"El ilusionista"
La web oficial nos lleva a la estética animada de una cinta que ya salió hace tiempo en Francia en DVD. Tras la estupenda animación inicial, varias cartas nos llevan a los distintos contenidos: historia, clips, imágenes, equipo artístico y algunos secretos de magia.
El argumento: A finales de los años 50, una revolución sacude el universo del music-hall: los espectáculos tradicionales protagonizados por acróbatas, malabaristas y ventrílocuos se consideran pasados de moda por el gran público, seducido por el carisma de las jóvenes estrellas de la música rock. El ilusionista no deja de comprobar día a día que lamentablemente pertenece a una categoría de artistas en vías de desaparición. Cada vez es más raro conseguir firmar un contrato, por ello se ve obligado a abandonar las grandes salas parisinas y parte con sus palomas y su conejo a probar suerte presentando su número de magia en Londres. Pero la situación es la misma en el Reino Unido, y se resigna entonces a actuar en los pequeños teatros, fiestas al aire libre, cafés, y en el pub de un pueblo de la costa oeste escocesa. Allí conoce a Alice, una joven que aún posee la capacidad de asombro característica de la infancia, la cual cambiará su vida para siempre. Ella todavía ignora que le ama como a un padre; él siente que la ama como a su hija. Del encuentro de estas dos soledades nacerán momentos mágicos y tiernos, que les marcarán para siempre...
Conviene ver: "El ilusionista" es una película nostálgica sobre el arte sencillo e inmortal enterrado por las nuevas modas. El mundo artístico ha perdido la gracia y magia del pasado. El público parece fijarse en ídolos musicales e iconos generadores de chillidos y se busca en la ilusión el truco. No existe la magia… o al menos ya nadie cree en ella…, aunque cada corazón es un mundo y siempre se puede encontrar a alguien que crea realmente en ello y se enriquezca posteriormente confiando en un mundo de fantasía y sueños que, como bien deja patente la película, depende de la mente y la perspectiva de cada uno en un mensaje final desesperanzador que te golpea y que tiene pocas concesiones con el espectador convencional. Una carta de amor al cine (con referencias a Tati, a su alter-ego cinematográgico Monsieur Hulot y su película “Mi tío”), y también a Francia y Escocia, con tintes de comedia y otros tanto bastante elegiacos. Deja poso y la sonrisa termina convirtiéndose en amargura y pesar ante la añoranza de un tiempo pasado y la imposibilidad del protagonista de reciclarse siendo defensor de un arte anacrónico. La película cumple con su objetivo y llega al corazón con buenos personajes (aunque el egoísmo materialista de la joven hace más amargo el mensaje), con una sencilla historia de amistad, y con una animación elegante, cuidada, clásica y atrayente que no necesita apenas de los diálogos. Un particular universo de personajes que rozan el patetismo y de trazos evocadores y elegantes de belleza y misterio. El oficio de regalar ilusiones sobre la cruda realidad bañada de modernidad. Una historia melancólica, hermosa y triste en la que el director se revela no sólo como un gran realizador sino como un gran poeta.
Conviene saber: Nominada al Oscar 2011 como mejor película de animación, Sylvain Chomet (Bienvenidos a Belleville) se basa en esta película en un guión inconcluso de Jacques Tati, que aparece en los créditos como coguionista del film.
La crítica le da un SIETE
Deliciosa. Maravillosa. Después de haber visto "Les triplettes de Belleville", que también recomiendo encarecidamente, puedo decir que Chomet es garantía.
Me atrevo a afirmar que cine así ES necesario.
Y yo le daría más de un siete 🙂
Es realmente buena, sensible, triste y muy muy amarga. Lo que no es en absoluto, es una peli para niños. Después de verla, además de deprimirme, me ha dado ganas de visitar Edimburgo.