"El vicio del poder"

La web oficial.

El argumento: Explora la historia real sobre cómo Dick Cheney, un callado burócrata de Washington, acabó convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo como vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de George W. Bush, con consecuencias en su país y el resto del mundo que aún se dejan sentir hoy en día.

Conviene ver: "El vicio del poder" no es el clásico biopic sobre una figura de la política sino que es una deconstrucción en forma de sátira documental de la figura de un hombre clave en la política USA de las últimas décadas, primero como tecnócrata y luego como hombre más poderoso durante los ocho años del mandato de George W. Bush en la Casa Blanca. Y es que la cinta de Adam McKay, lejos de que se empatice con su protagonista, propone poner el foco en uno de esos nombres que mueven los hilos de la política y del poder desde la sombra y cuyas decisiones son trascendentales llevando al mundo al abismo por su sed de poder y ambición. Vemos como Cheney explotó su posición en un retrato amoral y sin escrúpulos desmontando tópicos y ofreciendo un retrato que, aunque podría ser muy aburrido en su desarrollo ante tantos hechos y personajes del cual el público fuera de USA no está tan acostumbrado, hace que la película vibre con una cámara nerviosa, ágil y subversiva manteniendo su rigor y visión inteligente sin que eso suponga ser irreverente y jugar con los límites de lo grotesco a través de un personaje maquiavélico y peligroso y que es claro causante de la situación, a través de traiciones, mentiras y megalomanía, que vive ahora Estados Unidos y la política exterior internacional aunque a veces su paso salteado por determinados episodios se resuelva con brochazos de humor de sal gruesa. Y es que, por mucho tono jovial, dinámico, satírico y cínico que desprende, lo peor es esa sensación que deja la película de que los destinos del mundo estén en manos de gente como ésta, un tipo que siempre defendió ampararse en el poder absoluto de su cargo, entre dilemas shakesperianos y el enérgico montaje de Hank Corwin, habitual de Oliver Stone. Un gran acierto los aportes narrativos que propone, con saltos de metraje, finales conciliadores que no lo son, el papel de la voz en off como narrador y posterior conciencia moral, y un inspirado y caracterizado reparto con Christian Bale, Amy Adams, Sam Rockwell y Steve Carell.

Conviene saber: Globo de Oro al mejor actor de comedia o musical (Christian Bale) materializando una de las 6 nominaciones conseguidas por la película.

La crítica le da un SIETE