tiburones y hambre, mientras el resto del mundo aguardaba el resultado del viaje.

Conviene ver: “Kon-Tiki” es una aventura de supervivencia real rodada con cierto clasicismo lo que nos lleva al cine épico de los 50 y 60. Una película que no aburre y que dosifica con ritmo e inteligencia las distintas fases que llevan a la consecución de un objetivo. Quizás le falte profundidad y sus personajes puedan parecer algo planos, pero por eso precisamente logran convertirse en reales en esta historia sobre la obsesión de un hombre que, con tesón y determinación, es capaz de pelear por sus sueños hasta el último aliento, así como la convivencia en grupo en una situación límite. El protagonista recuerda en físico y espíritu al Peter O´Toole de “Lawrence de Arabia”. Al estar cercana en el tiempo recordará a "La vida de Pi", pero esta deja de lado el simbolismo y es más auténtica sintiendo el sufrimiento de la tripulación y con escenas potentes como la del ataque de los tiburones o la tormenta nocturna. Las escenas dramáticas son lo mejor de la película y la fotografía y el poder visual de la cinta está cuidado al extremo ofreciendo un gran número de postales para la galería, incluso algunas demasiado regodeantes. Sin ofrecer nada especialmente novedoso, con algún fallo de ritmo, y pareciendo más cine perteneciente a otra época, se ve bien (a pesar de la frialdad con la que están definidos algunos personajes) y acrecienta el espíritu de aventura que todos tenemos en el interior en esta lucha de hombre y naturaleza.

Conviene saber: Nominada al Oscar 2013 a la mejor película de habla no inglesa. Esta aventura ya dio a un documental dirigido por el propio Thor Heyerdahl que ganó el Oscar en 1951.

La crítica le da un SIETE